Cuando Patrick Crusius irrumpió en el Walmart de El Paso, Texas, el sábado pasado, Octavio Lizarde se encontraba en el supermercado con su sobrino. Le dijo "vente" para protegerlo del tiroteo, pero el atacante lo escuchó y comenzó a dispararles.
Lizarde fue uno de los sobrevivientes de la sangrienta matanza ocurrida en el Sur de Estados Unidos, mas no así su sobrino Juan Rodríguez, quien perdió la vida a los 15 años en la balacera.
"Nos escuchó cuando le dije a mi sobrino 'vente', se nos acercó, mató a mi sobrino y yo me salvé. Fue Dios el que me salvó", dijo a la agencia del estado mexicano Notimex este martes en el hospital Del Sol.
El Paso figuraba entre las comunidades más seguras del país estadounidense hasta que el sábado por la mañana Crusius entró a la tienda armado con un fusil AK-47 y disparó indiscriminadamente contra las personas que estaban a su alcance, entre ellos Rodríguez.
En la tienda, una de las más populares entre la comunidad en este sector de la frontera con México, estaba la promoción de "regreso a clases", por lo que en una de las entradas había grupos de niños que por tradición recaudan fondos para sus compras y diversos menores de edad en busca de abastecerse de útiles escolares.
Cuando empezaron los disparos, se produjo la estampida. Algunos empleados y clientes del comercio se tiraron al suelo mientras otros corrían al interior a esconderse, como dictan los simulacros.
Lizarde recordó que el ataque duró entre 15 y 20 minutos, pero para él transcurrió mucho más, tras perder la noción del tiempo ante la desesperación.
Cuando se percató de lo que estaba ocurriendo en la tienda llamó a su sobrino, quien no sabía lo que sucedía. Fue entonces que el atacante escuchó su voz y se les acercó para abrir fuego hasta matar al adolescente.
Lizarde será sometido a una cuarta cirugía, pues tiene riesgo de infección en la pierna derecha a consecuencia de las heridas de bala y espera que se descarte la posibilidad de amputación.
Justin Orr, médico militar a cargo de la atención de cinco pacientes que llegaron a este hospital ubicado a 20 kilómetros del lugar del ataque, señaló que está al pendiente de la evolución de Lizarde, quien lleva un aparato que le permitirá mantener los huesos en su lugar.
"Pero deberá llevarlo entre cuatro y seis meses para mantener la pierna estabilizada", apuntó el galeno.
El médico militar, con 10 años de experiencia, comparó los casos que atendió tras la balacera con los estragos de una guerra, debido a la clase de heridas que ha tenido que curar.
"Fue similar al ambiente que se vive en la guerra, y se trata de ayudar a la gente en esta terrible tragedia", dijo.
En una rueda de prensa ofrecida en el hospital Del Sol estuvieron presentes el doctor Stephen Farrell, el médico militar Justin Orr, y el director del nosocomio, David Shimp.
Orr agregó que "fueron inimaginables las condiciones que se vivieron ese día, afortunadamente algunos pacientes tuvieron suerte de que las heridas no fueron tan graves, pero algunas otras no eran tan visibles".
En este tiroteo indiscriminado, el peor ocurrido en EEUU desde noviembre de 2017, al menos 22 personas murieron y otras 26 fueron heridas. La gran mayoría de las víctimas (ocho) fueron hispanas.
Hasta el momento, las autoridades de El Paso han dicho que se trató de un solo tirador, pero el alcalde, Dee Margo, informó que tres personas han sido detenidas en relación a los hechos, sin que se sepa qué relación pueden tener las otras dos con el atacante.
Crusius, un supuesto "supremacista blanco" y que fue arrestado a unas cuadras de distancia de la tienda, defendía en su manifiesto ideas racistas contra los hispanos.
La agencia española Efe recordó que, en un discurso de campaña, Donald Trump había llamado "animales" a los inmigrantes, tal y como lo hizo el atacante, afirmado que la inmigración procedente de Latinoamérica supone una "invasión" para EEUU.