Este miércoles Carlos Romero Deschamps renunció como líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) después de 26 años en el cargo. Ante secretarios generales de sección del gremio, dentro de una asamblea general, el ex senador dio un paso al costado.
Manuel Limón Hernández, diputado veracruzano y quien fungía como Secretario del Interior del sindicato petrolero, se perfila como el sucesor de Romero Deschamps.
El hombre de 76 años había sido reelecto apenas el año pasado como líder de los trabajadores petroleros para un nuevo sexenio hasta 2024. Después de una hora de iniciada la reunión, se dio a conocer el fin de una era y no trascendieron los motivos.
La renuncia de Deschamps se da en medio de un ambiente convulso alrededor de Pemex, empresa sobre la que pesan señalamientos de corrupción al interior durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Este miércoles el diario Reforma publicó un artículo en el que indicó que las cuentas bancarias de Deschamps habrían sido congeladas por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Durante su conferencia de prensa matutina del miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó el reporte, pero como premonición de lo que sucedería horas más tarde, dijo que si decidía renunciar para ser investigado, “estaba en su derecho”.
El polémico dirigente de extracción priísta ocupó en distintas ocasiones escaños en el Senado y el Congreso. Sobre él pesan señalamientos de reportes periodísticos de presunta corrupción y una inexplicable riqueza.
Aunque el salario que devengaba como líder sindical no rebasaba los $40,000 pesos, es de conocimiento popular la vida opulenta de la que goza junto a su familia. Como ejemplo está el Ferrari Enzo edición limitada de millones de dólares que regaló a su hijo.
“Lo que falta es que se refleje en la práctica. Esto de los líderes sindicales es como la cabeza de Hidra. Esta renuncia es positiva, pero si no erradican la práctica corporativista, corrupta, charra, la diferencia en Pemex va a ser escasa, como lo vimos con Elba Ester (Gordillo)”, declaró a Milenio, Miriam Grunstein, especialista energética.
“Lo que hay que erradicar son las prácticas corporativas de privilegios entre los líderes sindicales”.
La analista se preguntó si además de la renuncia, habrá un seguimiento de la UIF a casos como llamado “Pemexgate”, que implicaba un presunto desvío de fondos del sindicado a la campaña presidencial de Francisco Labastida en 1994.
“¿Lo destituyen y no lo hacen nada por la vía penal? El cuate se va a ir simplemente a su casa con mucho dinero, son redes”, concluyó.
López Obrador aseguró que su gobierno “está respondiendo" a una demanda internacional de la empresa de servicios petroleros Oro Nego contra Pemex.
La multinacional denunció corrupción y sobornos con audios filtrados de presuntos directivos de la paraestatal.
Desde el inicio de su mandato, López Obrador anunció una estrategia de combate a la corrupción en Pemex. Desde el robo de combustible hasta los manejos irregulares al interior de los altos despachos.
¿Quién es Romero Deschamps?
Originario de Tampico, Tamaulipas y de profesión Contador, Carlos Romero Deschamps tiene 76 años de edad.
Ha sido miembro activo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde 1961, donde inició su carrera como coordinador de campañas en el estado de Tamaulipas.
En 1969 ingresó a Petróleos Mexicanos (Pemex) y dos años después comenzó sus actividades dentro del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Luego de haber escalado posiciones dentro del sindicato, Romero Deschamps llegó a la dirigencia del STPRM tras la destitución de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, en el llamado “Quinazo”.
Hasta ese momento, "La Quina" había sido el poderoso líder del sindicato petrolero durante 30 años, tiempo en el que alcanzó poder y fortuna bajo el amparo de los gobiernos del PRI.
Pero durante las elecciones presidenciales de 1988, Hernández Galicia apoyó la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, criticó a Carlos Salinas de Gortari y amagó con una huelga si el presidente intentaba privatizar a Pemex.
Fue entonces que, a principios de 1989, ya con Carlos Salinas como presidente, “La Quina” fue acusado de homicidio y acopio de armas, lo que le valió permanecer casi 10 años en prisión.
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