El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que la economía no está creciendo como el mandatario quisiera, pero que tampoco hay riesgos de recesión, como acusan sus críticos.
"Vamos bien, estamos bien y de buenas, no está creciendo la economía como quisiéramos, pero tampoco hay riesgos de recesión, tenemos otros indicadores, que demuestran que estamos bien", declaró el presidente mexicano en una entrevista con Bloomberg.
"Por ejemplo: el peso se ha fortalecido, es la moneda que más se fortaleció en el mundo con relación al dólar; la inflación es más baja este año que en 2018; el salario mínimo aumentó 16%, algo que no había sucedido en 36 años; este año, el promedio del salario en el Seguro Social es, en términos nominales, de los más altos en 10 años", argumentó el mandatario de 65 años.
"Tenemos buenos indicadores, pero de recesión nada que ver con lo que pasó por ejemplo en 1994 y 1995", dijo, refiriéndose a la crisis económica de aquellos años, cuando el peso se devaluó y obligó a la intervención del gobierno estadounidense encabezado por Bill Clinton, que le dio un crédito a México para salvar al país de la caída total.
"En ese momento empezaba el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) y terminó bien su mandato, incluso admirado por algunos, reconocido como un presidente que dio un buen manejo a la economía", aseveró el mandatario.
Un nuevo "milagro mexicano"
López Obrador, que concedió su primera entrevista a un medio extranjero desde que asumió la presidencia de México en diciembre, aceptó que no es "fanático" de la economía. "Me ocupo de asuntos políticos. Se exageró cuando se elevó la economía a rango supremo, y se subordinó todo lo demás", dijo.
Para el presidente de 65 años la intención es crecer un 4% en promedio al año en su sexenio (2018-2024). "En el año 2024 necesitamos crecer a un seis por ciento", precisó, añadiendo que los números no fueron escogidos al azar.
"¿Por qué cuatro por ciento? En el periodo que yo llamo neoliberal, que fueron 36 años de política de ese tipo, el crecimiento promedio fue de 2%", explicó. El tabasqueño se refirió a la época comprendida entre 1982 y 2018, cuando los presidentes mexicanos que gobernaron lo hicieron siguiendo políticas de ese tipo.
"Antes de 1982, desde la década de los 40 del siglo pasado hasta entonces, crecimos al 5% o al 6% anual. Sin devaluación, hubo un tiempo de crecimiento, el milagro mexicano, eso queremos", completó.
Y es que el periodo comprendido entre 1952 y 1970 es conocido como el "milagro mexicano", ya que los gobernantes de entonces aplicaron un modelo de desarrollo estabilizador basado en un desarrollo económico que cuidaba celosamente la inflación y el déficit de la balanza de pagos, generando estabilidad en el país.
"Tenemos mucha confianza en que vamos a lograr no sólo crecimiento, sino desarrollo. Desarrollo es crecer y distribuir la riqueza, aunque el crecimiento sea escaso, hay una mejor distribución que nuestro gobierno está haciendo, hay más bienestar", reiteró.
El ejemplo de Brasil en el caso mexicano
Cuestionado por Richard John Micklethwait, editor en jefe de Bloomberg, sobre si México podía seguir los pasos de Brasil y encarcelar a un ex presidente como lo hicieron con Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente mexicano contestó afirmativamente, pero con precaución.
"Sí, peor es hacia el futuro", sentenció. "Pero legalmente sería muy complicado, porque desde hace 150 años hay impunidad constitucional, antes, en México la corrupción no era delito grave", explicó.
"Cuando digo que el problema es la corrupción es porque todo el andamiaje jurídico estaba hecho para permitir la corrupción", detalló. "Desde la segunda Constitución federal del país (1857), se establece que sólo se puede juzgar al presidente por traición a la patria, eso continúa en la Constitución de 1917″, contó.
"Envié una reforma constitucional para que el presidente de México pueda ser juzgado como cualquier ciudadano", añadió.