Kathia abordó un vehículo el 4 de agosto en la madrugada a través de la aplicación móvil Didi, pues creyó que era la manera en la manera más segura en la que podría transportarse a su casa.
Todo parecía normal. Las placas del auto y el rostro del chófer coincidían con los registrados en la plataforma, el sujeto se portó de manera amable a su llegada y hasta le hizo la plática a la joven en el trayecto a su destino.
Pero algo ocurrió: Kathia se dio cuenta de que, mientras el conductor hablaba con ella y manejaba, también se masturbaba. Ella se quedó pasmada cuando lo notó. Quiso decir algo y salir huyendo, pero temió que el hombre la agrediera. En cuanto pudo, salió del auto y pidió ayuda.
Realizó la denuncia de lo ocurrido en redes sociales y agradeció que su caso no se transformara en uno de las decenas que se han registrado este año en el que jóvenes han desaparecido después de abordar un medio de transporte similar.
Como su caso hay muchos otros más que, en los mejores de los casos, han sido denunciados después de las víctimas cuando pudieron quedar en libertad de los criminales. En los medios de comunicación e internet han quedado registrados los atentados que preocupan a las mujeres mexicanas.
Los casos de mujeres atacadas en el transporte que han provocado temor y furia en la sociedad mexicana
Los casos en los que mujeres son agredidas abusadas, sexualmente, robadas, secuestradas o asesinadas en medios de transporte como taxi o vehículos manejados a través de aplicaciones móviles, van en aumento.
El año pasado sólo por delitos cometidos por choferes de la aplicación de Uber hubieron más de 400 denuncias. Se registraron 11 investigaciones por abuso de confianza, 80 por robo, 23 por violación, 23 por daños, 11 por lesiones, siete por fraude, cuatro por homicidios, tres por acoso sexual y 191 por delitos no especificados, reportó El Universal con solicitudes de información hechas a fiscalías de todo el país.
En los últimos dos meses del 2019 se han registrado en medios de comunicación un puñado de casos de crímenes cometidos en estos medios de transporte en todo el territorio mexicano.
Brenda, de visita en la Ciudad de México
A Brenda también le ocurrió. El 16 de agosto llegó a la Central del Norte en la Ciudad de México desde su ciudad natal, Léon Guanajuato, y pidió un servicio de Uber para trasladarse a Polanco. Ella, enterada del riesgo que implica viajar sola, tomó todas las medidas de seguridad que pudo.
Pero su precaución no impidió que el conductor tomara una ruta distinta. Se dirigió a Ecatepec por una camino de calles solitarias, le apuntó con un arma de fuego en la cabeza y le pidió sus pertenencias. Ella se las entregó mientras le suplicaba que no le hiciera daño. Es madre de un niño pequeño y lo único que deseaba en esos momentos era poder verlo crecer. Afortunadamente logró saltar del auto y escapar.
La empresa Uber publicó en sus redes sociales que ya habían cesado al conductor. Sin embargo, como en el resto de problemas con sus trabajadores, no indicó si harían otro tipo de acciones para detener los crímenes.
Monserrat se fracturó el cráneo cuando escapó de su agresor, un chofer de taxi
El lunes 22 de julio, Iran Monserrat abordó un taxi por la mañana para ir a su trabajo en la Torre Murano, pero no llegó.
De inmediato su familia y conocidos comenzaron su búsqueda. Horas más tarde fue identificada en un hospital en el sur de la Ciudad de México. Narró que la habían llevado hacia calles solitarias para asaltarla. Ella temió por su vida y se lanzó del vehículo, pero al caer se golpeó en el pavimento y se fracturó el cráneo.
Caso en la alcaldía Álvaro Obregón
El 8 de julio una joven de 20 años abordó un Uber en la Ciudad de México, alcaldía Álvaro Obregón. El chofer hizo caso omiso a la ruta establecida por la mujer y se dirigió a un destino desconocido.
Cuando ella le reclamó, el sujeto aceleró y cuando estaba en calles solas la amenazó con arma de fuego y le pidió su teléfono para que ella no pudiera pedir ayuda. Ella lo hizo y en el momento en el que él lo tomaba, se lanzó del vehículo. El sujeto se dio a la fuga.
María también saltó de un vehículo en movimiento para salvar su vida
María subió a un Uber la noche del 3 de agosto para viajar de Acoxpa a Coyoacán. Pero el chófer cambió la ruta y subió a un segundo hombre a su automóvil. Ella envió su ubicación a conocidos, pero los sujetos le quitaron el teléfono y la amenazaron con una navaja.
La agredieron sexualmente y golpearon. Intentaron desvestirla, pero su miedo y coraje le dieron la fuerza necesaria para patearlos y defenderse. Quitó los seguros de la puerta y se lanzó del auto. Un vehículo que transitaba en el lugar se percató de lo sucedido y llamó al 911. María logró escapar. Su caso está documentado en la carpeta de investigación FXH/XO-2/UI-1S/D/2071/08-2019.
Desapariciones y asesinatos
Pero no todas las mujeres que fueron víctimas de ataques en taxis o transporte por aplicación pudieron sobrevivir para contar lo sucedido.
Brenda Cruz, una mujer de 21 años desapareció el domingo 14 de julio, después de abordar un taxi en Amanalco, Estado de México. Salió de casa de sus padres y se dirigió a la de ella, pero nunca llegó. La última señal de vida que dio fue alrededor de las dos de la tarde.
Al darse cuenta de que la joven no se comunicaba con nadie, de inmediato sus allegados comenzaron su búsqueda. Días después fue hallado su cuerpo en un paraje en Almoloya de Juárez en la misma entidad. La familia y conocidos de la joven atribuyen su asesinato a la manera lenta en la que reaccionaron las autoridades cuando les informaron de su rapto. Fueron los seres queridos de Brenda quienes iniciaron su búsqueda y dieron con sus restos.
También le arrancaron la vida a Daniela una joven de 18 años que desapareció el 20 de mayo en la alcaldía Tlalpan en la CDMX. Ella se dio cuenta de que intentaban raptarla y lo informó a uno de sus amigos, pero él no hizo nada. Semanas después fueron encontrados sus restos en un lugar cercano al último en el que avisó que estaba.
Estos casos no son aislados. La agresión a las mujeres que viajan solas ha llegado a niveles no pensados. En la capital del país se han identificado en los últimos meses a por lo menos cuatro violadores seriales que operan en taxis. Según datos de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia, por lo menos 21 víctimas han denunciado a los cuatro sujetos.
De ellos dos ya fueron detenidos, pero el resto continúan prófugos y se desconoce si aún operan en los vehículos en donde han atacado a las mujeres.
En México por lo menos nueve mujeres son asesinadas al día, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); alrededor del 70% de las mujeres ha vivido alguna agresión sexual, y una de cada cuatro niñas sufre una violación e México antes de cumplir la mayoría de edad. Por cada mil casos de abuso denunciados, sólo uno llega a condena, según el Instituto Nacional de Geografía e Historia.