Antes de que desapareciera, Daniela Ramírez pidió ayuda durante 14 minutos. A través de Whatsapp, la joven de 18 años alertó a uno de sus amigos que un taxista la había secuestrado. Esa, fue la última oportunidad que tuvo Daniela para que alguien la rescatara.
Como la joven, aproximadamente cinco mexicanos son secuestrados cada día, según el estudio de la Situación de los Secuestros en México de la UNAM.
Ante la ola de plagios cometidos en la Ciudad de México, en dos semanas iniciará la instalación de cámaras y dispositivos GPS en la unidades de transporte de metrópoli mexicana.
De acuerdo a la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, el programa arrancará en la alcaldía Iztapalapa y se prevé que este año se instalen en al menos 10 mil y 16 mil unidades. La seguridad se reforzará en las rutas con mayor índice delictivo.
Además de dichas medidas, ya fueron desplegados oficiales de la policía de transporte capitalina.
En tanto, en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, se continúa capacitando a los oficiales de la Policía Auxiliar, así como de la Bancaria e Industrial, que operan en el transporte.
Según un boletín estadístico de la incidencia delictiva en la Ciudad de México, al menos nueve secuestros de lugar no especificado fueron reportados.
Los Datos Abiertos de la Ciudad de México registraron a más de 113,415 víctimas de hechos violentos en lo que va de enero a junio. 571 de ellos se trataron de secuestros.
Aunque en los últimos años, la capital nunca había estado ajena al terror, en la actual administración capitalina, el modelo de seguridad pública ha resultado disfuncional.
El peligro ronda la capital del país
Recientes plagios en la Ciudad de México han cimbrado la capital del país. Como el de Monserrat Serralde, de 31 años, quien fue reportada como desaparecida, luego de que saliera de su casa y tomara un taxi en Avenida del pacífico en la alcaldía Coyoacán para dirigirse a su trabajo.
Debido a lo inusual de la situación, los jefes de la mujer llamaron a su casa para saber por su ausencia.
Ni los padres ni sus conocidos tenían conocimiento de que la joven se hubiera desviado, por lo que temieron lo peor. De inmediato, iniciaron una desesperada búsqueda para la localización de la joven.
Pero fue la valentía de Monserrat, la que la puso a salvo y pudo contar lo que le sucedió.
Después de que ésta abordara un taxi para ir a su trabajo, el conductor bajó los seguros y comenzó a agredirla, además la despojó de sus pertenencias. Desvió la ruta y la llevó a un lugar desconocido.
Monserrat intuyó que se trataba de un secuestro por lo que aún y con el auto en movimiento, decidió saltar y protegerse.
La caída le provocó lesiones y resultó con una fractura en el cráneo que hizo que perdiera el conocimiento.