Edgar Veytia, el ex Fiscal del estado de Nayarit, ubicado en el oeste de México, fue sentenciado este jueves a 20 años de prisión por una Corte federal en Brooklyn, Nueva York, además de cinco años de libertad supervisada, después de haberse declarado culpable en enero de participar en una conspiración internacional para producir y distribuir narcóticos, incluidos heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana.
Veytia, que cuenta con la ciudadanía estadounidense además de la mexicana, fue arrestado en marzo de 2017, por su presunta participación en delitos relacionados con el narcotráfico, incluido el trasiego de drogas a Estados Unidos desde México, presuntamente desde 2013. En el momento de su detención, el funcionario de entonces 46 años era el Fiscal general de su estado.
La condena fue dictada por la jueza de distrito Carol Bagley Amon, quien también requisó un millón de dólares en relación con una de las acusaciones de transporte de narcóticos. En el caso participaron autoridades de la División Criminal del Departamento de Justicia estadounidense, así como de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), el FBI (Buró Federal de Investigaciones) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de aquel país.
En la sentencia, las autoridades estadounidenses habían investigado una organización criminal que traficaba drogas, conocida como el Cártel H-2, relacionado con los Beltrán Leyva y que había sido encabezado previamente por Juan Francisco Patrón Sánchez, conocido como “H-2”, y cuyo centro de operaciones eran los estados mexicanos de Nayarit y Sinaloa.
El Cártel H-2 tenía numerosos centros de distribución en Estados Unidos, incluidas ciudades como Los Angeles, Las Vegas, y los estados de Ohio, Minnesota, Carolina del Norte y Nueva York. El gobierno de las barras y las estrellas estima que, durante el tiempo de la conspiración donde se encontraba inmiscuido Veyitia, la organización distribuía mensualmente unos 500 kilogramos de heroína, 100 de cocaína, 200 de metanfetamina y 3,000 de marihuana, obteniendo a cambio millones de dólares en operaciones ilegales.
El Cártel también estaba relacionado con el uso y posesión de armas de fuego, violencia e incluso tortura, así como docenas de homicidios. Entre enero de 2013 y febrero de 2017, Veytia conspiró para que el grupo distribuyera miles de kilogramos de las drogas antes mencionadas desde México hasta el país vecino del norte, y ayudó a la distribución de dichos narcóticos en Nueva York, incluido el distrito oriental de la ciudad, donde fue condenado.
“Veytia usó su posición como un funcionario de alto nivel en su región para asistir e incitar a organizaciones criminales en México. El ex Fiscal recibía sobornos cada mes para permitir las actividades del Cártel H-2 en su estado. También dirigió a otras autoridades mexicanas que supervisaba para que asistieran al grupo, además de liberar a miembros y socios que se encontraban tras las rejas. Veytia ordenó a diversos agentes bajo su control a enfocarse en traficantes rivales a través de arrestos y escuchas telefónicas, para asistir en actos de violencia y asesinatos”, señaló el Departamento de Justicia estadounidense en un comunicado.
En julio pasado, el distrito oriental de Nueva York también consiguió una sentencia contra un narcotraficante, en este caso uno de los más buscados, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La mañana del miércoles 17 de julio, el juez Brian Cogan sentenció a cadena perpetua más 30 años a Guzmán Loera, por lo que el narcotraficante mexicano de 62 años de edad cumple su condena en la temida prisión de ADX Florence, conocida como la “Alcatraz de las Montañas Rocosas” o “Súper Max” y considerada la cárcel más segura de Estados Unidos, ya que está diseñada a prueba de fugas.
Fue en la sala 8D de la de la Corte Federal de Brooklyn donde el sinaloense escuchó las palabras más terribles de su vida: ser condenado a vivir hasta el último de sus días en una prisión. Lejos de su familia y la sierra de Sinaloa, México, donde construyó un imperio criminal sin parangón.