La reparación de las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), provocó el desarreglo y daño de algunas pinturas antigüas que decoran los corredores de la dependencia.
Debido a las salpicaduras de pintura para interiores, que recibieron algunas de las obras del mexicano Diego Rivera, éstas terminaron con averías irreversibles.
Según declaró Milenio, el mural más dañado es La Danza de los Listones, pintado entre 1923 y 1924. En él, se plasma la escena de una fiesta ritual relacionada con la agricultura. Según la etiqueta de información, la técnica utilizada es Fresco 4.48 x 3.66 m.
En La Fundición, las salpicaduras irrumpen en las tonalidades grisáceas que recrean el proceso donde el fuego abrasador derrite el metal. Dicha composición simbólica de Diego Rivera, simboliza la estática social fracturada por la Revolución, movimiento que se constituye como un elemento purificador, moral e intelectual que resplandeció la nueva nación mexicana.
El Fresco de Los Tejedores realizado hace casi 100 años es otra de las obras dañadas del exponente más importante del muralismo mexicano. En ella se recrea el arte del hilar y tejer, ocupación primordialmente femenina que en la época prehispánica fue considerado con un don divino.
Aunque la afectación es menor La Zandunga se observa el gran descuido de los trabajadores al pintar el techo de los pasillos. La obra pretende representar las aportaciones españolas a la cultura mexicana. Diego Rivera, cautivado por el colorido, la música y la algarabía de la fiesta tehuana, inmortalizó a la altiva mujer zapoteca. El Fresco que data de 1924, es de 4.72 x 3.61 m.
La SEP, que se ubica en República de Argentina número 28, en el Centro Histórico, de la Ciudad de México, reguarda la obra de otros personajes como Xavier Guerrero, Roberto Montenegro, y Carlos Mérida.
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Un reporte hecho por Milenio, destapó que las remodelaciones al inmueble habrían sido realizadas desde finales de noviembre del año pasado cuando se celebró el 90 aniversario de la conclusión de éstos murales.
En mayo de 2018, una pintura del artista mexicano, Diego Rivera (1886- 1957) fue vendida en Nueva York, Estados Unidos a un promedio de USD 9.76 millones, el precio más alto pagado por una obra de arte latinoamericana.
El récord anterior le pertenecía a la pintora mexicana, Frida Khalo, con quien tuvo una relación de 1930 a 1950.
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La obra de la mexicana titulada Dos desnudos en el bosque (la tierra misma) había alcanzado un valor de casi USD 8 millones cuando fue vendida en 2016.
Los Rivales, vendida en la casa de subasta Christie's aun coleccionista anónimo, ahora ha fijado una nueva marca entre las pinturas procedentes de América Latina.
La colorida obra en óleo a gran formato, representa a dos hombre que asisten a una fiesta tradicional mexicana. Está inspirada en el estado de Oaxaca. Destacan sus colores y figuras bellamente delineadas.