El pasado lunes 30 de septiembre, Bryan Alexis Osorio Vizcarra de 7 años de edad, estaba haciendo la tarea en su domicilio, ubicado en la colonia Los Encinos, en Casas Grandes Chihuahua, cuando su padre lo dejó al cuidado de una tía para ir a la papelería. Cuando regresó, su hijo ya no estaba.
“Yo lo dejé haciendo la tarea, en compañía de una tía. Fuimos a la papelería. Nos tardamos como una hora. Llegué y no vi a nadie. Luego llegó la tía y me dijo que se había quedado haciendo la tarea. Me preocupé porque estaba lloviendo y mi hijo no estaba adentro”, dijo el padre de la víctima a un medio local.
De inmediato se activó la alerta Amber, en cuya ficha de búsqueda se señaló que Bryan salió de su domicilio con “rumbo desconocido”.
Horas más tarde, el cuerpo de Bryan fue encontrado en un bote de basura en el domicilio de un vecino, quien probablemente lo habría ahorcado con una cinta de zapatos. Un joven de 15 años fue detenido como el sospechoso del asesinato.
El asesinato de Bryan Alexis causó una gran indignación, por lo que vecinos y familiares salieron a las calles a marchar, exigiendo justicia para el pequeño de 7 años de edad.
Los niños en México viven mayor riesgo de una muerte violenta que en países en guerra como Palestina o Siria
México no es un sitio seguro para la infancia. Diariamente, las niñas, niños y adolescentes son víctimas de asesinatos, balas perdidas y secuestros. El riesgo de que un infante sea asesinado en México es mucho mayor que en países donde existe un conflicto armado, como Palestina o Siria.
Save the Children, una organización no gubernamental internacional que tiene como finalidad trabajar por los derechos de la niñez, reveló que en territorio mexicano cada día mueren cuatro menores a causa de la violencia.
María Josefina Menéndez, directora ejecutiva de Save the Children México, estimó que por lo menos 30,000 menores han sido secuestrados y amenazados para trabajar activamente en las bandas del crimen organizado. Refirió que al colaborar con los grupos criminales, los niños son obligados a ser observadores de ejecuciones brutales y una serie de actos delictivos marcados por la violencia, la sangre y la muerte.
“Son sometidos a un estrés tóxico, que afectará su desarrollo psicosocial y dañará su salud física y emocional” y destacó las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las cuales indican que 8,195 personas -entre cero y 19 años- fueron secuestradas o desaparecidas durante el periodo comprendido entre 2007 y 2018.
Agregó que desde hace al menos 12 años, los niños, niñas y adolescentes también ven decapitados, cadáveres y balaceras en sus escuelas; sufren la muerte de amigos, compañeros o familiares, sucesos que lesionan gravemente sus condiciones de desarrollo y generan crisis emocionales, enojo, odio y deseos de venganza. “La violencia genera violencia”, aclaró.
La violencia y sus riesgos no sólo están en las calles
María Josefina Menéndez advierte que las escuelas y los hogares no siempre son un refugio para los infantes. El 60 % de los niños mexicanos son criados violentamente, reciben golpes, humillaciones e insultos; el 64 % de los que tienen cinco años o menos han sufrido algún tipo de abuso sexual; 63 %, de cero a seis años, están siendo educados de manera violenta, donde el castigo físico y las humillaciones forman parte del proceso formativo; y sólo en 2017, más de 12,300 niños y adolescentes denunciaron lesiones graves por maltrato.
La violencia de género también es un flagelo en México. Durante 2017, más de 10,000 niñas de entre 10 y 14 años tuvieron un hijo, como consecuencia de un abuso sexual. Entre 2015 y septiembre de 2018, 225 mujeres -menores de 18 años- fueron asesinadas de manera violenta. El dato sólo corresponde a los crímenes clasificados como feminicidios, porque en ese periodo se documentaron 800 homicidios más de mujeres menores de edad, considerados como asesinatos dolosos.