Los dueños y trabajadores de negocios en Celaya, Guanajuato, temen por su vida. Pero no sólo los de grandes comercios, sino también los pequeños establecimientos como las tortillerías.
Un comando armado ingresó a las 17:00 del lunes 5 de agosto a uno de estos locales en el municipio llamado "La Indita" en la colonia Lagos y disparó a tres mujeres que se encontraban en el sitio: la dueña, identificada como Virginia "N", de 60 años, además de Dalinda "N" y Martha Cecilia "N", empleadas. Todas fallecieron.
El ataque fue perpetuado presuntamente por extorsionadores porque la dueña de la tortillería no habían pagado la cuota de cobro de piso. Los criminales podrían pertenecer al Cártel Santa Rosa de Lima.
Momentos más tarde otro grupo de personas armadas disparó en un negocio de venta de materiales de construcción llamado "La Fortaleza", en donde resultó una persona asesinada y otra herida. De manera casi simultánea, dos negocios más fueron atacados en bulevar Adolfo López Mateos
Este delito mantiene preocupados a los comerciantes de la zona. Dos días antes de la balacera los negocios acordaron no abrir por tres días para manifestarse en contra de las extorsiones.
La Asociación de Industriales de la Masa y Tortilla de Celaya había difundido un comunicado en el que solicitaba a la alcaldesa Elvira Paniagua, al gobernador de Guanajuato, Diego Sihue Rodríguez, al fiscal Carlos Zamarripa Aguirre y al presidente Andrés Manuel López Obrador, para exigir protección y erradicación de las extorsiones.
"Debido a la intimidación y a la posibilidad de represalias, no todos los casos han sido denunciados, y muchos compañeros han optado por cerrar, ya que los ingresos generados en nuestros negocios no son suficientes para cubrir un gasto de esta magnitud, que claramente no debería ser exigido", dice el documento.
Los comerciantes se reunieron en varias ocasiones frente a las instalaciones del Palacio Municipal de Celaya para exigir los mismos derechos.
Justamente la tortillería "La Indita" no se unió a las protestas. La dueña no participó en reuniones y manifestaciones en las que los tortilleros solicitaron seguridad a las autoridades, y el lunes, día en que fue atacada, abrieron con normalidad, informó la Fiscalía General del Estado.
Horas antes del ataque, los mercaderes realizaron una marcha y entraron a la sede del gobierno local de Celaya, para hablar con autoridades municipales y estatales. Después de dos horas salieron a informar que tenían confianza en la rápida respuesta que habían tenido de los funcionarios públicos. Pero momentos después su esperanza se apagó cuando se enteraron de los ataques.
Después de los asesinatos, aunque se había acordado que el martes se volverían a abrir los comercios con normalidad, las tortillerías continuaron cerradas.
A lo largo de las colonias Lagos, Las Flores, Santa Isabel, Jacarandas, El Ejidal, Monteblanco, Barrio de San Juan de Dios y El Vergel, el día de ayer sólo hubieron dos tortillerías funcionando, en donde las filas para adquirir el alimento eran muy largas, documentó el diario El Universal.
Los ciudadanos dijeron que tienen medio de lo que sucede y están preocupados por no poder realizar las labores con las que se mantienen día a día. Incluso, a pesar de que el secretario de gobierno, Luis Ernesto Ayala Torres publicara en su cuenta de Twitter que incrementarían a 150 los elementos de la Fuerzas de Seguridad Pública del Estado en Celaya.
Con anterioridad, también Sophía Huett López, secretaria de seguridad de Guanajuato, dijo que existían denuncias formales por casos de extorsión en el estado y que las investigaciones estaban muy avanzadas, pero faltaba que más comerciantes realizaran su querella "Hay un sector que no se ha querido acercar por desconfianza, motivado por el propio desprestigio que le conviene a las organizaciones delictivas generar en cuanto a las instituciones", dijo.
Crimen organizado en Guanajuato
Dos días antes del ataque a la tortillería "La Indita", en el municipio de Salamanca fueron encontrados dos cuerpos humanos colgados en puentes peatonales con mensajes en mantas firmados presuntamente por el Cártel Jalisco Nueva Generación, operación criminal que opera en la zona.
Huett López declaró al respecto que los homicidios habían sido realizados con fines propagandísticos "Guanajuato no se va a resignar a ser escenario de grupos delictivos", declaró. "Hemos tenido fines de semana más complicados en el pasado, pero éste tuvo un toque distinto: es una confrontación entre dos organizaciones delictivas en la búsqueda de la supremacía sobre la otra, infundir miedo, quién es más fuerte", agregó.
El estado se encuentra entre una disputa del crimen organizado, lo que lo ha convertido en el segundo estado con más homicidios dolosos. Realidad diferente a la que se vivía hace algunos años. En el 2006 se registraron solamente 206 asesinatos, mientras que en el 2018 fueron 2.367.
Las células criminales que han atemorizado a los habitantes de la entidad son el Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes tienen mayor penetración en el territorio. Comenzaron operaciones en el 2013 en la zona entre Guanajuato y Jalisco y se han extendido a 36 municipios. Uno de ellos es Celaya.
También realizan actividades delictivas pequeños grupos descendientes de los Zetas, quienes más que al narcotráfico, se dedican a el robo de combustible, extorsión y venta de drogas al menudeo. También tienen presencia en 36 demarcaciones del estado, aunque con menor agudeza que CJNG. Igualmente operan en Celaya.
El Cártel de Santa Rosa de Lima, liderado por José Antonio Yepes Ortíz, "El Marro", se dedica principalmente al huachicoleo. También opera en Guanajuato, pero en una menor cantidad de municipios. Es caracterizado por cometer crímenes sanguinarios.
Es a este grupo delictivo al que la Fiscalía General del Estado le atribuye el ataque a los negocios de Celaya este fin de semana, según dijo una fuente al periódico Milenio. El grupo delictivo opera en esta demarcación y en otros ocho municipios.