A las seis de la mañana, cuando la explanada de Bellas Artes suele estar vacía y en silencio, este 9 de octubre las estrofas “Ya lo pasado, pasado” y “Pido un aplauso para el amor” retumbaron entre las penumbras. Un grupo de personas que pernoctaron en el sitio, cantaban los éxitos de José José, mientras esperaban poder pasar a despedirse de las cenizas del cantante. “Siempre me van a gustar sus canciones porque dejan amor, tristezas y enseñanzas”, dijo Victor Omar, quien llegó a las 23:30 horas de la noche anterior, a Infobae México.
Mientras tanto, los restos del “Príncipe de la canción” se trasladaban en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana de Miami a México. A las 8:20 de la mañana aterrizó en tierra azteca y se trasladó al recinto. Ahí, cientos de personas ya lo esperaban.
Marcaron las 10:43 horas cuando Marysol, José Joel y Anel, aparecieron en el Palacio de Bellas Artes, junto a un féretro en el que estaban la mitad de las cenizas del intérprete. Hicieron guardia junto a él mientras la Orquesta Sinfónica Nacional tocaba las canciones que hicieron famoso a José José. Después se rolaron para que Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, Alejandra Frausto custodiaran el cofre.
Los familiares y amigos ocupaban los lugares de invitados especiales en el centro del homenaje. Entre ellos se turnaban para despedirse de los restos del cantante mexicano, mientras los fanáticos que ya tenían horas formados, pasaban para estar cerca del “Príncipe” en sus últimas horas antes de ser enterrado.
Algunas de las personas que pasaron llevaban consigo fotografías, como Angelica Vega, y Salvador Ríos, quienes cargaban una imagen de 1982 en donde aparecen con José José en los camerinos de “El Patio”, lugar en donde el intérprete daba conciertos en fin de año. Ellos no faltaban, y con ilusión pudieron conocer a José José pues eran conocidos de Marco Antonio Quevedo, amigo de la infancia del cantante de la colonia Clavería.
Poco a poco fueron los fanáticos quienes se colocaron a custodiar el cofre. Entre llanto, porras y cantos se despedían de él. Además de la Orquesta, el Cuarteto Saloma, el ensamble de la Escuela de Mariachi Ollin Yoliztli, el trío Sensotle de Huachinango, Puebla y el mariachi y coro del Ballet Folklórico de México musicalizaban la conmovedora mañana.
Por lo menos 6.000 personas pudieron entrar a Bellas Artes. Leticia Calderón, Emmanuel, Jorge Ortíz de Pinedo, Laura Bozzo, Lucía Méndez, Dulce, Jorge Muñiz entre otras personalidades asistieron y me dieron su pésame a Marysol, José Joel y Anel.
Sus compositores, Martín Urieta y Manolo Marroquín también fueron al homenaje “Favoreció a los intérpretes. Nos hizo famosos”, dijo a Infobae México. Agregó que tuvo la fortuna de ser de los últimos de hablar con él, hace aproximadamente dos meses. Contó que estaba feliz y optimista acerca de su enfermedad, además era libre de hablar con quien quisiera.
Pero su despedida no fue tan pacífica como la ceremonia. A las 13:00 horas la familia de José José volvió a rodear el cofre para sacarlo y llevarlo a la Basílica de Guadalupe. Pero cientos de personas, que esperaban bajo el sol, se quedaron sin poder darle un último adiós.
Desesperados exigieron a la seguridad del recinto que los dejaran pasar. Ante la presión, ellos cedieron, pero la mala sorpresa fue que ya habían partido los restos. Los empujones y la molestia de las personas se hacía ver. Gritaban y lloraban, porque nunca más podrían estar cerca del “Príncipe de la canción”.
*Con información de Patricia Juárez