(VIDEO: Infobae México/ Juan Vicente Manrique)
Akbal, Aruma, Kilay, Seti, Hasen y Soona son los nombres que recibieron los seis cachorros de lobo mexicano que nacieron en el Zoológico de Chapultepec, luego de la consulta que lanzó la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.
Akbal, que significa 'noche azul', recibió mil 453 votos; Aruma, que quiere decir 'noche', obtuvo mil 213 votos; por Kilay, que significa 'mi lunita', votaron mil 197 personas; Seti, que significa 'brillante', recibió mil 096 votos; Hasen, cuyo significado es 'alma', consiguió mil 091 votos; mientras que mil 070 participantes votaron por Soona, que significa 'luna'.
Hace tres meses, el 11 de mayo de 2019, nacieron estos seis lobitos mexicanos en el Zoológico de Chapultepec, gracias al Programa Binacional México – Estados Unidos para la Recuperación del Lobo Mexicano.
Akbal, Aruma, Kilay, Seti, Hasen y Soona son hijos de Seje –una hembra de 7 años de edad– y Rhi –un macho de 5 años–. Los bebés de lobo mexicano son cinco hembras y un macho; hoy cumplen su tercer mes de vida y gracias a la participación de las y los capitalinos hoy reciben un nombre.
Del 26 de julio al 9 de agosto se recibieron 17 mil 483 votos y los participantes votaron por seis de 20 nombres propuestos: Seti (mil 096 votos), Akbal (mil 453), Yolotli (758), Nicte (790), Aruma (mil 213), Muyal (609), Erandi (765), Sicaru (803), Amaru (935), Sesasi (499), Soona (mil 070), Xurawe (610), Rahui (723), Atzimba (777), Surem (692), Hasen (mil 091), Iktan (mil 050), Sure (597), Taiyari (755) y Kilay (mil 197).
El lobo mexicano es una especie que desde los años 50 fue perseguida, cazada y envenenada por la humanidad, lo que casi provoca su extinción en los años 70. Actualmente, actividades como la cacería aún amenazan a esta especie.
Este nacimiento representa una esperanza para la conservación del lobo mexicano y un logro para los Zoológicos de la Ciudad de México, que todos los días trabajan por la conservación y cuidado de las especies que en ellos habitan.
Desde mayo pasado, el zoológico de Chapultepec tiene nuevos inquilinos. Se trata de los hijos de Seje y Rhi, una pareja de lobos mexicanos que el 12 de mayo se convirtieron en padres de seis cachorros: cinco hembras y un macho.
Los recién nacidos son juguetones, curiosos y están aprendiendo a diario a trabajar en equipo. Y es que en la comunidad y en la colaboración es que los lobos encuentran su mayor herramienta para sobrevivir.
Fue precisamente una iniciativa en conjunto entre México y Estados Unidos la que salvó de la extinción al lobo mexicano (Canis lupus baileyi) y hoy permite que en el corazón de la Ciudad de México, una nueva familia esté creciendo.
Los pequeños lobos han comenzado ya con el proceso de destete, sin embargo por su corta edad, sus papás les ayudan regurgitando parte del alimento que ellos comen para que lo puedan ingerir sus crías.
Seje es una hembra de siete años que llegó al zoológico de Chapultepec a principios de 2019 para conocer a Rhi, un macho de cinco años. Ambos son parte del programa Binacional México-Estados Unidos para la recuperación de esta especie que está en peligro de extinción.
"Hubo empatía entre ellos, esa parte tiene que ver con el trabajo de todos los días, que se huelan, darles de comer juntos, se empiezan a observar, a ver, sí hubo un buen período de acoplamiento, no tendría que haber problema pero son lobos, son silvestres, y muchas veces entre ellos puede haber empatía o puede no haberla, en esta ocasión todo fue de manera natural y se logró el acoplamiento, por lo que cuando entró en celo la hembra, ya estaban perfectamente acoplados, se cruzaron y hubo una gestación adecuada y un parto", explicó a Infobae el director de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre en la Ciudad de México, Fernando Gual Sill, maestro en Ciencias de la Salud en Fauna Silvestre.
Gual Sill aseguró que las crías cuentan con excelente salud y ya se les aplicaron las vacunas correspondientes, sin embrago, la crianza es una etapa crítica para cualquier especie, por eso están bajo constante supervisión de veterinarios y biólogos.