Alguna vez el escritor peruano Mario Vargas Llosa lo llamó la dictadura perfecta, sin embargo, ahora definir al Partido Revolucionario Institucional (PRI), en algún momento la primera fuerza política del país, puede resultar complicado, pues como dice Ivonne Ortega, aspirante a la dirigencia nacional, "el viejo PRI está en el Gobierno, y el nuevo está en los juzgados siendo procesado".
La ex gobernadora de Yucatán no ignora que su partido político se ha visto dañado por los escándalos de corrupción que involucran a ex funcionarios emanados del Revolucionario Institucional, en entrevista con Infobae México, considera que la elección del 11 de agosto, en la que se renovará la dirigencia, es fundamental para definir "(si) nos refundimos o nos refundamos (los mexicanos)".
Ivonne Ortega señala que la militancia priista irá a votar por su líder con el peor ánimo, y en el mejor de los casos se espera que solo entre el 15 y el 20% de sus seguidores acudan a las urnas.
En 2012, el PRI recuperó la Presidencia de México después de dos sexenios en que fue ganada por la derecha, sin embargo, en 2018 la volvió a perder en medio de escándalos de corrupción, ex gobernadores de este partido encarcelados y el final del mandato de Enrique Peña Nieto enfrentando acusaciones de gastos excesivos a cargo del erario tanto de su oficina como de parte de su entonces esposa, Angélica Rivera Hurtado.
Ortega Pachecho consideró que además del desprestigio, el partido olvidó el trabajo de sus bases y lo fue sustituyendo por el "amigo, por el compadre".
"El PRI abusó del compadrazgo, se llenó de candados y guaruras, se olvidó del trabajo y se alejó de la gente", expresó.
Cuestionada sobre si en medio de este escenario de desprestigio público y desánimo de sus militantes es momento de hacer una reforma en el partido que incluya un cambio de nombre, como se ha señalado en otras ocasiones, respondió que este mal momento debe ser tomado como una oportunidad para que el PRI se convierta nuevamente en un instituto político de militantes, en el que las decisiones se tomen de manera horizontal y no vertical.
Esta oportunidad implica también expulsar a los militantes incómodos "que las bases decidan presentar denuncias. Lo que hacemos los priistas es que expulsamos y limitamos los derechos políticos, pero el daño ya se le hizo al partido y no repone el daño que le hicieron a la Nación".
"El PRI ha sabido reformarse y volver a ser competitivo: en 2000 perdimos la Presidencia, fuimos recuperando espacios y ganamos en 2012. Ganamos en 2012 y las viejas tácticas del partido nos cobraron factura", expresó.
La elección del domingo
Los tres candidatos que se enfrentarán este domingo por la dirigencia del tricolor son Alejandro Alito Moreno Cárdenas, ex gobernador de Campeche, Ivonne Ortega y Lorena Piñón Rivera.
Ortega Pacheco instó a los militantes a no dejar que sea un pequeño grupo el que decida, y quienes organizan la elección a no intentar "embarazar" urnas o a cometer cualquier tipo de acción que pudiera opacar el proceso.
Además de haber sido gobernadora de Yucatán entre 2007 y 2012, en 2010 ganó el Young Global Leaders, que otorga el Foro Económico Mundial, es licenciada en Derecho por el Centro Universitario de España y México y cuenta con una maestría en Políticas Públicas Comparadas por la Facultad Latina de Ciencias Sociales (FLACSO).
Su carrera política siempre ha estado ligada al Revolucionario Institucional. De 1988 a 1990 fue dirigente del Frente Juvenil Revolucionario, de 1990 a 1993 presidió el consejo para la Integración de la Mujer en Dzemul, Yucatán.
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En 2001, inició su carrera legislativa como diputada local en la LVI legislatura del Congreso de Yucatán. En 2003, se convirtió en diputada de la LIX Legislatura. Tres años después pasó al Senado, donde se desempeñó como secretaria de la Mesa Directiva del recinto legislativo.