"Ninguna institución está aquí para apoyarnos. Nos cierran todas las puertas. Por eso las tiramos". Así fue como Jeanine (Twitter @Jachtaj) explicó algunas de las decisiones que tomaron los colectivos feministas el viernes pasado, día de la marcha multitudinaria en contra de la violencia contra las mujeres en la Ciudad de México.
Infobae México habló con una de las integrantes del movimiento que se reunió tras las protestas con la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum. La joven consideró que a pesar de todo, se logró una victoria.
Después de la marcha del 16 de agosto en la Ciudad de México en la que mujeres se unieron para protestar en contra de la violencia de género, y en búsqueda del cumplimiento de los derechos humanos para este sector de la población, los medios de comunicación y redes sociales se llenaron de comentarios referentes a la manifestación.
"Vándalas", "manifestación violenta", "feminazis", son algunos de los peyorativos utilizados. Pero también hubo personas que mostraron empatía con el movimiento y se unieron al llamado de "Nos están matando" y "No me cuidan, me violan".
Aunque parte de la cobertura noticiosa en México se centró en las pintas y algunos actos violentos aislados, las mujeres que se organizaron para las manifestaciones de las últimas semanas dicen haber cumplido su objetivo: la visibilización.
"Las marchas siempre han sido pacíficas, con pancartas, caminando de un lugar a otro, gritando consignas. Nunca habíamos pasado la línea. Ahora se nos dice que estas no son formas, que siempre hay modos distintos. Pero los modos distintos ya los gastamos", dijo Jeanine en entrevista telefónica.
En el pasado los colectivos feministas protestaron bailando, pero en internet se burlaron de este tipo de reclamo. También realizaron pliegos petitorios que fueron ignorados. Incluso, hasta se llegaron a organizar para ellas para buscar a mujeres desaparecidas, contó Jeanine.
Agotamos todas las vías y esta fue la última que tuvimos
"Agotamos todas las vías y esta fue la última que tuvimos. Una vía enojada, eso es verdad. Pero no violenta. La violencia solamente existe contra las personas y no hay una sola persona herida por parte de mujeres. Aunque por supuesto hubo infiltrados", explicó.
El pasado viernes durante la manifestación fue grafiteado el Ángel de la Independencia, ubicado en Paseo de la Reforma, e incendiada la estación de Metrobus de la Glorieta de Insurgentes. Al día siguiente las instalaciones del transporte pública amanecieron como nuevas y comenzó la restauración del movimiento. Pero la noticia sobre lo ocurrido continúo siendo tema de conversación a nivel nacional.
El objetivo tal cual era que nos vieran
"El objetivo tal cual era que nos vieran. Nunca pusimos un grafiti o nunca prendimos algo o nunca rompimos algo pensando en que no se iba a ver. Al contrario, cada cosa que rompíamos y cada cosa que rayábamos y cada cosa que se quemó, todo lo que ocurrió fue legítimamente con la intención de que lo voltearan a ver".
Pero los ojos no sólo se pusieron sobre el movimiento. También los oídos comenzaron a escuchar. Después de la manifestación, José Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, convocó a la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y a feministas cercanas a él para que se reunieran. Ellas a su vez contactaron a otras mujeres parte del movimiento y así lograron que 40 estuvieran en una reunión con el gobierno capitalino. Jeanine estuvo presente y espera que el espacio pueda ser abierto a más mujeres.
En esa reunión pudieron plantear peticiones referentes a la narrativa manejada por las instituciones sobre las manifestaciones de días pasados, así como solicitar el dejar de criminalizar a las mujeres víctimas de violencia de género.
Jeanine explicó a Infobae México que el primer punto tratado fue que la jefa de gobierno pidiera una disculpa para contrarrestar el discurso que desligitimaba el movimiento. También solicitaron que haya médicos legistas y abogadas mujeres en los procesos jurídicos, y que ellas cuenten además con capacitación feminista y en perspectiva de género.
Igualmente pidieron que a los policías también se les instruya y haya barreras para que no realicen crímenes como los documentados en meses pasados. Uno de los puntos acordados fue que no se abriría carpeta de investigación contra ninguna manifestante, contrario a lo que había declarado Sheinbaum en un principio.
"También pedimos que las instituciones reciban capacitación feminista porque desde sus discursos se ve que no la tienen. Empezando por el presidente. Cómo habló hoy de que éramos unas vándalas. Entonces todo desde la punta de la pirámide permea hacia abajo, entonces si el presidente legitima que todos somos vándalos, entonces lo somos para toda la sociedad", comentó la también comunicóloga.
En cuanto a la disposición de la jefa de gobierno, Jeanine dijo que fue buena. Cuenta que escuchó atenta y dio a entender que se pondría en acción con las solicitudes de las mujeres. Sin embargo, aunque éste fue un paso hacia adelante después de la manifestación del 16 de agosto, considera que aún no es momento de cantar victoria. Falta tiempo para saber si en realidad se practicarán las peticiones realizadas.
"Una vez que nos dieron el micrófono vamos a insistir, no lo vamos a soltar", dice Jeanine. Su siguiente paso es organizarse dentro de los colectivos feministas en México, para después extender las peticiones a otras entidades de la República Mexicana. Uno de sus objetivos es el Estado de México, uno de los lugares en el que se cometen más feminicidios en el país.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no fue ajeno a las manifestaciones y en su conferencia matutina del lunes garantizó el derecho a la manifestación, además de que respaldó el desempeño de Sheinbaum.
Aunque trató de suavizar su tono, AMLO pidió a los colectivos evitar actos violentos durante las manifestaciones.
"No somos represores, no somos iguales – a gobiernos pasados -", apuntó el mandatario.
Del viernes que se dieron las manifestaciones, a la fecha, se registraron al menos tres feminicidios en el país. La situación apremia, es urgente y las organizaciones de defensa de derechos de las mujeres lo saben.
Después de la jornada compleja del viernes, el tema está de una o de otra forma en boca de todos: la violencia debe parar.