Hoy es el cumpleaños de Santiago. Celebraría 9 años de vida pero hace dos años falleció bajo los escombros del colegio Enrique Rébsamen. Sus padres, Fernando Flores y Verónica Mora, organizaron una fiesta para no olvidar la fecha. "Es un honor haber sido la mamá de Santi y no puedo dejar de festejar su cumpleaños", platica su mamá.
Santi, como lo llaman de cariño sus papás, es uno de los niños que quedaron atrapados en las escaleras de uno de los edificios del colegio Rébsamen que se cayeron el martes 19 de septiembre de 2017. Ese día un temblor de magnitud 7.1 sacudió el centro y parte del sur de México. Bastaron unos segundos del movimiento telúrico para que dos edificios de la escuela comenzaran a desplomarse. Murieron 26 personas, 19 niños y siete adultos.
A unas calles de donde se encuentran los escombros del colegio Rébasamen, los padres cuentan una vez más la historia de Santi, el mayor de sus dos hijos. El matrimonio esta conformado por dos docentes de educación básica al que le sobrevive un hijo de 7 años.
"Cuando fue el sismo yo trabajaba muy cerca del colegio Rébsamen, en una secundaria", su hijo menor Leo iba en una guardería de gobierno, conocidos en México como Cendi, que se encuentra a menos de 10 minutos en auto del Rébsamen cuenta Verónica en entrevista para Infobae México.
"Al terminar de desalojar a mis alumnos, fui a recogerlo porque sabía que Santi estaba con su papá y estaba bien en el colegio. Cuando pasé por el Tecnológico de Monterrey y vi que estaba derrumbado sentí un vacío. Prendí el radio y escuché que un grupo de segundo año estaba sepultado, se me destrozó el alma".
Aunque Verónica y Leo intentaron llegar hasta el lugar del desastre, no lo lograron porque la circulación de los autos estaba completamente detenida. "Nuestra vida nunca va a volver a ser igual. Nunca. Siempre he dicho que mis hijos son mi vida y la mitad se me fue ese 19 de septiembre. Por la otra mitad que me queda tengo que luchar" cuenta con un nudo en la garganta.
Los damnificados de 2017 han centrado su lucha en la reconstrucción de sus viviendas, pero en el caso de las personas que perdieron familiares la reparación del daño se centra en hacer justicia por la vía legal y en trabajar para rehacer su vida con un integrante menos.
"Los que tenemos otro hijo estamos viviendo día a día esa reconstrucción. No podemos tirarnos esperando a que algo pase, vivimos un día a la vez y por nuestros hijos tratamos de seguir. Ha sido mucho más difícil para los padres que perdieron hijos únicos, lo he visto con compañeros".
Actualmente, hay tres grupos de familiares de las víctimas del Rébsamen, el más grande está conformado por 17 familias y los representa la Fundación Barra Mexicana de Abogados. Otro está representado por un diferente bufete de abogados y otras tres ya llegaron a un acuerdo con la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
Fernando y Verónica forman parte del grupo de 17 familias, donde también están el hijo de una maestra fallecida, la hija de la trabajadora de intendencia, María Reina Dávila, y la mamá de la maestra Claudia Ramírez.
Su batalla por conseguir justicia está centrada en dos frentes, por una parte tienen un lucha penal contra la dueña del colegio, Mónica García Villegas y los Directores Responsables de Obra (DRO), en este caso falta la aprehensión de una persona más, García Villegas está en prisión preventiva desde mayo pasado.
Aparte tienen una demanda civil colectiva donde las 17 familias piden que sean sancionadas las autoridades encargadas de verificar el estado de las estructuras y quienes retiraron los sellos de clausura en todas las ocasiones que el colegio Rébsamen fue inhabilitado por irregularidades en su construcción. De conseguir ganar esta batalla, los familiares de las víctimas del Rébsamen sentarían un precedente para que una tragedia parecida no se repita.
Trayecto que tuvo que recorrer Verónica Mora para llegar hasta el colegio Rébsamen desde el Cendi 2, donde estaba su hijo menor
Dentro de la demanda civil buscan que revisen la estructura de todas las escuelas públicas y privadas de la Ciudad de México y los maestros reciban una capacitación en protección civil. De acuerdo con Fernando y Verónica, esta medida es urgente en las escuelas donde se paga colegiatura porque son las menos supervisadas al construirse.
"Los maestros no somos expertos. Desde el temblor de 1985, los maestros no han recibido esa capacitación, pero tendríamos que saber cómo actuar y apoyar a los alumnos" dice Verónica en entrevista para Infobae México.
Para Fernando, la Ciudad de México lleva 34 años sin políticas públicas que se encarguen de coordinar la seguridad en la capital. Lamenta que se deje pasar el tiempo.
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Los padres son conscientes que la capital del país está asentada sobre una zona sísmica, pero eso no justifica la pérdida de vidas humanas en una situación como la del Rébsamen. Para ellos "sí hay culpables, son funcionarios públicos y particulares. Dos de ellos están buscando la manera de defenderse y quien va determinar su responsabilidad es un juez".
Las autoridades a las que se refieren trabajaban en la entonces delegación Tlalpan, algunos de ellos ya fueron sancionados pero hay otros que tuvieron puestos importantes y todavía no han pagado por las consecuencias de sus actos, dice Verónica Mora. Unos incluso ya ocupan otro cargo en la administración de Sheinbaum.
