Generalmente se dice que un documental hay que verlo, pero el "S19" hay que vivirlo. Es el primero en su tipo, fue realizado por Alán González y un equipo que ayudó a filmar y montar para lograr un reportaje en realidad virtual, un formato más asociado a los videojuegos y el entretenimiento.
"S19" traslada al espectador al momento del sismo del 19 septiembre de 2017, cuya magnitud de 7.1 sacudió a la Ciudad de México y estados a la redonda. Verlo es una experiencia curiosa porque se vive en primera persona, pero al mismo tiempo el espectador escucha la voz del narrador, Lorenzo Meyer, contando los sucesos.
Es la primera memoria en realidad virtual de la humanidad sobre un suceso histórico en tiempo real. El 20 de septiembre de 2017 Alán González salió con su cámara 360° a filmar y desde entonces no paró. La narrativa del documental está inspirado en el cinema vérité, un estilo de cine cuya temática son los problemas sociales.
Hay otros documentales sobre acontecimientos históricos, pero están planeados con tiempo y van al lugar a recoger testimonios para hacer reconstruir lo que pasó. En cambio, el "S19" fue grabado en el momento que sucedió y en ese sentido es pionero. "Me da mucho gusto que sea marca México. Es un paradigma que rompimos y hay que compartirlo", dijo el director en entrevista a Infobae México.
De septiembre de 2017 a febrero de 2018 escribió el guion,luego dedicaron una semana a grabar las entrevistas que son el eje narrativo del documental. Después volvió a reescribir el guion y montar el material, de manera que llegaron "rayando" al estreno programado en la Cineteca Nacional un año después del sismo.
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El documental tiene un sonido ambisónico que hace sentir a la persona como si estuviera dentro de una esfera y escuchara de manera tridimensional. La imagen está construida en 3D, lo que permite al espectador trasladarse al momento del sismo. En palabras de González, es como si te pusieras en la cabeza del otro.
El sonido ambisónico reacciona a la decisión del espectador, le da prioridad a lo que está viendo en ese momento, si el usuario decide voltear a ver el edificio caído, escucha a los rescatistas, si voltea al lado contrario, escuchará a las personas que esperan noticias de la labor de rescate. Esta técnica junto con la imagen en 360° permite que cada persona tenga su propia experiencia viendo el documental y cada vez que lo vea sea diferente.
José Fernández, uno de los productores del "S19", dice que aunque es el mismo contenido siempre hay cosas diferentes por mirar, porque la imagen parece inagotable.
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La inmersión es tal que se pierde la noción del tiempo. La duración del documental no es revelado, en la ficha técnica ese campo dice subjetivo. Pero el promedio de los materiales en realidad virtual dura entre dos y tres minutos, como máximo llegan cinco, el documental de González rompió el esquema de extensión de un producto en este formato.
Es difícil decidir cuál es la escena más dura, pero una en particular muestra el daño que un sismo puede ocasionar en un edificio mal construido. Fue grabada desde el interior de un departamento cuya estructura declararon con daño estructural y tuvo que ser desalojado para su demolición. González consiguió entrar gracias a que ahí había vivido un amigo.
Aunque acordaron la filmación desde meses antes y tres días previos la confirmaron, ese día su amigo llegó con una hora de demora para decirles "estoy muy asustado, no quiero que entren. Se va a caer [el edificio]. No me traje las llaves para ni siquiera pensarlo. Simón, dijo González, el que nos dejes entrar va a permitir que las generaciones del futuro vean y vivan lo que sucede para de verdad acabar con la corrupción". Y fue así como consiguieron grabar una de las escenas más impresionantes del filme.
Para el realizador, de formación periodista, el objetivo de este proyecto es hacer un material de educación preventiva para enfrentar desastres naturales enfocado a niños y motivar la autocrítica de las personas. González ya tenía experiencia haciendo cobertura de estos temas, en 2007 le tocó reportar la Gran Inundación de Tabasco por el huracán Noel, lo que lo preparó para sacar adelante el proyecto, pero emocionalmente ha sido desgastante.
Ve su trabajo como un cuestionamiento hacia nuestra estructura social porque finalmente los edificios se cayeron por la corrupción, pero también muestra que en medio del caos se reflexiona como pocas veces y se logra la unión. "El 'S19' muestra que la corrupción es un círculo en el que todos participamos. Es tan corrupto el que compra o renta un departamento que rompió reglas, como el que construye, como el gobierno".
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Uno de los aciertos de este documental, además del formato, es que todas las entrevistas con especialistas, afectados y sociedad en general sirven para contrastar entre unas opiniones y otras. Trato de hacer un triángulo comparativo entre la tragedia, los rescatistas y la corrupción.
Lo que sigue para el "S19" es buscar una difusión más amplia. En la Cineteca Nacional montaron una exposición que incluía dos memorias fotográficas, una del sismo de 1985 y la de 2017. En 26 días que duró asistieron 5,000 personas, la entrada fue gratuita. Los niños que lo vieron preguntaron después cómo capacitarse, querían aprender primeros auxilios y conocer a los topos, como se les conoce a los brigadistas de Rescate Topos Tlatelolco.
Este año la exposición va a hacerse itinerante en conjunto con las secretarías de Cultura y de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil locales a los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES), es decir, el "S19" se va a llevar a las colonias de la Ciudad de México.