Geney Beltrán y el narco en la literatura: "Si uno aborda la violencia con un simple afán de ventas, está colaborando con ella"

El autor señala que la explotación del narcotráfico se ha plasmado más en series, películas y literatura

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(Foto: Hugo Lago/ Infobae)
(Foto: Hugo Lago/ Infobae)

La visibilidad que se le da al narcotráfico en la literatura no es la adecuada, pues según el escritor Geney Beltrán, solo abordan fenómenos de violencia para generar un amarillismo, sin pensar en quienes lo han padecido.

La explotación de imágenes generada por la violencia se ha dado más seguido. Las series, el cine y la literatura muestra que el trato a los temas referentes al narcotráfico creó una nueva sección que le interesa al público, de tal forma que la normalidad se ha confundido con la ficción.

Geney Beltrán, autor del libro Adiós Tomasa, habló en exclusiva con Infobae en donde reconoció la contradicción que se identifica en la literatura al hablar del narcotráfico, en la cual pide a los escritores que sean francos al abordar la temática del fenómeno de la violencia.

"Hay una libertad artística elemental, cualquier escritor puede hablar de lo que quiera, pero si hay un escritor que crece en Tijuana, Culiacán o Durango que conforme vaya creciendo, ve un mundo donde la violencia es una forma muy natural de todos los días, creo que sí resulta inevitable plantearse al abordarlo a la ficción", respondió.

El tema del narcotráfico en libros o series solo es con un afán de ventas (Foto: MeGustaLeer.com)
El tema del narcotráfico en libros o series solo es con un afán de ventas (Foto: MeGustaLeer.com)

A su vez, Geney reconoce la tardanza de abordarlo a la literatura e incluso dice que "si uno aborda la violencia con amarillismo, con un simple afán de ventas o con morbo estás colaborando con la producción de la violencia, porque en realidad no hay un cuestionamiento".

De acuerdo con esta idea, el autor no se niega a crear una ficción con una representación de la violencia, pero pide que al mismo tiempo cuestione el significado de ese mundo, sin incidir en el mundo real.

"A mí me preocuparía que la violencia se vuelva solo el trampolín para obtener altas ventas o para asumir una postura que puede no ser auténtica de escritor comprometido, eso me parecería pues una forma de rebajar o de traicionar la historia de las víctimas que sí sufren la violencia", confesó.

Recordando los moldes que se han llevado al cine, siendo películas taquilleras, o Best Sellers, no se le da un cuestionamiento al lector de lo que lee o un abordaje distinto. Dice Geney que "como artista estamos quedando a deber, porque hay un compromiso mítico social en abordar el compromiso estético literario y humano".

AdiÓS, Tomasa. es un libro editado por Alfaguara (FOTO: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO)
AdiÓS, Tomasa. es un libro editado por Alfaguara (FOTO: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO)

Es así como Adiós Tomasa, de la editorial Alfaguara (Penguin Randon House) muestra los tratos sociales, en el lenguaje, entre hombres y mujeres. Lo tradicional en una familia, de los años ochenta, en la Sierra Madre Occidental, en Durango, y las relaciones afectivas.

El caso de Tomasa es un caso de lo que se vive en México, siendo el punto de partida, en esta novela, que genera impotencia e indignación, pero dice el autor que "el reto era crear personajes que tuvieran una vida sensible, una vida profunda, que se pudiera manifestar al lector".

"A veces ocurre que cuando se cuentan historias del entorno rural o historias de la violencia, como la que asociamos con el narcotráfico o con la industria del secuestro, se cumple en primer término como una cuota de denuncia que puede convertir en una galería de buenos y malos, de víctimas y verdugos, de una forma un poco esquemática", señaló.

Visualiza a su vez la relación de Flavio, personaje principal, con Tomasa, al igual que las relaciones conflictivas que hay con los padres y mostrar "de que manera el machismo se manifiesta".

Los narcotraficantes no solo deben de mostrar su lado violento, también son humanos y deben de mostrar su lado moral (Foto: Especial)
Los narcotraficantes no solo deben de mostrar su lado violento, también son humanos y deben de mostrar su lado moral (Foto: Especial)

Y a pesar de que el autor, a la edad de 9 años si vivió de cerca ese rapto, porque en realidad Tomasa en realidad si existió, recuerda Geney que realmente "fue muy doloroso porque había un lazo afectivo muy sincero, profundo, aunque no había un lazo familiar".

"No es una novela de ´no ficción´, tiene bastante de imaginación porque había muchas cosas que no conozco, pero el punto de partida fue una historia real", se sinceró Geney con Infobae.