Cómo es reconstruir una familia
Verónica ha notado en Leo actitud tristeza y rebeldía. "No es el niño de siempre". Santi y Leo eran muy unidos, cuenta, las personas solían preguntar si eran gemelos porque la diferencia de edad era de apenas 1.5 años y eran muy parecidos. Frecuentemente pregunta por su hermano. Incluso le ha reclamado a sus papás por llevar a Santi al colegio que cayó en el temblor y les pregunta por qué lo inscribieron ahí.
Fernando Flores era maestro de secundaria en el Rébsamen, por ese motivo inscribieron al mayor de sus hijos en esa escuela y tenían planeado hacer lo mismo con su hijo menor, pero Leo quiso seguir en el Cendi y los padres respetaron la decisión de su pequeño.
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"Sin Fer no sé cómo habría aguantado esta situación", dice Verónica al ser cuestionada si pensó que su esposo también había muerto en el lugar. "Fer vivió cosas muy difíciles con los chicos de secundaria, él vio a una chica por última vez cuando se desplomó el edificio y eso lo tiene marcado. Le doy gracias a Dios que Fer estuviera conmigo porque sino hubiera sido una doble tragedia".
Fernando tuvo un proceso de duelo diferente al de su esposa, pero considera que "después de la tragedia nos desconfiguramos como sujetos". La manera en que expresaban su dolor no era igual y eso los hizo tener conflictos, "el grado de sensibilidad es diferente en mi esposa que en mí. Yo me alejo y me disperso", cuenta con un tono de voz aparentemente relajado .
Cuando habla de los aspectos que han sido difíciles en estos dos años, platica lo duro que es pensar la vida para tres y no de cuatro como antes. "La ausencia no ha sido fácil asimilarla", explica.
En los días posteriores al sismo, la historia de Santiago cobró relevancia en redes sociales por una carta que sus papás escribieron y llegó hasta el jugador de fútbol Cristiano Ronaldo, ídolo del pequeño.
"Escribimos la carta a Cristiano Ronaldo porque dos días después del sismo era el cumpleaños de Santi" y su impacto en redes sociales llegó hasta el jugador portugués. Días después alguien que dijo tener contacto con el representante del futbolista buscó a Fernando para decirles que les iban a mandar la playera del ídolo de Santiago autografiada y los invitaron a un partido en el Santiago Bernabéu.
Esta oportunidad se dio un mes después del sismo. "Estuvimos en el palco de honor con grandes personajes del fútbol. Tratamos de pasar esa estancia lo mejor posible. Teníamos sentimientos encontrados. Santi nos llevó y estoy segura que él lo disfrutó. Tratamos de disfrutarlo, pero no paramos de llorar en todo el viaje", recuerda Verónica.
Fernando platica que los del Real Madrid fueron muy cordiales con ellos. "Estamos muy agradecidos de que nos hayan invitado porque lo tomamos como un homenaje para nuestro hijo. Pero también fue frustrante como padre. Nosotros queríamos llevarlo y al final fue al revés, él nos llevó a nosotros".
La fecha en que viajaron fue reciente al 19 de septiembre y la familia estaba en el proceso de duelo, lo que hizo la experiencia agridulce. "Eso sigue siendo muy doloroso. Fue difícil porque sí lo queríamos hacer, pero no lo queríamos vivir".
La búsqueda de justicia
La tragedia del colegio Rébsamen es un claro ejemplo de la corrupción que hay en México, porque la directora pagaba para que las autoridades quitaran los sellos de clausura que en reiteradas ocasiones pusieron por la irregularidad en la construcción de la escuela.
El primer temblor ocurrido en septiembre de 2017, el del día 7, la escuela se dañó. Verónica cuenta que la directora pagó una mínima cantidad para que le dieran un papel que le permitía reabrir el colegio. Desde ese sismo ya estaba débil la construcción, les dijo el ingeniero que hizo el peritaje. "Si los DRO hubieran hecho su trabajo correctamente, ya no habría vuelto abrir el colegio y nuestros hijos aún estarían aquí".
Los padres explican la situación de la siguiente manera, las autoridades vieron en la debilidad de la construcción una posibilidad de hacer negocio y se olvidaron que era un centro educativo donde estaban en riesgo la vida de niños y trabajadores.
Cuando los familiares de las víctimas del colegio Rébsamen decidieron emprender una lucha por justicia se encontraron con que necesitaban capacitarse en distintos temas, no solo en materia legal, también en protección civil para reunir argumentos para las demandas. En todo este proceso, aún inconcluso, han contado con la asesoría de la barra de abogados en el terreno legislativo, penal y civil, quienes trabajan por pro bono.
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El grupo nombró a familiares directos de las víctimas como representantes de las 17 familias. Rogelio Rul, Ana Velázquez y Adán Blanquet llevan la mayor carga porque van a todas las diligencias. Tomó un par de meses que decidieran actuar y se organizaran. Alrededor de 20 días después del temblor comenzaron a juntarse para decidir juntos qué iban a hacer. Luego buscaron una representación legal.
Hubo un acercamiento con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para tratar de llegar a acuerdos, ellos les dijeron que dentro de las leyes secundarias de la Reforma Educativa iban a incluir un punto sobre la revisión de escuelas e iban a llamar a los familiares de las víctimas del Rébsamen para discutir el tema. Pero se rompió la comunicación y ya no los convocaron a ninguna otra reunión. Desde entonces sienten que el gobierno federal se apartaron de ellos.
Con la jefa de Gobierno también tuvieron algunos acercamientos, pero desde julio no se han reunido con ella. La barra de abogados que los representan trataron de acercarse a las autoridades locales, pero tampoco tuvieron éxito. "Estamos en espera de que nos vuelvan a contactar".