La Reforma Educativa del presidente Enrique Peña Nieto quedó muerta.
Las presiones y cabildeos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes además de reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador, llevaban días realizando bloqueos y plantones afuera de la Cámara de Diputados, surgieron efecto.
Ayer Morena, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) de la Comisión de Educación en San Lázaro, aprobaron en comisiones las Leyes Secundarias de la Reforma Educativa, cuyos tres decretos se votarán este jueves en el pleno.
Las leyes secundarias son las que continúan a las reformas constitucionales propuestas por el Ejecutivo Federal, son por decirlo en palabras coloquiales, las letras chiquitas de los contratos. Es decir, las que de verdad rigen una ley.
Los decretos sobre la expedición de la Ley General de Educación, Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, así como la Ley Reglamentaria del Artículo Tercero de la Constitución en materia de Mejora Continua de la Educación, fueron rechazados por las fracciones del PAN, Movimiento Ciudadano, PRD y PRI.
Los integrantes del PRI abandonaron la sesión, pero antes de irse, la legisladora priista Cynthia López advirtió
"Aunque ustedes se burlen y (presuman) de que tienen los votos, vamos a dar la batalla en el pleno. Aquí lo dejo en su comisión ilegítima, ilegal, a modo, porque sé que no se va a permitir modificar nada. Quédense con su comisión".
El bloque opositor emitió un posicionamiento conjunto en el que alertaron que lo aprobado en la comisión, termina con el derecho a una educación de excelencia.
"Las propuestas contenidas en los proyectos de dictamen merman el derecho a una educación de excelencia, pues prácticamente dejan sin efecto los esquemas de evaluación para la mejora continua que permitirían la profesionalización permanente de los docentes". Además, el control de las plazas regresa a manos del sindicato.
Aunque aún falta que sea aprobado hoy por el pleno de la Cámara (lo cual ocurrirá con los votos de Morena, PT y PES) con ello, la batalla la ganan el Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) quienes volverán a tener el control para decidir quién se queda con una plaza.
El objetivo principal: el control de las plazas y anular la evaluación docente
Desde que la administración de Enrique Peña Nieto anunció la implementación de la Reforma Educativa para mejorar la enseñanza educativa en el año 2013 (bajo el Pacto por México), se planteó que a partir de ese momento, todo aquel que quisiera una plaza docente de la Secretaría de Educación Pública, tendría que concursar por ella.
De esta manera el gobierno mexicano recuperaba la rectoría en el sistema educativo nacional y se aseguraba que quien estuviera al frente de un grupo, tuviera el conocimiento y la calidad necesarios para educar a los niños mexicanos, ya que muchos de los maestros no eran normalistas o profesionistas en algún área del conocimiento.
Es que durante décadas, el poderoso Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE) decidía quién tenía una plaza como maestro. La añeja práctica era conocida como "venta" o "herencia" de plazas, ya que quien ya contaba con una, podía decidir si la vendía (en miles de pesos) o la heredaba a algún familiar directo.
La Reforma Educativa terminaba con ese privilegio, por lo que las protestas y presiones no se hicieron esperar. Las manifestaciones, principalmente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, (fracción opositora al sindicato) afectaron a casi todos los estados, incluyendo a la Ciudad de México.
Aunque la Reforma también cambiaba los planes de estudio en el sistema de educación básica mexicano, la batalla del Sindicato y de la Coordinadora era por el control de las plazas y la eliminación de la evaluación docente, pelea que duró años, lo mismo que las manifestaciones.
AMLO y su promesa de derogar "la mal llamada Reforma Educativa"
Desde antes de que fuera candidato a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador criticó la reforma del gobierno peñanietista, asegurando que se trataba de una reforma laboral para afectar a los maestros y al sindicato y no para mejorar la calidad en la enseñanza de la educación.
Una vez que obtuvo la candidatura presidencia, una de sus promesas de campaña fue derogar, lo que denominó como "la mal llamada Reforma Educativa". Tras ganar la presidencia, López Obrador reiteró su compromiso.
Luego de días de manifestaciones y un bloqueo a la Cámara de Diputados que duró 72 horas por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, retrasó el debate de las leyes secundarias en San Lázaro.
El presidente Andrés Manuel López Obrador les advirtió que si no había acuerdos buscaría cancelar tanto su propuesta como la del pasado gobierno, integrantes de la CNTE demandaron negociar directamente con él, exigencia que les fue cumplida.
Tras la reunión, el propio mandatario confirmó que regresan las plazas automáticas a los estudiantes de las escuelas normales del país, aunque aclaró que este cambio no se debió a presiones de la Coordinadora, sino que él mismo hizo el planteamiento. "Yo no me dejo presionar por nadie", aseguró.
¿Qué fue aprobado mediante las Leyes Secundarias?
Además de terminar con la evaluación docente (tendrán sólo un carácter diagnóstico, no obligatorio y sin consecuencias), dentro de las Leyes Secundarias se le concede al Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE) y a la Coordinadora (CNTE), la "participación privilegiada" en los procesos de contratación (plazas); desaparece la prohibición expresa a las "comisiones sindicales" con goce de sueldo, da "preferencia" a egresados de las escuelas normales públicas y de las unidades de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) en los procesos de selección para la admisión, entre otras "conquistas", entre otras "conquistas".
La oposición en la Cámara de Diputados, integrada por el PRI, PAN , PRD Y Movimiento Ciudadano, alertaron que en estas leyes también se determinarán "los procedimientos mediante los cuales participarán las autoridades educativas de las entidades federativas y las representaciones sindicales, en coordinación con la Secretaría, en las etapas de los procesos de selección y en la distribución de plazas", lo que "cancela la rectoría del Estado en la educación".
Otro punto es que el "personal docente en servicio de educación básica y media superior que a la entrada en vigor de esta ley ostente una plaza sin titular derivados de los procesos de ingreso previstos en la Ley General del Servicio Profesional Docente, se le expedirá el nombramiento definitivo en dicha plaza".
De esta manera, las exigencias principales del sindicato magisterial quedaron cubiertas, por lo que volverán a tener el control laboral dentri del sistema educativo mexicano.
La Nueva Escuela Mexicana, el proyecto de Andrés Manuel López Obrador
Esta es la propuesta de López Obrador con la que se reemplaza a la Reforma Educativa.
De acuerdo con el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, es la manera en que se formará a los nuevos mexicanos y buenos ciudadanos.
Busca lograr una educación integral, plurilingüe e intercultural, equitativa, inclusiva, democrática y de excelencia, lo cual quedó plasmado en la reforma al Artículo 3 de la Constitución, promulgada el pasado 15 de mayo.
Para ello, se ofrecerá una educación "humanista, integral y para la vida", que considere el aprendizaje de una cultura de paz, activación física, deporte escolar, arte, música y, fundamentalmente, el civismo y la inclusión.
De acuerdo con el ex subsecretario de educación básica, Gilberto Guevara, se prevé aumentar las escuelas de tiempo completo; dotar a las escuelas con servicios de cocina, comedor y alimentación en las zonas más pobres; y asegurar que tengan infraestructura digna, con luz, agua potable, baños limpios, y conexión a internet.
Formalmente, la Nueva Escuela Mexicana se implementará en el ciclo escolar 2021-2022.