La economía mexicana tiene un oscuro panorama. A escasos días de que el presidente Andrés Manuel López Obrador presente su primer informe de gobierno, ha vuelto a caer la perspectiva de crecimiento económico y se agudizó la incertidumbre política como un factor negativo para el desarrollo del país.
El miércoles, el Banco de México (Banxico) ajustó su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a 0.2-0.7% desde 0.8-1.8 por ciento. Este es el quinto recorte consecutivo que la entidad financiera realiza en el año sobre el pronóstico de crecimiento para el país.
"La revisión para 2019 se deriva del hecho de que, de acuerdo con la información publicada por el INEGI, el crecimiento del PIB en el segundo trimestre fue menor a lo previsto, lo que indica una debilidad más profunda de los componentes de la demanda interna a lo estimado con anterioridad, así como de ajustes a la baja en el crecimiento esperado a lo largo del horizonte de pronóstico para la producción industrial en Estados Unidos y en la plataforma de producción petrolera", señaló la institución en su informe.
Alejandro Díaz de León, gobernador del banco central, dijo que la reducción de los diversos indicadores económicos se dio como resultado de una mayor debilidad en los componentes internos de la demanda agregada y la desconfianza originada desde la administración pública.
El Banco Central también revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para 2020, de un rango de 1.7-2.7%, a 1.5 – 2.5 por ciento. Así como la tasa de empleo, que se fijó entre 450,000 y 550,000 puestos de trabajo, es decir, 2,000 menos que el estimado anterior.
Las políticas de AMLO generan incertidumbre
Banxico también señaló que se prevén déficits en la balanza comercial y en la cuenta corriente de México de 7.8 y 15.2 USD millones, respectivamente, que equivalen al 0.6 y 1.2% del Producto Interno Bruto.
Tras la publicación del informe, el director del banco apuntó que la administración de Andrés Manuel López Obrador está frenando a los inversionistas en el país.
"En cuanto a los riesgos internos, la mayoría destacó la persistencia del ambiente de incertidumbre que ha impactado a la inversión privada, derivado de decisiones de políticas públicas de la nueva administración y de preocupaciones por la inseguridad y corrupción", según las minutas de la decisión del 15 de agosto de recortar la tasa de interés clave. También mencionaron preocupaciones respecto a la inseguridad y la corrupción.
Un debilitamiento económico generalizado
De manera paralela, este jueves la calificadora Moody's volvió a recortar la expectativa de crecimiento para el cierre del año, del 1.2% al 0.5 por ciento. Según informó, la perspectiva del sistema bancario mexicano es negativa en línea con el debilitamiento de las expectativas económicas del país.
Lo negativo de esta perspectiva obedece a "la expectativa de que un menor crecimiento del PIB que incremente la morosidad y desacelere el crecimiento del negocio de los bancos, y genere restricciones fiscales que limitarán la capacidad del gobierno de dar apoyo a los bancos", apuntó Moody's.
El debilitamiento económico ocasionará un incremento en la morosidad y reducirá el volumen de crecimiento de los bancos, y dado este entorno, la rentabilidad se verá disminuida por los mayores costos del crédito, apuntó la calificadora.
El analista de Moody's, Felipe Carvallo, opinó que el financiamiento quirografario (un tipo de préstamo sin garantía), y de consumo, a pequeñas y medianas empresas, serán los que mayor desaceleración económica sufrirán.
Aunque el capital se mantendrá estable, las ganancias serán limitadas por la menor rentabilidad, el pago de dividendos extraordinarios y las emisiones equivalentes de capital básico adicional o complementario. Moody's indicó que la dependencia de finaciamiento del mercado continuará siendo limitada, pero la fortaleza de la rentabilidad bajará a consecuencia de menores márgenes y mayores costos crediticios.
Por otra parte, la calificadora espera que los márgenes se mantengan entre los más altos de la región, registrando 6.1 % a junio de 2019, y que la disposición del gobierno para apoyarlos "continuará siendo alta, con base en sus antecedentes de apoyo para los bancos".
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Una semana antes de esta reducción por parte de Banxico y Moody's, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el PIB del país tuvo un crecimiento nulo en el segundo trimestre del 2019 en comparación con el trimestre anterior.
A inicios de mes, Moody's ya había advertido que la "falta de coherencia" en las políticas del gobierno mexicano entorpece la llegada de inversión privada para este año y el que viene.
Los "otros datos" de AMLO
Mientras la economía nacional parece seguir en picada, el presidente sostiene que el tiene un concepto diferente, pues le interesa más "la economía popular" y que la gente pueda satisfacer sus necesidades.
"Nosotros estamos bien y de buenas. No les gusta eso a los tecnócratas que yo me exprese de esta manera, pero me interesa mucho la economía popular. Lo que más me importa es que la gente tenga para satisfacer sus necesidades básicas", explicó.
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Dijo además que el dato de crecimiento económico a él "no le dice mucho", pues "puede ser que una empresa o un grupo de empresas o de bancos tengan muchas ganancias, pero que ese dinero no beneficia a la gente (…) Entonces eso es lo que miden, el crecimiento en el dinero que se va a acumulando. A mí me importa que el crecimiento vaya acompañado de bienestar, que se distribuya el ingreso".