El rechazo que enfrentan miles de médicos para estudiar una especialidad, mientras México necesita de ellos

Para poder realizar una residencia médica en un curso universitario de especialidad, unos 47.000 médicos de México realizaron el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) 2019 durante los últimos días de septiembre.

Los médicos realizaron la prueba en 10 sedes del país, en los estados de Jalisco, Nuevo León, Puebla, Chiapas, Morelos y la Ciudad de México, durante 6 días. Todos fueron monitoreados con cámaras de circuito cerrado, y se les restringe el uso de dispositivos electrónicos.

Con la representación del secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, la subsecretaria de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Assa Christina Laurell, realizó un recorrido por el Centro de Exposiciones y Congresos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se localizaron las dos sedes de aplicación de la Ciudad de México, para supervisar que el proceso de evaluación se llevara a cabo con seguridad, imparcialidad y transparencia.

Se trata de un filtro en el que durante 8 horas deben responder 450 reactivos enfocados en la solución de problemas médicos generales y dominio del idioma inglés.

Para evitar la réplica del examen, se designa de forma aleatoria por computadora el lugar de cada aspirante. Durante los seis días, se aplican seis tipos de pruebas diariamente. Las preguntas resultan de más de 20.000 reactivos. La posición de las preguntas varía en cada grupo de nueve sustentantes, por lo que los estudiantes desconocen el contenido de la evaluación que realizan sus compañeros.

La Secretaría de Salud asegura que el ENARM es un instrumento de medición de conocimientos en Medicina general objetivo, imparcial y transparente. Al término de la evaluación, los estudiantes conocen la puntuación que obtuvieron.

Pero ocho de cada diez son rechazados del curso universitario en modalidad de residencia médica en alguna sede del Sistema Nacional de Salud.

Sin embargo, en México faltan médicos; según el presidente Andrés Manuel López Obrador, el déficit de médicos en el sector salud es prácticamente de 200.000: 123.000 médicos generales y 70.000 en especialidades. “Se rechazaron a tantos médicos, que ahora no tenemos los que necesita el país”

Es por eso que aseguró que “echaría a andar” un programa para que México tenga los médicos que urgen para la población. “Vamos a hacer acuerdos con las universidades públicas o con las escuelas o facultades de medicina, pero no es que les vamos a dar presupuesto a la universidad y tú ve cómo aumentas la matrícula. Te vamos a dar, pero si tienes ahora 300 estudiantes de medicina, queremos que tengas 600. O sea, muy dirigido porque de lo contrario no avanzamos”, señaló López Obrador en Paracho, Michoacán en julio pasado.

El mandatario criticó que se siga rechazando a miles de jóvenes que quieren ingresar a universidades para estudiar medicina, pues “no es que no pasen el examen, es que como no hay presupuesto, no hay cupo y no hay espacio”.

Sin embargo, una vez adentro de la escuela, se enfrenta con otra realidad. “Las universidades y facultades de medicina se han convertido en cursos propedéuticos para pasar el ENARM. Casi todos los planes de estudios se concentran en formar a personas que puedan contestar el examen y no a médicos generales”, dijo el doctor Manuel Millán y académico de la UNAM a El País, que también entrevistó al doctor Sergio Prieto, quien destacó que “hay muchas diferencias formativas, tenemos doctores al nivel de los mejores del mundo, pero también alumnos que no debieron haber estudiado Medicina”.

México ha enfrentado también desabasto de medicamentos, situación que fue denunciada en agosto pasado por padres de niños enfermos de cáncer que exigieron tratamientos oncológicos para tratar, principalmente, la leucemia infoblástica. Jorge Alcocer, secretario de salud, dijo en conferencia de prensa que se trataba de un componente “secundario” del que “si no se da la dosis por unos días, no hay ninguna urgencia médica”.

Sin embargo, su afirmación contrastó con la visión de diversas organizaciones no gubernamentales y funcionarios de hospitales, quienes reiteraron que el sector salud sí vive una crisis en México ante el desabasto de medicamentos.

En el foro “Por la salud, primero los más vulnerables”, Carlos Castro, presidente ejecutivo de la Asociación ALE, dijo que el desabasto de medicamentos no solo ocurre con los fármacos contra el cáncer y antirretrovirales, sino que afecta al 50% de los pacientes que eran atendidos por el Seguro Popular.