En enero de este año, el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador arrancó el combate al robo de combustible, delito conocido como “huachicoleo” el cual no había sido atacado por los sexenios anteriores pese a que ha dejado pérdidas millonarias a Petróleos Mexicanos (Pemex) y al país.
Fue entonces que, como parte de la estrategia, el gobierno federal decidió cerrar los principales ductos de Pemex que transportaban diesel y gasolina, situación que derivó en una crisis por el desbasto de los combustibles, que afectó a 10 estados del país, incluida la Ciudad de México.
La situación se prolongó durante semanas. En los estados afectados se podían ver largas filas de personas y vehículos para poder comprar combustible. Pero el gobierno federal no cedió y anunció que la estrategia del reparto de las gasolinas se haría mediante pipas, por lo que se lanzó una licitación para comprar los vehículos, ya que con las que contaba Pemex eran insuficientes.
El momento más crítico sucedió el 18 de enero, cuando ocurrió una explosión en una toma clandestina ubicada en Tlahuelilpan, Hidalgo. En ese momento, el estallido dejó al menos 21 muertos y decenas de heridos, pero a medida que avanzaron los días y las semanas, la cifra final de fallecidos llegó a los 137 y cuatro heridos.
El gobierno federal reveló que, el hasta ese momento desconocido “Cártel de Santa Rosa de Lima”, liderado por Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, era una de las organizaciones criminales que se disputaban el control del robo de combustible en Guanajuato.
Una manta supuestamente firmada por “El Marro” amenazó al presidente López Obrador, convirtiendo al criminal en el objetivo número uno del gobierno.
Antonio Yépez Ortiz perteneció al Cártel de “Los Zetas”, pero tras la detención de sus líderes en los últimos diez años, fundó la organización criminal que se dedicó al robo de combustibles.
En el año 2008, Yépez Ortiz fue detenido por los delitos de robo y delincuencia organizada, pero logró su libertad al poco tiempo por faltas al debido proceso.
La cacería contra Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”
Días después de lo ocurrido en Tlahuelilpan, el gobierno federal inició la operación llamada “Golpe de Timón” a través del que se desplegaron docenas de elementos de fuerzas federales al estado de Guanajuato para detener a quien es señalado como el líder del cártel huachicolero más grande del país.
El pasado 03 de febrero, elementos de la Marina lograron ingresar al pueblo de Santa Rosa de Lima, en el municipio de Villagrán, donde se escondía “El Marro”, pero sólo logró el aseguramiento de vehículos y propiedades de Yépez, entre ellos un lujoso rancho.
El líder del cártel logró escapar a través de una serie de túneles que conectaban cuatro propiedades en la zona, y a que pobladores de Santa Rosa de Lima incendiaron vehículos y los usaron como barricada para retrasar el ingreso de las fuerzas mexicanas a la comunidad.
Dos meses después, el 10 de abril se implementó un nuevo operativo en el municipio de Juventino Rosas, pero de nueva cuenta, Antonio Yépez Ortiz logró escapar.
Según reportes de inteligencia, el operativo estuvo encabezado por la Secretaría de la Defensa Nacional, y aunque no hubo detenidos, se realizó el decomiso de armas largas y cartuchos. En esa ocasión, elementos del Ejército fueron agredidos a tiros por lo que se desató una persecución, mientras los uniformados pretendían entrar a las comunidades de El Murciélago y El Jaralillo, pero no se reportaron heridos.
Días después, el líder del Cártel de Santa Rosa de Lima presuntamente firmó una manta que apareció colgada en un puente peatonal de la ciudad de Celaya, en la que amenazaba al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por los operativos en contra del robo de combustible.
"Sigues sentenciando a más policías inocentes, la próxima vez el regalo que te mandé a la refinería va a llegar hasta Cuitláhuac #90 en la Colonia Toriello Guerra en Tlalpan", decía la manta firmada por "el señor Marro" .
“El regalo”, presuntamente hace referencia a una camioneta con explosivos que fue abandonada el 31 de enero en la entrada de la refinería de Salamanca, junto con una manta en la que exigía al presidente retirar a los militares enviados al estado para enfrentar a las organizaciones del huachicol.
Pese a las amenazas, López Obrador aseguró que no cedería en el combate al “huachicoleo” .
Pese a que “El Marro” es uno de los hombres más buscados del país, hasta ahora el Gobierno no tiene pistas de su ubicación. Y aunque mantiene una férrea lucha contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control de Guanajuato, el poderío de Antonio Yépez parece intacto en Guanajuato.
El CJNG y “El Marro” tiene a Guanajuato sumido en la barbarie
La feroz lucha entre el Cártel de Santa Rosa de Lima y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control de Guanajuato, ha sumido a la entidad en los días más violentos de su historia reciente.
Aunque "El Marro" lleva una década dedicado al robo de combustible conocido como “Huachicoleo” y a la extorsión (en las ciudades de Apaseo El Grande, Salamanca, León, Irapuato y Celaya, así como la pequeña población de Santa Rosa de Lima, cuyo nombre tomó la célula), cobró notoriedad en octubre de 2017, tras enviar una fuerte advertencia al CJNG. En un video los maldice y los conmina a mantenerse fuera de Guanajuato.
Desde entonces, la sangrienta guerra entre ambos grupos ha disparado la violencia en la entidad, lo que lo ha convertido en el estado con más homicidios dolosos.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) tan solo en el mes de agosto, Guanajuato registró 295 homicidios.
En el municipio de Salamanca se encuentra asentada una de las Refinerías del país. por lo que el control del crimen organizado en esta zona del bajío es primordial.
El cártel liderado por “El Marro” se convirtió en una poderosa organización gracias a su amplia red de corrupción y a que la gente de las comunidades los protegen.