“No son radicales, no son anarquistas, son una variante del conservadurismo”. Así fue como el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó a los sujetos que la víspera vandalizaron comercios durante la marcha en conmemoración de los cinco años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
“Eso no tiene nada qué ver. Siempre hay provocadores, el gobierno de la ciudad tiene que ver quién fue”, dijo el mandatario en su conferencia matutina del viernes.
Durante la tarde del jueves 26 de septiembre aproximadamente una centena de personas encapuchadas que iban en la retaguardia del contingente encabezado por los padres de los jóvenes de las Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, rompieron cristales de cafeterías, el edificio del Banco de México e intentaron provocar un incendio en una librería.
López Obrador defendió la estrategia del gobierno de la Ciudad de México de no utilizar la fuerza pública para detener los desmanes.
“Otra variante del conservadurismo es que gritan que hay que usar la mano dura, porque así es esto. Yo lo que considero es que debe hacerse valer la ley, pero sin usar la fuerza, porque, por eso son provocadores, imagínense, si en 50 que nos tienen aquí hablando del tema logran su propósito, pero si se reprime, se les hace como se dice coloquialmente ‘el caldo gordo’”, agregó.
“Lo tiene que ver la ciudad, se tiene que actuar con prudencia para no caer en las provocaciones”, insistió.
AMLO tuvo un mensaje directo para los protagonistas de las agresiones, señalados por voces de la sociedad civil de ser “reventadores” pagados.
“Les digo que se portan mal, muy mal, que no tienen el respaldo de los ciudadanos, que no son de izquierda, son conservadores. Perjudican al movimiento legítimo, justo, de los familiares que quieren encontrar a los estudiantes desaparecidos, porque ni participan en la marcha, van en paralelo destruyendo. Los padres de familia están hablando de no a la violencia, manchas movimientos justos que tienen toda la justificación y no son anarquistas”.
La marcha partió del monumento al Ángel de la Independencia en Av. Reforma en la Ciudad de México al Zócalo capitalino. El reclamo de los padres y las víctimas es el mismo desde hace cinco años: justicia y la localización de los jóvenes.
“Para nosotros la responsabilidad es del Estado, es un crimen de Estado y este no tiene término. Vamos a llegar hasta donde se encuentren los responsables”, dijo Felipe de la Cruz, padre y vocero de todos ellos, durante un mitin en el antimonumento a los 43 que se ubican entre las avenidas Reforma y Bucareli.
La madre de uno de los estudiantes desaparecidos, Carmen Cruz, dijo que la administración del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) “no quiso investigar para encontrar a los estudiantes y hemos llegado hasta este momento”.
Añadió que el nuevo Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha mostrado mejor disposición aunque “hasta ahora solo han sido palabras porque no ha caminado el caso, pero seguiremos en este camino de sufrimiento”.
Por su parte, César Mario González, otro de los padres de los 43, dijo durante el mitin realizado en la plancha del Zócalo capitalino que este “es el momento de ser un poco más duro con aquellas dependencias que no quieren dar información. No nada más con el discurso y las buenas palabras vamos a llegar a la verdad”.
Al igual que él, María Elena Guerrero, madre de otro de los normalistas desaparecidos dijo abiertamente que “el Ejército jugó un papel importante. Hay videos de las cámaras de seguridad en donde patrullas y uniformados se llevaron a nuestros hijos”.