La lluvia de balas que ha inundado de muertos al municipio de Guaymas, Sonora durante las últimas semanas, llegó hasta la casa de la alcaldesa de la región, Sara Valle Dessens, ubicada en la calle Almagres, de la colonia Paseo de Las Villas.
El ataque ocurrió la tarde del jueves, cuando un grupo de sicarios abrió fuego contra la propiedad de la funcionaria en repetidas ocasiones. Además, un vehículo Aveo, supuestamente propiedad del hijo de la presidenta municipal, recibió varios impactos de bala.
La Fiscalía General de Justicia informó que las detonaciones de proyectiles de arma de fuego, que dañaron la carrocería del automóvil son investigadas por miembros de la Mesa de Seguridad por la Construcción de la Paz en Sonora.
Tras las llamadas de alertas realizadas por vecinos, al lugar acudieron peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado y de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) para iniciar la colocación de numeralias sobre los casquillos percutidos que, se presume, fueron alrededor de un centenar.
Al momento del ataque el inmueble se encontraba desocupado. De acuerdo con los vecinos, Valle Dessens visita poco esa vivienda debido a la violencia y las amenazas de muerte que existen en la localidad.
La alcaldesa estuvo acompañada del comisario general, Humberto Cano Ahuir, quien recorrió la vivienda para constatar los daños.
Esta agresión recuerda los hechos ocurridos el pasado 20 de junio, cuando el contralor del Ayuntamiento de Guaymas, Daniel Morales Pardini, fue baleado en el centro de la ciudad y a plena luz del día.
En el tiroteo también murió otro funcionario de Contraloría identificado como Enrique Galarza Núñez quien acompañaba a su entonces jefe en un vehículo Chevrolet Spark gris.
De acuerdo a cifras del gobierno de Sonora, en 13 municipios de la entidad se concentra el 94.1 por ciento de la incidencia delictiva. Hermosillo y Cajeme son las regiones con mayor intervención en hechos criminales, con 36.94 y 24.58 por ciento, respectivamente.
En el análisis, que abarca fechas de enero a agosto de 2019, el municipio de Guaymas sólo reportó el 1.89 por ciento de la incidencia delictiva que hay en el estado.
En la entidad fronteriza, las organizaciones criminales son los principales generadores de violencia. El pasado 4 de septiembre, Infobae México informó sobre los hechos sangrientos provocados por la lucha encarnizada entre grupos criminales de la localidad.
Los incendios y los rafagueos a casas se han convertido en un modus operandi sistematizado del cártel de Los Salazar.
Dicha célula anunció su llegada al mundo del hampa de México en 2005, cuando a lo largo de Sonora y Chihuahua recrudeció la violencia.
Los miembros de dicha célula están involucrados en la siembra, producción y trasiego de droga hacia Arizona, Estados Unidos, así como el tráfico de migrantes para el Cártel de Sinaloa.
El cártel fue encabezado por Adán Salazar Zamorano, alias “Don Adán”, quien fue uno de los operadores y lugartenientes de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Las actividades delictivas de “Don Adán” y la de sus hijos, Jesús Alfredo “El Muñeco” y Adán “El indio” Salazar, obligaron al desplazamiento forzados de 1,200 personas en el municipio de Sonoyta y de unas 300 familias en Las Chinacas, en Chínipa, en 2015.
De acuerdo a la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), Adán Salazar es acusado de poseer cocaína con intención de distribuir.
Los Salazar mantienen una disputa con “Los Memos”, organización encabezada Adelmo Niebla González, “El Señor”, y Los Chapitos.
Se presume, el grupo delictivo de Adán Salazar está detrás del asesinato de la periodista, Miroslava Breach, en Chihuahua, y el incendio de varias casas de la localidad norteña.