Paulina Peña Pretelini ha causado revuelo en las redes sociales. Durante seis años se vio obligada a desempeñar el papel de la hija del presidente mexicano Enrique Peña Nieto, pero con un perfil de bajo impacto.
Desde diciembre de 2012 y hasta noviembre de 218, Angélica Rivera la esposa del mandatario figuró con un protagonismo inusitado, que llamó la atención de las revistas del corazón, el mundo de la farándula y hasta de los medios especializados en política.
Desde hace casi un año, Paulina Peña Pretelini está fuera de las esferas del poder, ya no vive en la casa presidencial ni tiene los lujos, comodidades y seguridad que disfrutó durante la presidencia de su padre.
Pero eso ya no tiene alguna importancia para ella. Hoy es una joven intrépida que ha incursionado en el mundo fashion, como “influencer” de moda y belleza.
En su cuenta de Instagram publica consejos de maquillaje y tutoriales de belleza, pero también tiene algunos espacios y mensajes de reflexión y consejos. Tiene 162,000 seguidores, sólo en esa red social.
En 21 Bottons, en cambio, luce vestidos, playeras y trajes de baño. Esta aplicación ha sido famosa porque con sólo un clic en la foto de la modelo, el usuario puede conocer el precio y la marca del “outfit” que usa el personaje. Incluso, a través de esa plataforma, Paulina Peña ha recibido propuestas de trabajo para modelar y anunciar sus productos; tal es el caso de la marca de gafas “Sunglasslabmx”. Son más de 4,350 los fans que la siguen y admiran su look juvenil en esta app.
La popularidad de la influencer contrasta con el episodio de diciembre de 2011, cuando Paulina Peña tuiteó insultos contra quienes cuestionaron a su padre, como candidato presidencial. Al grito de #SoyProle, los usuarios de Twitter reclamaron el tuit de la primogénita de Peña Nieto y la vida de lujo y privilegios que los vástagos de los políticos encumbrados gozan al amparo del poder y del erario público.
Paulina Peña Pretelini
Es la hija mayor del presidente Enrique Peña Nieto, resultado de su matrimonio con Mónica Pretelini, quien murió en 2007 víctima de una crisis epiléptica. Sus hermanos son Alejandro y Nicole. Recién cumplió 24 años y aunque concluyó la carrera de Dirección Internacional de Hoteles, en la Universidad Anáhuac Norte, no tiene proyectos laborales para el corto plazo.
El 5 de diciembre de 2011, en plena campaña presidencial, Paulina Peña Pretelini se refirió con insultos hacia los críticos de su padre, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI). “Un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y solo critican a quien envidian”.
Horas antes, Peña Nieto había sufrido uno de los momentos más bochornosos. Durante la presentación de su libro en la Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara, tuvo serias dificultades para mencionar tres libros que hubieran marcado su vida; no pudo mencionar un título completo, confundió al autor de “La Silla del Águila” y apenas pudo señalar La Biblia. Las redes sociales y los medios convencionales cuestionaban la ignorancia del aspirante a la presidencia.
Desde la cuenta del novio @JojoTorre, Paulina retuiteó el insultante comentario publicado en Twitter (@Pau_95Pena) y le llovieron las críticas a la hija mayor del presidente. Ambos se vieron obligados a cerrar sus cuentas, pero muy pronto surgieron cuentas falsas y debió usar Twitter otra vez: “Quiero ofrecer una disculpa de todo corazón. Mi intención con ese RT jamás fue ofenderlos. Reconozco que hice mal y lo lamento”.
Hoy por hoy, Paulina está totalmente desinteresada de Twitter. Su perfil en Instagram señala: “No uso Twitter, todas son fake”.
Pero a Paulina Peña Pretelini la seguía la impopularidad y el desprestigio. En 2014, mientras el huracán Odile azotaba las costas de Baja California Sur, la hija mayor del primer mandatario mexicano utilizó un avión de la Fuerza Aérea Mexicana y a elementos de seguridad del Estado Mayor Presidencial para realizar un viaje de placer por Venecia, París y Holanda.
Las fotos que mostraban la euforia de una joven que concluyó la educación media superior fueron publicadas por la revista Quién y se convirtieron en el centro de las críticas. Aún era muy grande el peso del insulto de inicio de sexenio. Muchos medios de comunicación interpretaron las fotos como un despliegue de soberbia de la hija de Peña Nieto, quien aparentemente insistía en mostrarse rica y llena de lujos, ante los millones de “proles” mexicanos.