Un retroceso en las actividades industriales y el sector servicios, provocó que la economía mexicana sufriera la mayor contracción desde noviembre de 2009.
El Indicador Global de la Actividad Económica (un aproximado al PIB mensual) bajó 0.1% en julio de este año y respecto al mes de junio cuando había registrado un alza mensual de 0.2%.
De acuerdo con registros actuales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), este fue el mayor retroceso del IGAE en casi 10 años (desde 2009).
Las actividades industriales sufrieron una merma de 0.4%, después de lograr un repunte mensual de 1.1%.
Por su parte, las actividades agropecuarias también registraron un repunte mensual de 3.5%, tras un retroceso de 1.8%
Luego de la revelación de las cifras se reavivan los temores de la economía en México, ya que podría presentarse una recesión.
La actividad económica marcó una caída de 0.3% durante el séptimo mes y frente a julio de 2018.
Los cambios económicos podrían generar incertidumbre y no hay posibilidad de que se cancelen obras de construcción.
En tanto, la industria manufacturera subió 1.15% en julio, lo que proyectó una mejoría respecto al resultado de ambos meses.
El sector servicios mostró un debilitamiento y reportó un avance de 0.25%, el menor en 4 meses.
Y hablando de economía, Hacienda descartó ayer que México vaya a crecer 4% al cierre del sexenio.
Según el especialista y líder de la dependencia, Arturo Herrera, se prevé que la economía de México crecerá alrededor de 2.6% y no de 4% como prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El pronóstico de que México pudiera crecer 4% es deseable, según analistas; sin embargo, vale más que Hacienda se base más ahora en dichos pronósticos aterrizados de los datos disponibles y se mantenga firme con base a esa evidencia, dijo la directora de Análisis Económico de Casa de Bolsa Finamex, Jessica Roldán.
Gabriela Soni, jefa de la oficina de inversiones de UBS Asesores México, comentó para el diario Expansión que utilizar “supuestos más realistas o conservadores es positivo porque son supuestos más reales que el 4%”.
Especialistas estimaron que del 2021-2025 el PIB de México registrará un alza anual de entre 2.3% y 2.7%.
Soni explicó que el PIB y el nivel de recaudación van de la mano, ya que eso permite estimar cuánto espera recaudar el Gobierno y con ese estimado se proyecta el gasto.
“Para que Hacienda le atine a sus expectativas es necesario que el Estado brinde certeza y claridad en las reglas del juego”, agregó.
Roldán agregó que “lo principal es darle mayor certeza para que los agentes productivos de la economía puedan planear y tomar decisiones y acercarse a generar inversiones productivas”.
Añadió que la inversión privada en el sector energético será un elemento que pueda impulsar a la economía nacional e incluso podría apoyar que sí se creciera a 4%. “Qué se necesita para ese 4%, pues abrir la puerta de inversión privada en el sector energético. Nos ayudaría a un crecimiento mayor al 2%.
Para Hacienda, la promesa de crecimiento económico de 4% y podría tener un escenario alternativo que incorpore los efectos de política pública del Gobierno de México para el resto de la administración.