La muerte del cantante mexicano José José ha dejado, del sábado 28 de septiembre al 30 de septiembre, una derrama en términos de ROI (Return of Investment), de 4 millones de pesos por minuto tanto en medios impresos, radio, televisión, internet, blogs y redes sociales, de acuerdo con las cifras publicadas por Medios Publicitarios Mexicanos. Lo anterior representa 17,280,000,000.00 de pesos generados en tan solo tres días de transmisiones y especulaciones. A diferencia de la cobertura mediática de las muertes de otras personalidades como Juan Gabriel y Camilo Sesto, esta enorme suma de dinero la genera principalmente la desinformación y la especulación, los dos grandes retos que se deben enfrentar durante una crisis.
La gran pregunta que surgió desde la tarde del sábado 28 de septiembre, es ¿dónde está el cuerpo del “Príncipe de la canción”? Hasta ahora, de acuerdo con un resumen del periodista Tenoch López, “hay cuatro versiones de medios y parientes sobre el cuerpo de José José”: 1. Varios medios de EU difunden la versión de Sarita Sosa de que el cuerpo está en la funeraria bajo otro nombre, ya embalsado, esperando el papeleo del acta de defunción de las autoridades del condado de Miami Dade, que puede tardar hasta cinco días. Sara Sosa no ha aclarado en dónde está. 2. Que Sarita Sosa tiene escondido el cuerpo y nadie sabe dónde. 3. Según el hijo José Joel, que el cantante pudo haber sido “asesinado” en los últimos seis meses y que apenas se fingió una muerte por enfermedad y que por eso no hay cuerpo 4. Según la hija Marysol, hermana de José Joel, el cantante podría estar vivo, pero oculto para obligarlo a ceder los derechos de sus canciones.
Todo un caos y desorden informativo, un verdadero coctail de mal manejo mediático, periodistas desacreditados, llamadas a abogados, psicólogos y hasta adivinos consultados. A pesar de los desvelos, sacrificios, esfuerzos y derrama de recursos por parte de los reporteros y cadenas de televisión para descubrir desde Miami la verdad de dónde está el cuerpo de José José, ningún medio ha sido capaz de confirmar o desmentir la ubicación exacta del cadáver del cantante.
Incluso, dos grandes periodistas de espectáculos se apoderan del ring mediático y de las redes gracias a estas especulaciones: la boricua María Celeste Arrarás y la mexicana Patty Chapoy, un enfrentamiento de dos titanes nunca antes visto en el periodismo de espectáculos.
En Telemundo, Sarita Sosa, la hija menor de José José, le insiste a María Celeste Arrarás que no quiere ser el spotlight o centro de atención, cuando ha ocurrido todo lo contrario. Su lenguaje y comunicación no verbal denotan tranquilidad y mensajes clave bien definidos, pero sus bien estudiados argumentos generan una reacción contraria a lo que quiere ostentar: antipatía, perversión y hasta síntomas de sociopatía.
Ante la falta de un mediador, los medios han traspasado la zona de confort de los voceros de esta historia: José Joel, Marysol, Sarita y Sara Sosa, la esposa del “Príncipe de la Canción”. Aunado a la falta de información de estos voceros, el cansancio, así como el deseo y la presión de informar por parte de los reporteros, son factores que han desviado la atención de los medios hacia otras fuentes, y han logrado alinear al público contra Sarita Sosa, creando escenarios irreales.
Ante la desconfianza, los cambios de discursos, los rumores, los silencios y la especulación, este momento mediático será recordado como un caso de estudio de lo que no deben hacer los publirrelacionistas, los medios y los voceros: contar historias laterales o especular cuando son el centro de atención.
*Consultor en relaciones públicas y asesor de imagen
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