En un lugar exclusivo del puerto de Veracruz, cuatro jóvenes, hijos de familias adineradas e influyentes, salieron de fiesta y decidieron que el remate de la noche podría ser Daphne Fernández, que en ese momento tenía 17 años.
La subieron a su auto y en la parte trasera abusaron de ella. Según el testimonio de la víctima, Diego Cruz, uno de los implicados, le tocó los senos, le metió la manos debajo de su falda y le introdujo sus dedos por debajo del calzón. Pese a ello, un juez de Veracruz lo sentenció a sólo cinco años de prisión y setenta pesos de multa.
Al tratarse de esa pena, el inculpado podría solicitar libertad bajo caución.
En 2015, los jóvenes conocidos como los "Porkys" fueron acusados de pederastia por abuso sexual contra una menor de edad. Pero el juez dejó de tomar en cuenta la agravante del delito, por el cual se podría afrontar de 12 a 40 años de prisión y una multa de hasta cinco mil días de salario.
"La acusación realizada por la Fiscalía General del Estado en contra de Diego "N" fue por el delito de pederastia gravada, por lo que se solicitó que fuera impuesta la pena prevista por el Artículo 183 párrafo segundo,que señala una penalidad de 12 a 40 años de prisión y multa de hasta 5,000 días de salario", señaló la Fiscalía a través de una minuta.
Diego participó como actor principal en el crimen contra la menor, pues fue él quien la introdujo a la fuerza a un automóvil Mercedes Benz color negro, y placas de circulación YKR-53-08 del estado de Veracruz, el cual era conducido por otro de los inculpados.
Esta no es la primer vez que un juez emite un fallo a favor de Diego Cruz. En 2017, la justicia consideró que el joven no tocó con sentido lascivo o intención de satisfacer su deseo sexual a la entonces menor de edad.
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El origen del apodo "Porky"
Hasta el 2 de enero de 2015, los cuatro jóvenes que viajaban en un auto de lujo al salir de una discoteca en Veracruz, todavía no se apodaban Los Porkys.
El mote se lo ganarían después de que su situación de pareciera cada días más a la de aquellos Porky de Xalapa que marcaron el imaginario colectivo de los veracruzanos en los años 90 y a principios de los 2000. Todos "juniors", chicos de familias poderosas e influyentes de la región, hijos de empresarios y políticos, señalados por la comisión de un crimen y exonerados de las consecuencias penales. Aquellos mataron a un joven a golpes , pero lograron sortear la justicia y cruzar las fronteras. Pasaron siete años hasta que uno de ellos fue detenido.
El caso de los "niños ricos" de Veracruz
La supuesta agresión a la menor de 17 años ocurrió en enero de 2015 en la zona turística de Veracruz-Boca del Río, situada en el Golfo de México. El caso se dio a conocer un año después gracias a que el padre de la víctima difundió una carta en la que narraba los hechos.
El hombre también presentó una denuncia penal en mayo de ese año después de que los supuestos agresores incumplieran un acuerdo que incluía ofrecer disculpas a la joven a través de un video, que no se acercaran a ella y que asistieran a terapia.
Pero ante los nulos resultados de la investigación, el padre denunció el caso en marzo de 2016 ante los medios de comunicación.
La noticia indignó a la población porque los agresores eran cuatro jóvenes adinerados, y una de las estrategias fue volver el caso muy mediático para impedir que su posición social no les ayudara a salir impunes del crimen que habían cometido en contra de una menor identificada como Daphne.
Ante la presión de los medios, la Fiscalía de Veracruz halló elementos para acusar a tres de los jóvenes por el delito de pederastia: Enrique Capitaine, Jorge Cotaita y Diego Cruz.
Después de que el caso se hizo viral, los cuatro individuos fueron apodados como "Los Porkys de Oro", en alusión a una banda de hijos de funcionarios que en 2001 asesinaron a golpes a un joven durante una fiesta.
Uno de los cuatro jóvenes implicados en la violación salió impune, supuestamente porque sólo miró los hechos.
Después de que huyeran del país, la Interpol emitió una ficha roja para localizar y detener a Jorge Cotaita Cabrales, Enrique Capitaine Marín y Diego Cruz Alonso.
Este último estaba saliendo de una fiesta en Madrid cuando fue aprehendido por las autoridades.
Sin embargo, el único que se se encuentra tras las rejas en el Penal de Amatlán de los Reyes, Veracruz, es Enrique Capitaine Marín, aunque todavía no se le ha dictado sentencia.
Jorge Cotaita Cabrales, otro de los acusados, continúa prófugo de la justicia.