El nopal es un símbolo importante para México, se encuentra en el corazón de nuestra bandera, se ubica por todo el territorio y nos brinda alimento, esa idiosincracia fue entendida por Adrián Velarde y Marte Cazares para crear piel de nopal, que además de sustentable, biodegradable y transpirable, es resistente, puede durar hasta 10 años.
Adrián Velarde y Marte Cazares crearon la marca Desserto y juntos se hacen llamar Adrianodimarti, este 2 de octubre la presentaron en la exhibición internacional de innovación de la industria textil, enfocada en pieles, Lineapelle, en Milán, Italia.
“Vimos que el nopal es nuestro alimento, sirve para diversas industrias, para hacer cosméticos, cremas, que es bueno para la piel, y nos preguntamos por qué no hacer precisamente piel de nopal, probamos con este material y vimos que era viable y resistente”, explicaron.
Ambos son trabajadores de la industria textil y se conocieron en Taiwán: “nos caímos bien, vimos que pensábamos parecido, regresamos a Guadalajara y comenzamos a trabajar juntos”.
“Nos preocupa mucho el impacto ambiental y decidimos buscar una solución, en la industria de la moda donde laboramos, vimos que el nopal es una gran alternativa ya que es biodegradable y no necesita riego, es sustentable”, señalaron.
Ellos quieren llegar a que las industria, de la moda, de la mueblerías, de revestimiento automotriz, las marcas y diseñadores mexicanos y por supuesto a nivel mundial cambien la píel de animal o sintética por piel vegana biodeagradable.
Esta piel puede utilizarse para fabricar prendas, zapatos, muebles. Todo a partir de la planta del nopal que tenemos se en México y que además no necesita cuidado extremo ni riego constante.
“Muchísimas personas nos dijeron que estábamos locos. Hasta nuestros ingenieros afirmaron que no se podía. Nosotros dijimos: ‘¿Cómo que no? Estamos en México, somos mexicanos. ¿Qué materia prima hay para explotar? El nopal”, señalaron en entrevista para El Heraldo de México.
"Este producto crece solo, no necesita mucho riego y no se gasta mucha agua. Ahí es donde empezamos a irnos por él y, tras varias pruebas, pudimos concretar un material resistente”.
Hace pocas semanas lograron la calidad que buscaban. Un producto orgánico, mezcla de nopal y algodón. Está en distintos grosores, es transpirable y tiene una garantía de 10 años de duración. Puede usar usado en la moda, en muebles, marroquinería y hasta en la industria automotriz. Es multifacético.
“Un vestido, una bolsa, un cinta, una correa de reloj, cartera, un sillón. Lo que sea piel se puede sustituir por la piel orgánica. La piel animal o sintética se puede sustituir por lo orgánico. Esa es la idea: apoyar al ecosistema”, dijo Marte Cázares.
Otro de los beneficios que posee este invento es que ayudan a los campesinos que siembran nopal a tener alternativas de venta. Les dan más trabajo, por ende, más ingresos monetarios.
“Le da más de sentido a lo que hacemos, porque no nada más por la moda y por el medio ambiente, sino que de alguna manera indirecta podemos apoyar a que el campo también genere trabajo”, añadió Adrián.
Esta piel orgánica es perfecta para decirle adiós al uso de cuero en zapatos y carteras que usan en su mayoría piel animal.
Su inspiración viene directamente de estas empresas de países europeos que comenzaron a realizar pieles provenientes de la manzana y la piña; y duraron aproximadamente dos años para poder completar su proceso de producción.
Cuero de piña, otra excelente alternativa
Zapatos, bolsos, accesorios, artículos para el hogar o el coche son algunos de los objetos que ya se fabrican con una piel vegetal hecha a base de hojas de la piña, como las que produce la española Carmen Hijosa que años atrás apostó por la moda sostenible.
Las posibilidades de estas fibras, una alternativa innovadora y sostenible ante la tradicional elaboración del cuero, fueron tema de debate en la Miami Fashion Summit de 2018, la serie de conferencias en torno a moda ética y sostenible que se desarrolla estos días en el marco de la Semana de la Moda de Miami.
Fue parte de ello la asturiana Hijosa, quien desde los 19 años se dedicaba a la importación de las mejores pieles de todo el mundo, hasta que un día se dio cuenta “de lo que había detrás de ese cuero”, según señaló.
Las condiciones de las curtidoras o la contaminación del agua fueron algunas de las razones por las que decidió hacer un cambio radical y empezar a buscar “qué materiales podía darle la tierra” que le permitiesen crear tejidos similares a las pieles.
Según relató, fue hace 15 años en Filipinas cuando dio con la idea de utilizar las fibras que se obtienen de los residuos de las piñas tras la cosecha.
Al cabo de años de investigación y pruebas descubrió que al cortarse las fibras en capas y ser procesadas como un textil adquieren texturas similares al cuero, y encima por medio de un proceso más sostenible y económico, hallazgo que dio paso a la gestación de Piñatex, su alternativa ecológica a las pieles.
“Este material tiene las mismas características que la fibra. Es muy ligero, pero fuerte y flexible”, explica Hijosa a Efe con un reloj en la muñeca cuya correa está hecha de fibra de piña.
Entre sus próximos objetivos figura Costa Rica, uno de los principales productores de piñas del mundo y donde también quiere “llevar empleo” y trabajar con las comunidades locales.
Y es que aunque la sede de su empresa está en Londres, donde hizo un doctorado tras especializarse en fibras naturales, la elaboración de esta malla densa se realiza en las comunidades agrícolas donde extrae las hojas que rodean las piñas, la segunda fruta más popular del planeta.
“No las plantamos. Es con lo que se desecha de las piñas”, explica Hijosa sobre el proceso de elaboración, que se nutre de la tradición local en Filipinas, donde se usa desde hace 400 años para confeccionar artesanía.
La diseñadora española comercializa sus tejidos a más de 400 marcas en todo el mundo, y ha hecho que la piña deje de ser sólo un estampado hipster en la industria de la moda para pasar a ser la base de muchas prendas o accesorios.
"Tengo mucha más demanda que oferta", asegura la diseñadora, que considera que el recorrido de estos nuevos materiales ya no tiene marcha atrás.
Y es que insiste en que la industria actual de las pieles, sean procedentes de un animal o del petróleo, es “totalmente insostenible”, tanto por los tóxicos o la calidad del agua, como por la cantidad de alimento para sostener al ganado.
“Tenemos que pensar diferente. Tiene que haber un cambio”, dice Hijosa, cuyo producto está empezando a introducirse en la industria del automóvil.
Cuenta que para producir un metro cuadrado de tapicería hecha de Piñatex, se necesitarían 480 hojas de fibra de piña, lo que son 16 piñas. El proceso para extraerlas no requiere agua, y la biomasa restante se puede utilizar como fertilizante.
El producto "tiene en cuenta toda la cadena de suministro", algo que la diseñadora española considera una "obligación".
"Lo importante de un producto es la gente", dice casi como un mantra, el mismo que le empujó hace quince años a la reinvención y a crear su propia marca.
Un modelo que afianza las virtudes y la ética de la moda sostenible, a la que la Semana de la Moda de Miami, que aspira a amplificar de la mano de su presidente honorífico, el actor y director Antonio Banderas.
Con información parcial de EFE.
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