Enrique Peña Nieto sabía desde 2014 que el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se convertiría en un dolor de cabeza para México. La lucha que el gobierno había emprendido entonces contra los Caballeros Templarios y Los Zetas crearía espacios para otros narcotraficantes.
Ese vacío dejado por los sicarios fue ocupado por la célula criminal de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho” que ha desafiado abiertamente al Estado mexicano en los últimos meses.
El último episodio se registró en el municipio de Coatzacoalcos, Veracruz, uno de los lugares con más violencia en la entidad. Un grupo de delincuentes atacó el local nocturno “El Caballo Blanco”. Provocaron un incendio y bloquearon las puertas de salida para evitar que los presentes pudieran escapar. El gobierno estatal calificó el incendio de “artero crimen” y aseguró que el motivo estuvo relacionado con una pugna por la venta de drogas.
La masacre abrió una brecha entre autoridades federales y estatales que rápidamente salieron a lavar culpas. El entonces fiscal de la entidad, Jorge Winckler, vinculó el crimen con la intensa disputa entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y Los Zetas por el control del narcomenudeo.
En este contexto, las amenazas y los incendios provocados se han vuelto habituales con método de extorsión a los locales nocturnos. El ataque en el que murieron 30 personas dejó entrever la profundidad a la que el crimen organizado ha llegado en las instituciones públicas.
Cuatro meses antes un comando armado irrumpió en una fiesta en el municipio de Minatitlán, a 20 kilómetros de Coatzacoalcos, y asesinó a 14 personas, entre ellas, un menor de edad. La repercusión que tuvo ese hecho abrió un debate sobre las dificultades del Gobierno federal para poner un freno al crimen organizado en uno de los Estados más violentos. La llegada de la Guardia Nacional, que puso pie cinco días después de la matanza, no ha logrado contener hasta el momento la lucha entre los grupos delictivos.
La ciudad de Minatitlán, donde se asienta una refinería, ha sido golpeada por la violencia en la última década. Aquí el principal delito que se comete es el secuestro, siendo los directivos de la empresa petrolera, doctores, maestros y granaderos las principales víctimas.
Según áreas de inteligencia de la Secretaría de Marina y del Ejército mexicano, se disputan el control de la zona los cárteles de Los Zetas y Jalisco Nueva Generación.
Todo el horror que ha vivido México en estos años de violencia se concentró la madrugada del 9 de agosto en una calle del estado de Michoacán. El bulevard industrial del municipio de Uruapan amaneció sembrado de cadáveres, unos troceados, otros colgados de un puente, el resto tirados... Hasta 19 cuerpos levantaron las autoridades en apenas tres kilómetros de asfalto.
En un mensaje de apenas seis minutos, el fiscal de la entidad, Adrián López, informó sobre los cuerpos colgados y tirados en el bulevar, además de una pancarta con una advertencia, supuestamente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Después de leer el comunicado, el fiscal permitió tres preguntas, la segunda, escueta, parecía más bien un llamado de auxilio: "¿qué pasa en Uruapan? La respuesta: “Células se disputan el territorio para controlar las actividades relacionadas con la producción, distribución y consumo de drogas”.
En abril, un tiroteo en dicho municipio dejó al menos cuatro muertos y ocho heridos Varias de las víctimas fueron por balas perdidas.
La pugna entre grupos rivales se ha intensificado en Michoacán. Antes de la aparición de la última gran marca del narco, el CJNG, otras células como Los Viagras, Los Caballeros Templarios y la Familia Michoacana ya reclamaban un espacio en Uruapan, al menos esos dicen los informes.
Para el Cártel de Jalisco Nueva Generación, el municipio de Tepalcatepec, Michoacán, firmó su sentencia de muerte desde que decidió defender al ex autodefensa Juan José Farias Álvarez, “El Abuelo”.
Este hombre, natural de Tepalcatepec, fue identificado en 2009 por la Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Defensa como lugarteniente del cártel de Los Valencia, acusación que quedó desmentida cuando fue absuelto.
Su primera captura fue el 31 de enero de 1988 en Apatzingán, Michoacán, cuando fue sorprendido con un cargamento de 127 kilos de marihuana y 30.5 kilos de semilla de cannabis. Salió libre sin que hayan quedado claras las razones.
Desde entonces, se le ligó con la extinta célula delictiva de Los Valencia, liderado por Armando Valencia Cornelio, quienes aliados con La Familia Michoacana se disputaron Michoacán con el Cártel del Golfo y su entonces brazo armado, Los Zetas.
Su segunda detención vino el 6 de marzo de 2009, en Buenavista Tomatlán, por posesión de un arma de uso exclusivo del Ejército. De nuevo, fue absuelto de los cargos.
Entonces, la desaparición del Cártel de Los Valencia obligó a "El Abuelo" a quedarse en las filas de La Familia Michoacana. Pero, al dividirse ésta, Farías Álvarez saltó a Los Caballeros Templarios.
La ambición y aparición del Cártel de Jalisco Nueva Generación lo pusieron de nuevo al servicio del sicario más peligroso de México: Nemesio Oseguera, "El Mencho".
En 2013, Farías Álvarez encabezó un movimiento de autodefensas en Tepalcatepec para luchar contra los abusos del grupo criminal Los Caballeros Templarios, que en realidad se trató de una lucha disfrazada que pretendía quitarle la entidad al cártel liderado por Servando Gómez "La Tuta" para entregárselo a "El Mencho".
"La Tuta" fue capturado en 2015, por lo que Michoacán dejó de ser una prioridad. Entonces, el CJNG se hizo de la entidad junto con algunas autodefensas que pasaron a ser bandas criminales como Los Viagras.
Aunque el territorio estaba ganado por los sicarios de “El Mencho”, el Cártel de Jalisco ha enfrentado diversas rupturas con bandas criminales que en algún momento le ayudaron a expandir su poderío en Michoacán.
La ruptura entre Juan José Farias, “El Abuelo” y CJNG aún es un misterio; sin embargo, un video difundido en redes sociales, el CJNG culpa a “El Abuelo” de entrometerse en una disputa y apoyar a “Poncho de los Reyes”.
Tras la revelación de la grabación, Tepalcatepec fue asaltado por gatilleros del CJNG, el pasado 30 de agosto. Los sicarios se enfrentaron con autodefensas dejando un saldo de nueve muertos y 11 lesionados.
Actualmente, los tentáculos del CJNG se han extendido a nivel global. El grupo criminal ha tenido un crecimiento exponencial en pocos años, además de la habilidad de Nemesio Oseguera, “El Mencho” de hacer negocios, el encumbramiento del grupo está asociado con el uso de violencia extrema. Sólo en 2011, se le relacionó con el asesinato de 35 personas en Boca del Río Veracruz.
En los últimos años, se presume que el CJNG ha asesinado a más de 100 funcionarios y policías de Jalisco, como represalia por la captura del grupo delictivo originario de esa entidad.
La estrategia del terror y habilidad comercial permitieron su expansión a una tercera parte del país, según el gobierno de EEUU.
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