La naturalización del narco en la literatura

Geney sabe que hay más historias brutales en el país y entiende que la gente tenga la sensación de que no hay manera de hacer nada (Foto: Hugo Lago/ Infobae)
Geney sabe que hay más historias brutales en el país y entiende que la gente tenga la sensación de que no hay manera de hacer nada (Foto: Hugo Lago/ Infobae)

Geney recordó que en la Ciudad de México y en varias partes del país, día tras día existen historias brutales donde la gente tiene la sensación "de que no hay manera de hacer nada, que se trata solamente de sobrevivir uno mismo y sobrevivir con su familia y que el mundo arda".

Ahí entra la literatura y el arte.

Con respecto a su experiencia, Geney recordó esa normalización de los años ochenta, con el narcotráfico, y no solo eso también la violencia a las mujeres, al racismo o a la homofobia, que decía "era completamente natural".

"No había manera de cambiarlo y una novela que se exija confrontar la realidad puede despertar al lector de ese letargo, puede presentarle un mundo que lo obligue a asumir una postura consciente, en primer término, frente a esas historias".

El libro se sitúa en la Sierra Madre Occidental de Durango (Foto: Wikipedia)
El libro se sitúa en la Sierra Madre Occidental de Durango (Foto: Wikipedia)

No solo la historia de Tomasa sigue ocurriendo hoy mismo, sino que el arte "también ayuda a esa sensibilización, si se muestra una película de narcos, de una manera esquemática o amarillista, esto colabora en que la sociedad piense que ya no hay nada que hacer y que este país no tiene remedio", advirtió.

Por eso Geney busca que se cree literatura que trastoque la conciencia del lector, porque si una novela lo deja con la misma insensibilidad que tenía antes de empezar "pues es una novela fracasada".

"Lo que ocurre con la temática del narcotráfico, es que una representación más justa del narcotráfico exige mostrar todo aquello que no es el narcotráfico, en la vida de las personas, que están involucradas en ese mundo", recordando la parte humana de las personas y cuestionando las acciones de las personas.

"No es porque sean personas malas hasta la raíz, es porque hay un entorno familiar donde el mundo de los afectos estuvo roto", dijo Geney.

Las series que hablan del narcotráfico siempre representan otros estados de México, menos Durango (Foto: Especial)
Las series que hablan del narcotráfico siempre representan otros estados de México, menos Durango (Foto: Especial)

Si uno quisiera representa el narcotráfico, en México, muchos lo llegarían a colocar en otros estados, menos en Durango, siendo esta geografía poco visitada por la literatura en donde la siembra de la droga fue impulsora de la economía.

El rapto de personas, el ejercito que sabe quien siembra la droga y la inexistente justicia son instituciones corruptas que Geney reconoce que, si hay un mundo sin ley, entonces "la decisión de muchas familias es huir, irse de la ciudad".

Por esa razón, Geney considera que las series deberían "plantearse el reto de crear personajes con conflictos morales profundos".

"Si hay la manera de representar de un modo más complejo lo que es la evolución de un personaje a partir de un acto de violencia que le ocurra o que cometa es posible entonces que el lector o el espectador esté más involucrado porque si no es solo pirotecnia, es solo "rápidos y furiosos" es solo las películas de Mario Almada".

Fomento a la lectura: un reto para la Secretaría de Educación

Geney piensa que se debe de trabajar más en darle importancia a la literatura, como otras asignaturas (Foto: Hugo Lago/ Infobae)
Geney piensa que se debe de trabajar más en darle importancia a la literatura, como otras asignaturas (Foto: Hugo Lago/ Infobae)

Sobre el fomento a la lectura y la estrategia que desarrolla el nuevo gobierno para este sexenio, Geney prefiere esperar un poco más para poder evaluar los resultados, siendo que el principal problema que hay en la sociedad mexicana es que no le dan un valor al libro.

"Es más fácil gastar en cervezas, en cigarros, en videojuegos o en teléfonos celulares que gastar en libros y, por otro lado, es el sistema educativo el que puede incidir verdaderamente en la formación de lectores de las nuevas generaciones".

El autor deja en claro que la sociedad no considera la literatura importante para el futuro de los jóvenes, como otras asignaturas, pues las épocas ya no dan para que los niños se aíslen con un libro, sino para que sigan con sus videojuegos siendo esto un lazo de amistad.

Aunque una de las cosas que no se ha invertido y de la cual Geney considera que deben de hacerlo es en la creación de públicos, ciertamente "porque eso compete al sistema educativo", lamentando que la sociedad mexicana no descubra a los autores mexicanos como Rulfo, Villaurrutia, Garro, Paz, entre otros.

"Son escritores de primera línea y mucha gente se los pierde eso parece lamentable".

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