El sismo incluso provocó un tsunami de 6 kilómetros (Video: SSN)
México está en constante riesgo de vivir un sismo de gran magnitud, como los sucedidos en 1985 y 2017, movimientos que provocaron varias desgracias en su haber. Y a pesar de ser los más recordados, no han sido los de mayor magnitud en suelo azteca.
Esta mañana se realizó un macrosimulacro, donde se simuló un sismo hipotético de magnitud 8.6, que asemeja a la intensidad del terremoto más fuerte registrado en México .
El movimiento ocurrió el 28 de marzo de 1787 con epicentro en Oaxaca y tuvo una magnitud de 8.6. Lo cual no solamente logró que la tierra vibrara de forma increíble, sino que incluso provocó un tsunami de 6 kilómetros tierra adentro, considerado el más fuerte de la historia.
A través de un video, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) explicó que ese día, a las 11:00 horas, tuvo lugar un sismo llamado de San Sixto, en recuerdo al santo católico celebrado ese día. El movimiento telúrico se percibió en varias regiones del país y según el reporte duró aproximadamente 7 minutos.
Con una magnitud de 8.6 en las costas de Guerrero y Oaxaca, hasta el momento se desconocen el número de víctimas que dejó el terremoto.
La dependencia indicó que además de la destrucción de cientos de casas, el templo de la Tercera Orden de San Francisco colapsó, además de la Casa de Armas y el convento de Santo Domingo, entre otros.
El tsunami que se provocó, pegó en las costas de Guerrero y Oaxaca, las olas alcanzaron más de 20 metros y se adentró más de ocho kilómetros tierra adentro.
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Tras el sismo, los oaxaqueños comenzaron a ocupar las plazas y lugares despoblados en los alrededores de la ciudad. Según el SNN, la rapiña se apoderó de Oaxaca, por lo que el corregidor ordenó pena capital para los saqueadores.
"Casi de inmediato comenzaron las réplicas, alguna de elevada magnitud motivando a los pobladores a retirar los tejados de sus viviendas y a la autoridad a prohibir el tránsito de los carruajes por las calles", por lo que se muestra en el video.
Según el relato del corregidor de Oaxaca, Joseph Mariano Llano, los pobladores fueron sorprendidos por el terremoto. En las casas reales, también en las prisiones locales que amenazaban con colapsar, por lo que se tuvo que sacar a 220 reos y que fueron agrupados en la plaza, siendo amenazados con pena de muerte si intentaban fugarse.
De acuerdo con los testimonios de la época, los habitantes se negaban a abandonar las casas dañadas, por lo que fue necesario emplear a soldados para evacuarlos, incluso amenazando a los pobladores con meterlos presos.
Luego del sismo, un huracán azotó las playas de Oaxaca, que en ese momento vivían una situación precaria, pasaron a ocupar las calles de ciudad, que se llenó de damnificados.
Mientras que en Ciudad de México, también se sintieron los estragos del terremoto, donde se sintió por seis minutos y en total tembló cinco veces.
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En días posteriores hubo réplicas de una magnitud cerca del 7, sin embargo, en los siguientes 141 años no se registraron terremotos de la misma magnitud en la zona, hasta 1928, cuando ocurrió una serie de fuertes sismos en Oaxaca.
Según un estudio realizado por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) realizado en 2009, sobre el sismo del 28 de marzo de 1787 sugiere que grandes terremotos con magnitudes de 8.6 o mayores podrían ocurrir en los próximos años teniendo como epicentro las costas de México y Centroamérica, por estar ubicados en la Brecha de Guerrero que acumula una gran cantidad de energía.