En 2017, la prestadora de servicios petroleros Oro Negro contrató a Black Cube, una firma de investigación privada israelí, para grabar de forma secreta conversaciones con directivos de Petróleos Mexicanos (Pemex), que supuestamente describen la manera generalizada en que la petrolera estatal recibe sobornos a cambio de otorgar contratos, durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, según reveló este viernes el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ).
De acuerdo con un extenso reportaje realizado por el periodista Robbie Whelan, esas grabaciones son parte de la evidencia en una demanda presentada en 2018 contra el gobierno mexicano por Oro Negro, una compañía mexicana dedicada a la perforación de campos petroleros. Dicha empresa afirma que Pemex ayudó a llevarla a la bancarrota porque el perforador se negó a pagar sobornos.
Durante el sexenio de Peña Nieto tres funcionarios estuvieron al frente de Pemex: Emilio Lozoya Austin (2012-2016), José Antonio González Anaya (2016 al 27 noviembre de 2017) y Carlos Alberto Treviño Medina (del 28 de noviembre 2017 al 30 de noviembre de 2018).
La investigación de Whelan, en la que también colaboraron los periodistas Rebecca Davis O’Brien, en Nueva York, y Juan Montes, en la Ciudad de México, lleva como título “Grabaciones secretas describen la corrupción en Pemex” y consigna que en tres meses en 2017 y a instancias de Oro Negro, Black Cube “realizó en secreto docenas de horas de grabaciones de antiguos y actuales funcionarios de Pemex que describen un elaborado sistema de pago en la compañía petrolera estatal, donde se aceptaron sobornos a cambio de contratos.
Cabe destacar que los altos directivos de Oro Negro: Gonzalo Gil White, hijo del exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Diaz, y José Antonio Cañedo White, a su vez, enfrentan cargos en México por presunto desvío de fondos por más de 750 millones de pesos.
La evidencia de la demanda de Oro Negro, describe WSJ, forma parte de una amplia investigación sobre la corrupción en Pemex por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.
En su texto, Whelan destaca que Pemex no respondió a las solicitudes de comentarios sobre las afirmaciones de Oro Negro, la evidencia que arrojan las grabaciones o detalles sobre otras investigaciones.
La indagatoria en Estados Unidos y la demanda de Oro Negro, destaca el reportaje, llegan en un momento crítico para Pemex, que lucha para hacer frente a la caída de la producción y a una deuda de aproximadamente 100 mil millones de dólares, la mayor en la industria petrolera a nivel mundial.
“Cualquier golpe financiero de los casos de corrupción estiraría aún más las finanzas de la compañía en un momento en que las firmas de calificación están considerando rebajar su deuda al estado basura, una medida que aumentaría los costos de los préstamos y aumentaría la tensión”, destaca Robbie Whelan.
También, afirma, hay mucho en juego para el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien prometió terminar con la corrupción gubernamental y ha puesto a Pemex en el centro de su estrategia económica para rescatarla y volverla más productiva a fin de que vuelva a ser el motor que impulse la economía y el desarrollo del país.
Sobre este asunto, el reportaje del WSJ afirma que un portavoz de López Obrador no respondió a las solicitudes de comentarios, pero la semana pasada, en respuesta a una pregunta sobre los reclamos de Oro Negro, el presidente dijo que el Gobierno federal estaba trabajando para abordar la corrupción en Pemex. “Estamos limpiando las cosas”.
LAS GRABACIONES Y LA CORRUPCIÓN
Las cintas de Oro Negro, presentadas en una demanda que busca que el Gobierno mexicano repare 700 millones de dólares en daños, fueron sometidas a un panel de arbitraje dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y muestran “lo desalentadora” que será una tarea para frenar la corrupción en Pemex, profundiza el reportaje de Whelan.
Por ejemplo, precisa, durante una cena en el restaurante Sir Winston Churchill en la Ciudad de México en octubre de 2017, dos agentes de Black Cube se reunieron con José Carlos Pacheco, entonces vicepresidente de la división de Perforación y Servicios de Pemex, quienes se hicieron pasar por intermediarios para un rico inversionista de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) que estaba interesado en comprar Oro Negro.
“Los agentes buscaron garantías de que Oro Negro obtendría mejores términos contractuales de Pemex si la compañía ficticia de los EAU que representaban pagaba un soborno a los funcionarios de Pemex, y preguntaron cómo se hacía esto, según las cintas. Se escucha al señor Pacheco que indica que esto no sería un problema”, describe Whelan.
