En los últimos días circula un video donde un grupo de estudiantes de secundaria, supuestamente en Querétaro, se filmaron mientras inhalan un polvo que podría ser cocaína.
Las imágenes inician con una de las adolescentes preguntando si alguien quiere, mientras que en el primer plano se observan las líneas de droga sobre la pantalla de un celular, una de ellas reta a probar "una línea".
Con una credencial, las alumnas cortan el polvo y después usan billetes de 20 pesos para aspirarlo por la nariz. En el video, sólo una de las chicas inhala, las otras, al parecer ya la habían ingerido.
También, se escucha como una de ellas se da cuenta de que están grabando y le grita a su compañera: "No lo vayas a subir a tu pu.. perro estado, 'nomás' lo rolas, más no lo subas".
Sin embargo, el video llegó a redes sociales y a medios locales. Las imágenes llegaron hasta el gobernador de la entidad. Francisco Domínguez Servién, quien al respecto dijo en una entrevista publicada en Excélsior que:
"Como autoridad y como estado, por la prevención de las adicciones, vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos, pero necesitamos la ayuda de los papás. Lo primero está en casa, aquí pido un llamado respetuoso a las familias, a los papás, que nos ayuden a escuchar a sus hijos, a que vean su comportamiento, porque ahí está la primera educación".
De acuerdo con la organización Healthy Children, en el caso específico de los menores, la cocaína causa una fuerte adicción acompañada de largos lapsos de depresión y episodios de convulsiones y hasta derrames cerebrales.
Además, interfiere el desarrollo de niño, ya que su corazón dejará de funcionar correctamente y también el sistema nervioso se verá comprometido.
Algunas de las señales que los padres de familia pueden notar en un consumidor de esta droga son los trastornos de sueño; falta de apetito en el menor; pérdida de amigos; problemas en la escuela; irritabilidad; depresión y agresividad.
Datos de la Secretaría de Salud indican que la cocaína es la tercer droga más consumida en México y que 7 de cada 10 personas que la probaron lo hicieron más de una vez.
Revelaron imágenes de cómo la cocaína "come" el cerebro del consumidor
Las imágenes del cerebro obtenidas a través de un reciente estudio de resonancia magnética de un consumidor habitual de cocaína revelan el daño que la droga puede causar con el tiempo.
El paciente no identificado fue diagnosticado con una condición rara llamada leucoencefalopatía tóxica inducida por cocaína después de abusar regularmente durante años.
Los estudios fueron efectuados en el hospital de Msida, de Malta. Según los profesionales que atendieron al paciente, se trata de un hombre de 45 años que estaba confundido y se comportaba de manera extraña, antes de que los médicos se dieran cuenta de que padecía leucoencefalopatía tóxica inducida por cocaína.
El doctor Ylenia Abdilla, que trató al hombre no identificado, explicó: "Es un trastorno raro que puede causar una discapacidad significativa. Este estudio de caso está destinado a aumentar la conciencia de esta condición".
Y agregó: "El pronóstico generalmente es malo y puede ser rápidamente mortal; sin embargo, algunos casos raros se recuperan por completo, como se ve en este informe de caso".
Según precisa el diario británico The Sun, Abdilla y sus colegas del Hospital Mater Dei en Malta, trataron al hombre tres días después de haber tomado cocaína por última vez. Durante su ingreso notaron que sus pupilas estaban dilatadas y "enérgicamente reactivas a la luz", y que el paciente "no cooperaba, no podía realizar tareas simples y no seguía las órdenes".
Abdilla envió a su paciente para una resonancia magnética en su cerebro, que reveló daños en la sustancia blanca en el cerebro.
El consumo de cocaína puede causar problemas de salud mental como ansiedad y paranoia, mientras que los médicos han relacionado el aumento de la cocaína barata y potente con un aumento en las tasas de suicidio.
Según las últimas investigaciones médicas a nivel mundial, la cocaína altera las funciones cerebrales y modifica la estructura del propio órgano. Estas 'modificaciones' provocan, por ejemplo, que el cerebro de los consumidores no detecte las consecuencias adversas de su propio comportamiento.
Aparte de las anomalías, también detectaron que en la materia gris se refuerza el circuito de recompensa mientras que baja el tamaño de la materia blanca fuera del área de recompensa. Esto significa que aparecerían reforzadas las estructuras que tratan la gratificación en detrimento de las áreas que controlan procesos cognitivos como son la regulación de la propia conducta y la atención.