La madre y el padrastro de la niña que fue conocida como "Calcetitas Rojas", fueron sentenciados cada uno a 88 años de cárcel por el feminicidio de la menor, ocurrido en Nezahualcóyotl, Estado de México en 2017.
La tarde de este miércoles, el juez del Poder Judicial mexiquense, César Menchaca, consideró que no hubo duda de que Yadira Medina Pichardo (de 32 años) y Pablo Rodríguez Escamilla (de 31 años) privaron de la vida a Lupita, quien sufría del síndrome del niño maltratado y había sido violada por este sujeto, en conformidad por la propia madre de la menor.
"Esto no nos la devolverá pero por lo menos llegó la justicia, me duele porque mi hermana no supo defender a su hija. La niña me duele mucho, y agradecer a las autoridades que lograron hacer justicia, es una buena sentencia para mí. Él se la merece, ella también, por no decir nada. No acudió con nosotros a pedir apoyo. La niña por fin podrá descansar en paz, ahora ya tiene justicia", dijo Marina Medina, tía de Lupita.
La madre de Lupita (a quien se le comenzó a llamara así porque nunca fue registrada) padecía problemas de drogadicción y tenía antecedentes por robo, mientras Pablo Rodríguez presumía en su redes sociales armas de fuego, también fue acusado de violar además a otra de las hijas mayores de Yadira, un adolescente de 14 años.
Además de los años en prisión, la pareja deberá cubrir el pago de una multa por 449,115 pesos, más el pago de reparación del daños a los tres hermanos de Lupita, por un total de 165,323 pesos.
Yadira fue la primera en ser trasladada a la sala de audiencia, y ante la mirada de sus familiares prefirió pararse de su silla y ponerse de espaldas.
Cuando llegó Pablo, no se miraron, tampoco se voltearon a ver durante la audiencia.
Lupita, de aproximadamente cuatro años de edad, fue golpeada hasta morir por su padrastro y su madre supuestamente por orinarse en la cama. Ambos envolvieron el cuerpo en cobijas y lo sacaron de su vivienda en la colonia Agua Azul, para abandonarlo en un basurero del Bordo de Xochiaca.
La mañana del 18 de marzo del 2017 el cuerpo de la niña fue localizado, presentaba fractura de cráneo y huellas de violación.
Durante casi nueve meses el cuerpo permaneció como desconocido.
Le decían "Calcetitas Rojas", porque las llevaba puestas cuando la encontraron, hasta que su triste historia fue dada a conocer gracias al activismo de Frida Guerrera y colectivos contra feminicidios.
En su sentencia el juez dijo que la niña nunca tuvo un nombre, por lo que ordenó al Registro Civil hacer una registro extemporáneo y ponerle en nombre de Guadalupe Medina Pichardo, pues es un Derecho de los niños y niñas.
"Después de nueve meses es que damos con la identidad de la niña, Lupita ya no 'Calcetitas Rojas', es Lupe, hay una relación de daño para sus hermanitos, la niña va a tener su nombre legal va hacer registrada como un tributo porque ella lo merecía", dijo en un video en sus redes la activista Frida Guerrera.
También solicitó al DIF mexiquense dar los apoyos para que los tres hermanos de Lupita terminen sus estudios universitarios o técnicos.
La defensa de los sentenciados dijo que apelará.
"Se cometió un gran crimen, de eso no hay duda. La forma en la que mataron a Lupita no tiene ningún rastro de humanidad, sin embargo, las investigaciones se basaron en confesiones que se basaron en tortura, apelaríamos, incluso recurriríamos al amparo", explicó Jesús Mogolla, abogado de sentenciados.
Al salir de la audiencia los familiares de Lupita se abrazaron y no pudieron contener las lágrimas.