“Normalmente se hace como una ‘tarifa de éxito’, porque nadie está dispuesto a correr el riesgo de que empiecen a aparecer montos que son, digamos, un porcentaje con respecto a un contrato”, agregó Pacheco, según la grabación
Pacheco también explicó que muchos funcionarios de Pemex aceptan pagos a través de miembros de sus familias, conocidos como “operadores” o “aliados” o mediante consultorías simuladas establecidas para lavar dinero, afirma WSJ.
“Hay subdirectores, por ejemplo, que ponen a un hijo como el responsable” de aceptar dinero, dijo Pacheco. “Sucede muchas veces y todo el mundo lo sabe”, añadió, de acuerdo con las cintas.
Luego, dice el Journal, la conversación se centró en por qué Oro Negro tuvo problemas con Pemex, que canceló los contratos de perforación de la compañía después de que se declaró en quiebra a finales de 2017.
“Creo que realmente, más que por orgullo, era un problema económico”, dijo Pacheco, según la conversación grabada. “¿Perdieron la compañía porque no pagaron sobornos?”, pregunta entonces un agente de Black Cube. “No tenían dinero”, responde Pacheco. “Ese es el problema principal”.
Pacheco, consigna Whelan, quien dejó Pemex en 2018, se negó a responder a una lista de preguntas enviadas por correo electrónico sobre sus comentarios en las grabaciones. Pero en una conservación telefónica, reconoció haberse reunido con personas que creía que eran inversores interesados en comprar Oro Negro, aunque negó haber discutido sobre el soborno. “Trabajé para Pemex durante más de 25 años, y nunca tuve nada que ver con ese tipo de cosas, ese tipo de corrupción”, dijo al WSJ.
Oro negro VS Pemex
Las grabaciones de Black Cube realizadas en el caso de Oro Negro son parte de un conflicto entre Oro Negro, sus tenedores de bonos y Pemex, resalta el diario.
La empresa de perforación fue fundada en 2012 por Gonzalo Gil, un exbanquero educado en Stanford e hijo de Francisco Gil Díaz, ex secretario de Hacienda, y su primo José Antonio Cañedo White, ambos prófugos de la justicia mexicana.
La empresa pagó más de mil millones de dólares para comprar cinco equipos de perforación y transportarlos desde Singapur hasta el Golfo de México, donde Pemex pagaba cientos de miles de dólares por día para usarlos en la extracción de petróleo.
Después de que los precios del petróleo disminuyeron bruscamente a partir de 2014, Pemex redujo las tarifas diarias que pagaba a todos sus contratistas de perforación, incluido Oro Negro, disminuyendo drásticamente las ganancias de la compañía. Para el verano de 2017, Gil estaba preocupado de que Oro Negro tuviera que solicitar protección por bancarrota para evitar a los inversores en bonos, consigna el reportaje.
El reportaje señala que Pemex recortó las tarifas de Oro Negro más que las de sus competidores, según consignan documentos judiciales en México, y Gonzalo Gil ha argumentado en la Corte que Pemex conspiró con el perforador rival Seamex, que es propiedad de varios inversores que poseen los bonos de Oro Negro, para que la empresa cerrara y pudieran apoderarse de sus plataformas.
La Reforma Energética de Enrique Peña Nieto significó Para Oro Negro la obtención de múltiples y cuantiosos contratos. Por ejemplo, obtuvo dos contratos por 4,657 millones de pesos en un solo día. Y uno de 3,201 millones de pesos, y semanas después otro de 3,042 millones 840 mil pesos.
Quien firmó esos contratos fue Carlos Morales Gil, quien de 2004 a 2014 fungió como director de Pemex Exploración y Producción, y quien desde el 15 de febrero de 2015 es el Director de Petrobal, empresa de Enrique Bailléres, uno de los hombres más ricos de México. El director de Pemex era en ese entonces, Emilio Lozoya Austin, quien también se encuentra bajo investigación por tres casos de corrupción: la compra de Agro Nitrogenados, Fertinal y Odebrecht.
La debacle de Oro Negro vino junto a la crisis económica de Pemex porque se redujo la contratación de plataformas. Aunque hubo procesos de negociación, Oro Negro se declaró insolvente e inició un concurso mercantil en el que denunció que el Deutsche Bank se negó a entregarles dinero por instrucción de los tenedores de bonos, lo que aceleró la situación de quiebra.
Finalmente, se le ordenó a Oro Negro entregar a sus tenedores las plataformas Primus, Decus, Ímpetus, Fortius y Laurus. El Poder Judicial de la Federación la declaró oficialmente en quiebra y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) calificó de “procedente” y “ajustado a la legalidad” el aseguramiento de las cuentas bancarias de Oro Negro y del Fideicomiso F/1695 de Deutsche Bank México, consigna el reportaje.