La prevalencia de fecalismo al aire libre en importantes zonas de la capital de Yucatán y por todo el estado -en especial en las comunidades rurales-, es uno de los indicadores más significativos de rezago y pobreza en la entidad.
Tan sólo en 2018, este problema provocó un aumento de cerca del 10% en la incidencia de giardiasis, una enfermedad diarreica ocasionada por un parásito que llega al humano a través de las heces humanas o animales en la intemperie.
Esto colocó a la entidad entre los seis estados con mayor número de casos en el país, según cifras de la Secretaría de Salud federal, y a pesar de ser la zona con mayor desarrollo, la capital Mérida aún presenta focos rojos, en especial en las colonias del Sur, de las comisarías y subcomisarías que conforman su zona rural.
El director municipal de Desarrollo Social de esta ciudad, José Luis Martínez Semerena, indicó que una de las principales causas de desigualdad y prevalencia de la pobreza en Mérida son sus altos índices de fecalismo al aire libre, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En entrevista para la agencia del estado mexicano Notimex, expuso que este año invertirán 30 millones de pesos, provenientes de los apoyos federales que anualmente recibe Mérida, para construir baños ecológicos, los cuales han logrado reducir la práctica de fecalismo al aire libre.
La idea es construir por lo menos 150 baños ecológicos en los puntos en los que el Coneval ha señalado como críticos, y que coinciden con la información que tiene el municipio, que son el Sur y la zona rural de Mérida.
A nivel estatal, por lo menos 60,000 habitantes se han beneficiado con la construcción de más de 15,000 sanitarios ecológicos, según datos del Organismo de Cuenca Península de Yucatán (OCPY) de la Comisión Nacional del Agua.
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Mientras que de 2013 a 2017 se han invertido en estas obras 816.72 millones de pesos, de los cuales, 617.52 millones corresponden al gobierno federal, a través de Conagua, y los 199.2 millones restantes son del gobierno de Yucatán y de los municipios beneficiados.
En tanto, las playas de Río Lagartos y Dzilam Bravo son las que tienen mayor número de bacterias fecales en ese estado, según el informe del Programa de Playas Limpias, realizado por la Comisión Federal para la Protección contra Riegos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Las dependencias mencionadas analizaron la calidad del agua de 269 playas en 17 estados costeros del país, ya que en la mayoría de éstas "existen factores que afectan el agua, como drenajes pluviales, descargas de aguas residuales y asentamientos irregulares que no cuentan con infraestructura de saneamiento y alcantarillado".
El análisis consiste en la detección de bacterias enterococcus faecalis –provenientes de heces fecales de humanos y animales– en el líquido. Una playa implica riesgo sanitario si excede los 200 enterococos por cada 100 mililitros de agua.
Si la cifra es menor, resulta apta para su uso recreativo. En el último estudio, realizado en junio y publicado a principios de julio, se establece que las 17 playas yucatecas estudiadas son aptas para uso recreativo.