El que fuera el imperio más poderoso del continente, Tenochtitlan, cayó a manos de un ejército de españoles que llegó al territorio americano en busca de riqueza. Ayudados con las bajas de indios por enfermedades y la audacia de haber dejado a la ciudad entera sin alimentos ni agua, el 13 de agosto de 1521 lograron derrocar a los mexicas.
Pero la derrota no se dio de un día a otro. La estrategia para golpear al Estado gobernante de la parte central del continente fue planeada por lo menos seis meses atrás. La ciudad en donde se encontraba la sede principal del gobierno indio, fue sitiada por Hernán Cortés y su ejército.
Para lograrlo primero negociaron y vencieron a comunidades aledañas a la gran Tenochtitlan, que trabajaban para llevarles alimentos y tributos. Después, durante 30 días tuvieron a los mexicas sin probar líquido ni comida, lo que debilitó a la población y le robó sus ganas de luchar. Pero antes del golpe final a Cuauhtémoc, el último tlatoani, hubo una victoria por parte de Tenochtitlán que por poco le arrancó el triunfo a Hernán Cortés.
El 3 de julio de 1521, el ejército mexica ya estaba debilitado. El centro de Tenochtitlan había sido ocupado por Cortés, así que Cuauhtémoc, el dirigente de la comunidad casi en ruinas, estableció su cuartel en la ahora iglesia de Santa Ana en Tlatelolco. Ese día el grupo de españoles había decidido atacar Tlatelolco, en donde los sobrevivientes indios se refugiaban, contó a Infobae México el divulgador de historia Enrique Ortíz García.
Sin embargo,los europeos no conocían el territorio. Los caminos para llegar a la guarida de los mexicas eran angostos e irregulares. El grupo armado avanzó a paso lento y con cautela, pues no sabían en qué momento aparecerían ante ellos los indios.
"Al entrar las fuerzas de Cortés a Tlatelolco habían sufrido una fuerte contraofensiva lo que causó que las columnas se detuvieran, pero lo realmente grave fue que a espalda de los castellanos y sus aliados, los mexicas habían quitado los puntes y el cascajo que cubría un canal por lo menos de 12 pasos de ancho y más de dos metros de profundidad. Cortés de inmediato se dio cuenta de que gran parte de sus tropas estaban aisladas entre los mexicas y ese pozo", dijo Ortíz García.
Cuando los españoles intentaron retirarse ya era demasiado tarde. Los mexicas llegaban a ellos a través de tierra y el agua a bordo de canoas. Deshicieron la banda que había llegado a combatirlos, y los replegaron. Incluso Cortés estuvo a punto de ser atrapado por los tenochcas, pero uno de los más fieles perteneciente a su séquito, Cristóbal de Olea, dio su vida por la de él y cubrió su cuerpo de los ataques.
Esa tarde, en total fallecieron 2.000 personas pertenecientes a ambos flancos. Entre los españoles, quienes fueron derrotados, se encontraban Cristóbal de Guzmán, chambelán de Hernán Cortés que lo acompañó desde que inició su labor de conquistar.
"Durante varias noches se escucharon tambores de los adoratorios que procedían los gritos de los castellanos cuando eran subidos a rastras hacia las cimas de los templos para ser sacrificados. Durante cuatro días los invasores no atacaron la ciudad de Tenochtitlan y Tlatelolco, en ese lapso de tiempo Cuauhtémoc envió mensajeros a diferentes poblaciones mostrando las cabezas decapitadas de los castellanos tratando de conseguir apoyo a su causa. Esto fue la última gran victoria mexica", dijo a Infobae México.
Pero 37 días después llegó la derrota inminente. A Cuauhtémoc le quemaron los pies, lo que representó la caída total del imperio. La mayoría de los españoles nunca regresó a Europa, se quedaron a formar familias con indios o compatriotas, también a esclavizar a las antiguas generaciones que habitaron el territorio, y a repoblar el México que se conoce hoy en día.