La periodista y escritora Lydia Cacho fue víctima de un robo en su casa de Puerto Morelos, en Quintana Roo, donde dos hombres entraron a la finca y se llevaron equipo de trabajo, incluyendo una grabadora de audio, tres cámaras fotográficas, tarjetas de memoria, una computadora portátil, y 10 discos duros con información de alto interés público relacionada con casos de pederastia.
Además del robo de información, desordenaron su recamara, destrozaron objetos, entre ellos fotografías familiares y ropa interior, y mataron a una perra que protegía la casa y a otra la envenenaron.
"Expertos en seguridad, consultados por la periodista después del allanamiento, aseguran que 'iban por ella' y que, afortunadamente, no se encontraba en su hogar", señaló la organización Artículo 19 en una alerta para denunciar el allanamiento a la casa de la periodista.
Cacho se ha dedicado a investigar casos de pederastia que involucran a personajes de alto perfil en México. En 2005 publicó el libro los Demonios del Edén en el que señalaba a Jean Succar Kuri y Kamel Nacif Borge, conocido como "El Rey de la Mezclilla", el primero detenido y sentenciado, el segundo con una orden de aprehensión liberada, de ser parte de esta red.
Luego de ser denunciada en el estado de Puebla por Nacif, quien acusó difamación y calumnia, fue detenida y sometida a diversos actos de tortura, en los que acusó la complicidad del entonces gobernador poblano Mario Marín.
Cacho abandonó la cárcel bajo caución y pudo enfrentar el proceso en libertad. El 17 de enero de 2006 la periodista fue exonerada de los delitos.
Pero meses después se filtró a la prensa una llamada de Nacif Borge en la que felicitaba a Marín por la detención de Lydia Cacho.
En la conversión, ambos expresan insultos hacia Cacho y hacen referencia a lo que presuntamente era un acuerdo para enviar a menores de edad a la casa del gobernador.
En 2016, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó de la investigación las redes de pederastia y pornografía infantil, con el propósito de concentrarse en la presunta responsabilidad política del mandatario poblano. La Corte falló a su favor, ya que también determinó que nunca se violaron los derechos humanos de la periodista.
"Para ARTICLE 19, las agresiones del día de ayer constituyen un ataque frontal a la búsqueda de justicia de Lydia, que ha llevado más de 14 años. En su momento el CDH (Comité de Derechos Humanos de la ONU) señaló que 'las agresiones que sufrió la periodista habían sido focalizadas y con contenido discriminatorio en razón de género y connotación sexual'. El mismo patrón sucedido en el 2005 se repite en las agresiones de ayer; la ruptura de fotos familiares, de su ropa íntima y el asesinato de su perra, pretenden dar un mensaje amenazador e intimidante para la periodista", agregó la organización sobre el robo en la casa de Cacho y agregó que todo el material robado está respaldado con copias en el extranjero.
En enero de este año y a 14 años de distancia de los hechos por los que Cacho fue liberada y encarcelada, el gobierno mexicano pidió cinco veces perdón a la periodista al reconocer que se habían violados sus derechos humanos.
Los cinco elementos por los que el Estado pidió perdón son violación del derecho a la libertad de expresión; detención arbitraria; tortura como instrumento de investigación; violencia y discriminación en razón de su género; e impunidad y corrupción alentada por las instituciones.
Ahora, Mario Marín es buscado por la Interpol, mientras que sobre Kamel Nacif también pesa una orden de aprehensión. Los dos están acusados por actos de tortura en contra de la periodista.