El PRI ante el sueño de volver a sus “días de gloria" en la Ciudad de México

Los integrantes más destacados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de la Ciudad de México se reunieron este lunes para tomar protesta de su Consejo Político, el principal órgano colegiado para la toma de decisiones al interior de la organización, con una encomienda clara: volver a lo que llamaron sus “días de gloria”.

“Una gran ciudad conlleva una gran responsabilidad”, expresó Alejandro Moreno, el presidente nacional del partido, que estuvo presente en el evento. El líder destacó las virtudes de la capital mexicana bajo gobiernos priistas: la construcción del metro y de los mercados locales.

Y es que el PRI pasa por sus horas más bajas. Después de volver ostentar durante más de 70 años la presidencia de la República (entre finales de los años veinte del siglo pasado y el 2000), y tras recuperar el gobierno con Enrique Peña Nieto (2012-2018), sufrió una dolorosa derrota el año pasado en todos los niveles.

El PRI pasó a ser la tercera fuerza y en algunos casos la cuarta. En la Ciudad de México, nunca ha podido ganar la elección para Jefe de Gobierno y en los últimos comicios apenas pudo conseguir una de las 16 alcaldías de la urbe: Cuajimalpa, donde triunfó Alfonso Rubalcava.

Sin embargo, el PRI gobernó, a la par de México, la capital del país. Hasta 1997, el presidente nombraba a un Regente para administrar el entonces llamado Distrito Federal, donde no se llevaban a cabo elecciones como en cualquier estado, por lo que también mandaron los priistas durante más de seis décadas.

En aquel año, Cuauhtémoc Cárdenas, uno de los estandartes de la izquierda mexicana y ex candidato presidencial, triunfó en los primeros comicios de la ciudad. A partir de entonces, otros tres Jefes de gobierno del Partido de la Revolución Democrática pasarían por aquel puesto: Andrés Manuel López Obrador (2000-2005), Marcelo Ebrard (2006-2012) y Miguel Ángel Mancera (2012-2018).

El año pasado, Claudia Sheinbaum, de Morena, que arrasó en aquellas elecciones, consiguiendo la presidencia y la mayoría en ambas Cámaras en el Congreso, triunfó por encima del PRI, que volvió a ocupar un lejano tercer puesto en los votos.

Por lo tanto, la Ciudad de México se ha convertido en los últimos 22 años en un bastión de la izquierda, además de haber lanzado a dos candidatos presidenciales, un senador federal y un Canciller, por lo que el triunfo suele tener un valor especial.

Es por ello que los más de 450 priistas reunidos en la sede nacional del partido este lunes se conjuraron para retomar un territorio que han gobernado, más nunca han podido administrarlo tras unas elecciones democráticas.

La bandera del PRI en la ciudad se resume por ahora en dos ejes: la “ineptitud” y “notable incapacidad” de Sheinbaum y Morena para gobernar la capital, que como el país ve crecer los índices de inseguridad y violencia a niveles récord, y el intento de regresar a las regencias priistas impulsando a sus bases, presentes en la toma de posesión.

“Yo le debo mucho al PRI”, señaló a Infobae México una delegada de Iztapalapa que prefirió no decir su nombre. La mujer, de más de 70 años, asegura que había “más oportunidades” de trabajo cuando gobernaba dicho partido, y quiere volver a verlo en el poder, ahora que sus dos nietos no encuentran trabajo.

“Sheinbaum no me gusta. Dice muchas cosas pero no hace nada, no han hecho nada hace mucho”, completó. Por eso, acudió a esta toma de protesta, para “ver qué se puede hacer”, junto a sus nietos, aunque en el ajetreo de la sesión los perdió de vista.

Moreno, el líder del partido, había dicho unos minutos antes que “un buen priista habla bien del partido en público y también en privado”. Eso es lo que hacen los delegados capitalinos, venidos de las 16 delegaciones, aunque, cuando se menciona a Coyoacán, sólo se escucha el vitoreo de un hombre, lo que causa risas entre los asistentes.

