Cuatro casos que muestran la desesperación de los mexicanos por la falta de justicia en feminicidios

Los casos de feminicidio en México no cesan. Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) advierten  que cada dos horas y media, en promedio, una mujer es asesinada en el país. La cifra es tan alta que México ha sido catalogado como uno de los lugares más letales para las mujeres. El reporte más reciente señala que en junio fueron asesinadas 79 mujeres.

Por lo menos 49 mujeres son abusadas sexualmente cada día en el territorio nacional; tan sólo en el primer semestre de este año el número de carpetas de investigación alcanzó 8.464 casos.

Día a día esta tragedia se repite, con el agravante de que el crimen queda, en la mayoría de los casos, impune. Esto ha provocado que la sociedad, en su desesperación, busque hacer justicia por mano propia. Recompensas, linchamientos y búsquedas nacionales… son algunas de las acciones emprendidas por los familiares de las víctimas.

Uno de los casos mas recientes es el de Silvia Jazmín Apuche, una joven de 25 años que fue asesinada e incinerada en un basurero de la ciudad de Minatitlán, Veracruz.

Tras su asesinato, en redes sociales empezó a circular una publicación presuntamente hecha por familiares de la víctima, ofreciendo 400,000 pesos al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Golfo y Los Zetas, por descuartizar al asesino de Jazmín.

"Familiares, amigos, conocidos de la familia y allegados de mi prima, si lo han visto o si saben donde se esconde pasen la información. Ayúdenos a encontrarlo, él está huyendo. Sabe lo que le pasó a mi prima y se esconde", dice un mensaje publicado por Renata Alpuche en Facebook.

En el mensaje se señala a Aldo Castelán García, ex novio de la joven, como el presunto feminicida. La Fiscalía General del estado emprendió su búsqueda, al ser el principal sospechoso. Sin embargo, hasta el momento se desconoce su paradero.

Madre ejecutada por los asesinos de su hija

Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez encontró la muerte a manos de un comando que la fue a buscar a su casa. El motivo fue que la mujer dedicó los últimos años de su vida a encontrar a su hija, Karen Alejandra Salinas Rodríguez, quien fue secuestrada en 2012 por un grupo delincuencial.

Ante la falta de una labor eficiente por parte de las autoridades, Miriam fundó la Comunidad Ciudadana en Búsqueda de Desaparecidos en San Fernando, que junto con otros padres de familia se dedicó a la búsqueda de docenas de personas de las que se desconocía su paradero.

Gracias a sus tareas de búsqueda, dos años después encontró el cuerpo de su hija en una fosa clandestina en Tamaulipas y entregó a las autoridades la información necesaria para la captura de al menos nueve de los asesinos.

A partir de entonces empezó a recibir amenazas, pero lejos de experimentar miedo, se volvió una mujer más activa en la búsqueda y denuncia de desaparecidos. Fue asesinada el 10 de mayo de 2015. En ese trágico día, Miriam regresaba a su casa cuando un grupo de hombres armados la interceptó y le disparó en reiteradas ocasiones. Días antes, uno de los presos acusado por el asesinato de su hija se había fugado de prisión.

Un pueblo que linchó a presunto feminicida 

En 2018 un grupo de pobladores en Chilchotla, Puebla, linchó a un hombre tras acusarlo de haber asesinado a su esposa. El cuerpo de la mujer fue encontrado en un terreno baldío, presentaba una herida hecho con arma blanca.

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El crimen desató el enojo de la muchedumbre, que detuvo a la pareja de la víctima y lo golpeó brutalmente con el objetivo de que confesara el crimen. Luego le rociaron gasolina y le prendieron fuego. Al lugar acudieron autoridades locales, sin embargo, al encontrarse con una multitud enardecida, armada con palos y machetes, desistieron en su intento por liberarlo.

"Lamento los acontecimientos violentos en Chilchotla. Repruebo el feminicidio y el linchamiento, la justicia por propia mano es inadmisible", escribió en Twitter la entonces gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso.

Un padre que viste con la foto de su hija 

José Luis Castillo Carreón, padre de Esmeralda Castillo Rincón, quien desapareció en 2009. Su caso salió a la luz después de 10 años gracias a su aparición en la marcha feminista ocurrida la semana pasada en Ciudad Juaréz, Chihuahua.

El hombre se viralizó en redes sociales al ser captado mientras lanzaba diamantina rosa mientras pedía que no se olvidaran de su hija. Luis siempre viste una lona rosa con la imagen de su hija, con la esperanza de que un día, alguien reconozca su rostro y le ayude a encontrarla.

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Hace un año, se plantó frente al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, durante los "Foros Escucha en Ciudad Juárez", para pedirle ayuda a fin de encontrar a su hija. Sin embargo, sigue sin tener noticias de ella.

José Luis y su esposa Martha Alicia Rincón Márquez venden hamburguesas afuera de su domicilio para poder sobrevivir. El dinero que recaudan lo usan para continuar la búsqueda de Esmeralda, quien desapareció un 19 de mayo mientras se dirigía a la escuela. Tenía 14 años de edad.