El periodista del portal Guerrero al Instante, Rogelio Barragán, fue hallado muerto dentro de la cajuela de un vehículo con varias "lesiones contusas en el rostro y una lesión en la cabeza, informó la Fiscalía del estado de Guerrero.
De acuerdo con las autoridades, se encontró el cuerpo del director del portal dentro de un auto color Jetta gris cerca de las 18:20 horas del martes 30 de julio, cuando elementos de la Coordinación General de Servicios Periciales acudieron a la calle Circunvalación, en la colonia Benito Juárez del municipio de Zacatepec.
La Fiscalía del estado informó que la madre de la víctima fue quien había reconocido el cuerpo de Rogelio, quien murió a los 47 años de edad. Además, el portal de noticias lamentó su muerte con un mensaje a través de su perfil de Facebook: "Dios te tenga en su santa gloria, un fuerte abrazo hasta el cielo".
Según informes de los vecinos de la zona, el automóvil había sido abandonado desde una noche antes del descubrimiento, sin embargo, hicieron el reporte ante las autoridades hasta la tarde del 30 de julio.
"Tenía más de 10 años de trabajo periodístico, sobre todo de nota roja", dijo para la agencia AFP la representante de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) Balbina Flores. Asimismo, señaló que el perfil de Barragán era el un reportero que "enfrentaba riesgos".
"Seguiremos investigando más para tener certezas sobre si su asesinato tuvo que ver con su labor" al frente del portal de noticias, dijo Balbina. Y es que durante la actual administración, la cual comenzó el 1 de diciembre de 2018, se han contabilizado el asesinato de más de diez comunicadores en México, todos ellos en posible relación con su labor periodística.
"Ha sido un año terriblemente desastroso para la libertad de prensa. Esperábamos que esta situación no continuara en lo que va de esta administración, pero hemos visto que no ha sido así, esto ha retrocedido", concluyó Balbina.
Otros casos representativos en lo que va del año son el de Norma Sarabia, reportera del diario Tabasco Hoy, donde trabajó como corresponsal por más de 20 años, y quien a sus 46 años fue acribillada afuera de su casa ubicado en Huimanguillo, el municipio más grande del estado.
El primer homicidio que cimbró la administración de López Obrador fue el de Alejandro Márquez, dueño y reportero del Orión Informativo, cuyo cuerpo fue hallado sin vida en la carretera Tepic-Pantanal en Nayarit el 1 de diciembre.
El segundo periodista asesinado en lo la 4T fue Diego García, el 6 de diciembre. El reportero de 35 años fue asesinado mientras circulaba en su automóvil en el municipio de Ecatepec, Estado de México. De acuerdo con testimonios, el periodista fue interceptado por hombres armados en la colonia Jardines de Morelos.
El mismo día de la muerte de Diego García, el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, publicó en su cuenta de Twitter que el gobierno ya trabajaba en un plan de prevención, protección, acceso a la justicia y reparación de daño que diera garantías a los periodistas. No obstante, los homicidios siguieron ocurriendo.
Un mes después, el 20 de enero, se halló el cuerpo del periodista Rafael Murúa en Baja California Sur y así se inauguró el número de asesinatos durante 2019. Murúa era director de la radio comunitaria Radiokashana y desde 2017 había recibido amenazas por parte del del alcalde del municipio de Mulegé.
Poco después de juramentar su cargo el 1 de diciembre, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que pondría fin a los homicidios contra los periodistas, pero la situación para los profesionales de la comunicación no ha cambiado.
De acuerdo con la organización en defensa de la libertad de expresión, Artículo 19, desde 2000 a la fecha se han documentado 128 asesinatos a periodistas mexicanos, todos ellos en posible relación con sus labores periodísticas. Del total, 118 son hombres, mientras que 10 son mujeres.