Sin embargo, la sucesión de líderes en el PRI capitalino ha sido polémica. Entre los delegados que integrarán el Consejo político y que juraron esta semana, una amplia mayoría apoya al ex líder local Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, incluido Moreno y el líder local, Francisco Olvera.

Según las críticas de un sector del partido, el “grupo rojo” encabezado por Gutiérrez de la Torres y el ex diputado Israel Betanzos, impidió que otro sector, conocido como “grupo blanco”, integrara también el Consejo.

Pero, cuestionados sobre esta situación, los delegados prefirieron no dar declaraciones o directamente señalar que no estaban al tanto de ninguna irregularidad. Incluso una delegada, que representaba a una escuela de cuadros del partido, dijo que “ella creía en la honestidad del proceso”.

“He estado involucrada en el partido desde que soy adolescente y sinceramente nunca vi que se hiciera nada malo”, le dijo a Infobae México Sonia Santana. “Me encanta estar involucrada en la política, es lo que más me gusta, y el PRI es el que mejor propuesta tiene”, agregó.

De hecho, este lunes hubo un intento de moción en la sesión solemne, que fue rápidamente descartada por la secretaria general del partido en la Ciudad de México, Claudia Ramos, que le impidió hablar a una mujer que había pedido la palabra tras verificarse el quórum para iniciar la sesión. “No hay lugar para el debate aquí”, expesó Ramos.

Los más aplaudidos de la tarde fueron Moreno y Gutiérrez de la Torre. Éste último incluso fue vitorearon a su entrada al auditorio, y un grupo de seguidores mostró una pancarta, la única que se pudo ver entre los asistentes, donde lo elogiaban.

Sin embargo, Gutiérrez de la Torre cuenta con un oscuro pasado. En 2014, perdió sus derechos partidarios tras la investigación de un grupo periodístico que denunció cómo presuntamente reclutaba jóvenes edecanes que debían atender los deseos sexuales de sus patrones.

El ex líder del PRI capitalino fue exonerado por la Fiscalía local en 2015, cuando la dependencia resolvió que no existían pruebas en su contra por el manejo de la supuesta red de prostitución. Aquel año, recuperó sus derechos en el partido para participar en el Consejo político.

Pero hace apenas unos meses, en mayo pasado, la investigación por trata de personas en su contra fue reabierta por las autoridades, después de que un amparo promovido por tres mujeres, cuya identidad permanece anónima.

Eso no parecía impedirles a los delgados mostrarse animados cada vez que su nombre era mencionado este lunes. Al final de la sesión, Gutiérrez de la Torre fue abordado por una marabunta de priistas que buscaban estrecharle la mano, darle un abrazo y pedirle una foto.

“Es la hora de demostrar de qué estamos hechos”, señaló Moreno, por su parte, después de saludar a Gutiérrez de la Torre por nombre durante su discurso. “No nos van a callar como oposición. Vamos a seguir trabajando arduamente para darle a los capitalinos la certidumbre de que no descansaremos hasta que recuperen la tranquilidad, la armonía y la paz social", expresó.

Aunque, para Moreno, la situación tampoco ha sido la ideal en las últimas semanas. Después de un competido triunfo para ganar el liderato del partido, el ex gobernador de Campeche tendrá que enfrentar la investigación por enriquecimiento ilícito por parte de la Fiscalía General de la República (FGR).

De acuerdo con el periódico Reforma, la investigación deriva de una denuncia interpuesta el pasado 22 de julio por el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, debido a la supuesta adquisición de 16 inmuebles en Campeche (entidad de la que Alejandro Moreno fue gobernador), así como dos vehículos y cuatro cuentas bancarias.

El líder priista se ha defendido de las acusaciones asegurando que había adquirido algunas de las propiedades y terrenos mencionados a través de créditos, donaciones y sus propios ahorros por los ingresos que había percibido como servidor público.

“Vamos a caminar las 16 alcaldías de la ciudad”, concluyó el líder nacional, que se ganó con dicha línea uno de los mayores aplausos de la jornada. “Vamos a trabajar todos los días para ganar”.