Apenas entregó a los supuestos culpables del homicidio del periodista, Carlos Domínguez, asesinado el 13 de enero de 2018, el director general de Operación del Procedimiento Penal Acusatorio de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, Natanael Castelán Iturria, cobró una recompensa de 2,000,000 de pesos que en ese entonces ofrecía la Procuraduría General del estado.
La trama inculpó a seis personas, tres de ellos reporteros, dos policías y un empresario.
David Mejía Bravo, un ex policía federal, se convirtió en parte importante de la indignante "maquinación" de Castelán Iturria. Pero esto se sabría meses después de que el mismo ex oficial confesara que recibió 500, 000 pesos, parte de la recompensa, para la fabricación de culpables.
El entonces uniformado reconoció que Castelán lo contrató para hacerse pasar como autor material del terrible homicidio de Carlos Domínguez. Incluso, el mismo dio informes al tribunal de su ex compañero Adrián Montes para que fueran dos los detenidos.
La confesión del ex policía no fue por casualidad. Castelán, como buen negociador, le prometió a su "cómplice" en tan sólo seis días, después de que se declarara culpable del homicidio, lo liberaría y le entregaría el dinero prometido. Pero ésto no sucedió.
A palabras de su defensor, Mejía Bravo, se expuso que la situación pone en evidencia una situación grave, donde no solamente se ha acusado a seis inocentes, sino porque tres de ellos eran reporteros y uno murió en prisión siendo inocente.
Los "presuntos culpables"
En marzo de 2018, acusados del asesinato del comunicador Carlos Domínguez, fueron detenidos en Zacatecas, David Mejía Bravo y Adrián Montes Fernández. Mientras que en Nuevo Laredo, Tamaulipas, capturaron al empresario Rodolfo Cantú, y a los periodistas, Luis Valtierra, Jesús González y Gabriel Garza Flores.
Éste último, internado en el penal de Nuevo Laredo, murió un mes después de su captura, cuando era trasladado a un hospital para recibir atención médica. Su esposa acusó de negligencia a las autoridades al asegurar que, aunque Gabriel dijo sentirse mal, permaneció sin atención y, varias horas después, cuando por fin fue trasladado a un hospital, ya había fallecido.
La Fiscalía de Tamaulipas aseguró que para dar con los autores materiales e intelectuales se analizaron 120 textos que publicó durante 2017, que fueron de gran relevancia para la línea de investigación. Descartó que detrás del homicidio estuviera la delincuencia organizada.
El 13 de enero, el periodista Carlos Domínguez fue asesinado en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuando viajaba en su auto.
Según los reportes, el cadáver del comunicador tenía heridas de arma blanca.
Tamaulipas es un estado con fuerte presencia del crimen organizado en donde distintos cárteles luchan por el control del territorio, el cual está controlado por el Cártel de Noroeste, una escisión de Los Zetas, que ultimamente ha sido muy golpeada por las fuerzas de seguridad.
Tradicionalmente ha sido uno de los estados donde el crimen organizado ha logrado poner un mayor silencio informativo mediante la violencia y las amenazas.
En lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, México ha registrado al menos 10 asesinatos a periodistas.
Según la organización Reporteros Sin Fronteras, México es "el país en paz más peligroso del mundo para los reporteros", con la misma cifra de muertos que Siria (12), seguido de Afganistán (9) e Irak (8).