El ex sacerdote Mauricio Víquez fue detenido el domingo en el estado de Nuevo León en atención a una orden de captura internacional girada en su contra por el presunto abuso de al menos un menor de edad en Costa Rica.
Víquez fue expulsado el año pasado de la Iglesia Católica, desde entonces se desconocía su paradero. En su contra hay otras nueve acusaciones.
La semana pasado, dos de sus presuntas víctimas, Michael Rodríguez, de 38 años, y Anthony Venegas, de 33, señalaron que fueron abusados sexualmente al menos durante tres años de su adolescencia por el sacerdote y pidieron ayuda para encontrarlo en México.
Víquez ingresó a tierra azteca en enero, tras huir de Costa Rica al haber sido expulsado de la Iglesia tras acumular al menos nueve acusaciones canónicas y una denuncia penal por abuso sexual a menores.
La única denuncia interpuesta ante las autoridades judiciales es la que podría llevarlo a prisión, pero como el acusador cumplirá 28 años en septiembre y con ello prescribirá el delito, era determinante su captura.
La ley costarricense vigente establece que los delitos de abuso contra menores prescriben 10 años después de que cumplan la mayoría de edad.
El director de la policía judicial costarricense, Walter Espinoza, dijo en conferencia de prensa que Víquez fue detenido la madrugada de este domingo en la localidad mexicana de San Nicolás de los Garza, cerca de la ciudad norteña de Monterrey.
El Ministerio de Relaciones Exteriores costarricense confirmó la información en un comunicado e indicó que se le asignó un defensor público para asistirlo mientras se resuelve la solicitud de extradición al país centroamericano.
"El exsacerdote fue puesto a disposición del Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México", señaló el comunicado de la cancillería.
La Policía Judicial determinó su ubicación el 11 de abril pasado a partir de una red social en la que Víquez se identificó con su segundo nombre, Antonio, para ofrecer servicios de asesoría en elaboración de tesis, un trabajo que realizó en Costa Rica.
"A partir del estudio de los datos de la red se determinó que la persona que usaba esa red era Víquez", dijo Espinoza.
Con información de la empresa telefónica local, la policía mexicana determinó la casa donde vivía Víquez, por lo que realizó el allanamiento la madrugada del domingo.
Michael Rodríguez dijo que su viaje a México junto a Anthony Venegas permitió llamar la atención de la población sobre la presencia del ex sacerdote.
"No había tanta información en México sobre el asunto, creo que logramos despertar la ayuda de la gente" por las entrevistas que brindaron a medios de comunicación en ese país, dijo Rodríguez a la agencia AFP.
Michael señaló a otros medios que tardó en presentar la denuncia por "el miedo y la vergüenza, que encubre toda esta parte de ser abusado en tu niñez, en un periodo en el que te estás desarrollando y conociéndote pues lleva a uno a callarlo".
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Incluso tuvo que acceder al deseo de sus padres para que el sacerdote lo casara, pues no estaban enterados de lo que le hizo.
"No sabían. Imagínate que este señor te casó. Mis padres me decían cómo no te va a casar él, si es como un padre para vos. Y el miedo de saber, y de decirle a mi familia que no quiero que me case, y de crear una sospecha de por qué decía que no, me llevó a decirle que él me casara", contó Michael a Milenio.