El helicóptero en el que viajaba la que fuera gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y el entonces senador Moreno Valle, que se desplomó y ocasionó la muerte de sus tripulantes, no presentó fallas significativas antes de su descenso.
Según informó la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), desde el 24 de diciembre del 2018, día del accidente, se han realizado investigaciones con especialistas internacionales para determinar las cusas del desplome del vehículo, pero las pruebas aún no arrojan un resultado contundente.
En el comunicado, la institución informó que en primera instancia se realizaron inspecciones a los dos motores que estaban en el helicóptero, modelos Pratt &Whitney PW207C, en donde se encontró que antes del impacto no existían señales de haber tenido mal funcionamiento.
También, los componentes involucrados con los controles de la aeronave como el rotor principal y de la cola, transmisión, además de la caja de 90°, indicaron que tampoco había fallas antes del desplome.
De la misma manera se inspeccionaron los Actuadores Hidráulicos, pero no presentaron fallas en su funcionamiento previo al accidente.
Los únicos elementos en los que se encontraron daños fueron los cinco actuadores lineales. En Chicago se realizaron Tomografías Computarizadas a estas partes y no hubo hallazgos. Sin embargo, al realizar un análisis más profundo a través de inspecciones destructivas internas en Boyne City, Míchigan y Washington D.C., se encontraron inconsistencias importantes por los que se llevarán las piezas a otras instancias para definir con exactitud lo sucedido y si estas fallas fueron las responsables del accidente.
También se analizó el audio de la tripulación momentos antes del deslplome y no se encontró un comportamiento inusual en el funcionamiento de la nave. Sólo se escuchó una variación de 2% en las revoluciones del helicóptero.
La institución determinó que se deberá analizar si Leonardo Helicopter Division, fabricante de los motores, les realizó el mantenimiento adecuado.
Aunque los resultados han permitido que se descarten causas del accidente, también alejan a la conclusión sobre qué sucedió con el helicóptero en el que viajaban los políticos poblanos.
Así que la secretaría informó que la DGAC continuará con sus labores de investigación hasta poder determinar lo sucedido.
La aeronave era una Augusta A 109, que fue rentada a Servicios Aéreos del Altiplano y se dirigía desde Puebla a la Ciudad de México. Al momento del accidente el vehículo tenía todos los documentos en regla, por lo que no hubo denuncias por irregularidades.
El año pasado a menos de un mes de que Martha Erika Alonso rindiera protesta como gobernadora de Puebla, se confirmó el desplome de la aeronave en la que viajaba en compañía de su esposo, el ex gobernador de la misma entidad, Rafael Moreno Valle.
En vísperas de Navidad, ambos políticos así como Héctor Baltazar Mendoza, Marco Antonio Tavera Romero y Roberto Coppe Obregón, perdieron la vida en la localidad de Santa María Coronango, en donde cayó el helicóptero.
El Partido Acción Nacional (PAN) del que eran parte los políticos, confirmaron el deceso de los tripulantes. A su vez, Andrés Manuel López Obrador quien llevaba 23 días en la presidencia de México, ordenó que se realizaran investigaciones del fatal accidente.
Los primeros reportes arrojaron que se trató de un accidente y no atentado puesto que no se encontraron explosivos. También se dio a conocer que la aeronave cayó de cabeza.
Tras el fallecimiento de Martha Erika Alonso, Jesús Rodríguez Almeida, recién designado secretario de gobierno, quedó a cargo de Puebla, hasta que el 1 de junio se realizaron elecciones extraordinarias en la entidad, en las que salió victorioso Miguel Barbosa, morenista que había participado en la contienda anterior y que perdió ante la panista.