Actualmente el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tiene presencia en 22 de las 32 entidades federativas del país. Un contraste notorio si se le compara con los inicios de la década, cuando la organización únicamente tenía control en el estado de Jalisco.
Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Puebla, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Jalisco, Tamaulipas, Colima, Michoacán, Morelos, Guanajuato, Nayarit, Guerrero, Veracruz, Estado de México y Ciudad de México, son los estados en los que se han detectado movimientos del CJNG.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos lo tiene considerado como uno de los seis cárteles más importantes de México, y también como uno de los cinco grupos delictivos transnacionales más peligrosos del mundo.
Reportes de la Administración para el Control de Drogas (DEA) detallaron que el cártel liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias "El Mencho", tiene presencia en países de Europa, Asia y Oceanía.
En la lista de los 10 criminales más buscados por el gobierno de Estados Unidos, las autoridades ofrecen una recompensa de USD 10 millones por cualquier información verdadera sobre el paradero del "Mencho".
Informes de la DEA y su Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas 2018 señalaron que el CJNG se dedica a la manufactura y tráfico de grandes cantidades de metanfetamina (cristal, ice, hielo, crico, cristo, foco o meth) y fentanilo, el opioide responsable de al menos 72 mil muertes en Estados Unidos.
El Cártel de Sinaloa, por su parte, aún opera en 13 entidades federativas y es catalogada como la organización criminal mexicana de mayor crecimiento a nivel internacional. Sin embargo, con la caída de su líder en 2016, se produjeron una serie de cambios y disputas por territorio en la estructura criminal del narco mexicano.
Así lo reveló un mapa que fue entregado por el gabinete del ex presidente Enrique Peña Nieto a la actual administración de López Obrador, a finales de 2018.
En el mapa, elaborado con la información de los reportes de inteligencia, es visible que el Cártel de Sinaloa, CJNG y Los Zetas participaron en la mayor parte de los enfrentamientos, ya fueran entre sí o contra otras organizaciones menores que tenían control de ciertos territorios: el cártel de Santa Rosa de Lima, La Familia, Los Rojos, Guerreros Unidos, Sangre Nueva Guerrerense, etc.
En el caso concreto del Cártel Jalisco Nueva Generación, se registraron conflictos con otras organizaciones en al menos 74 municipios de la frontera norte, el pacífico y la zona del Bajío mexicano.
Mediante el uso de la violencia y las alianzas con grupos criminales locales, han desplazado a los cárteles históricamente dominantes, como el de Sinaloa y de los Beltrán Leyva, en puntos claves para el tráfico de droga en la costa del Pacífico.
De acuerdo con Renato Sales, ex Comisionado Nacional de Seguridad, el CJNG aprovechó la captura del "Chapo" para tomar control del estado de Colima y especialmente del puerto de Manzanillo, considerado como un "tesoro" para el narcotráfico mexicano, pues es por donde entra la mayor parte del fentanilo que se produce en China y que luego es llevado a territorio estadounidense.
Esta nueva droga representa la evolución más importante en el mercado de estupefacientes, pues atrás quedó la era de grandes producciones de marihuana, cocaína y heroína, que fueron ampliamente elaboradas y transportadas por la organización del "Chapo" Guzmán.
En el país vecino del norte, el tráfico de drogas lo realiza a través de varios corredores de la frontera suroeste de EEUU, localizados en Tijuana, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo, para llegar a destinos como Los Ángeles, Nueva York y Atlanta.
Asimismo, la DEA detalló que la rápida expansión del CJNG se debió a que sus actividades de narcotráfico se caracterizaron por los violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del gobierno y de cárteles rivales.
Entre los hechos más violentos que el cártel ha protagonizado en contra de autoridades mexicanas, está la emboscada en abril de 2015 en Guadalajara, donde fallecieron 15 policías estatales.
Ese mismo año, en la costa sur de Jalisco, el CJNG derribó un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana cuando presuntamente las autoridades iban tras el líder y fundador de esta organización criminal.