La defensa legal de Joaquín "El Chapo" Guzmán, presentó el recurso de apelación de la sentencia de cadena perpetua más 30 años de prisión que el juez Brian Cogan le dio al ex líder del cártel de Sinaloa.
Este lunes se dio a conocer que el abogado Mark Fernich, presentó la notificación de apelación ante el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Segundo Circuito el jueves, un día después de que el capo de 62 años de edad fuera condenado en una sala federal de Brooklyn.
Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias "El Chapo", fue acusado de ser el líder de una empresa criminal continua, de conspirar para introducir toneladas de droga a los Estados Unidos, de utilizar armas con violencia y de lavado de dinero.
El miércoles 17 de julio, luego de que se diera a conocer la sentencia, Jeffrey Lichtman, el abogado que encabeza la defensa de Guzmán Loera en Estados Unidos, informó que apelarían la condena, ya que el capo mexicano no había tenido un juicio justo.
"Yo no vengo a decirles aquí que Guzmán es un santo, no… solo pedimos un juicio justo, él merece un juicio justo, todos en Estados Unidos merecen un juicio justo".
El abogado de Guzmán Loera dijo que los testigos mintieron deliberadamente al juez con el propósito de obtener beneficios en sus condenas o incluso, para no pisar la cárcel.
"Violaron la ley, quebraron la ley 5 jurados… pero no pudimos tener ni una audiencia con el juez para saber por qué paso, eso hubiera permitido tener una segunda ronda".
La defensa legal de Guzmán Loera señaló que la apelación giraría en torno a las condiciones inhumanas en las que el mexicano se encuentra recluido.
"Se le ha sujetado a condiciones que equivalen a una pena de muerte", denunció otro abogado de Guzmán.
Mariel Colón, quien es parte del cuerpo legal que defendió a "El Chapo", ejemplificó las condiciones en las que se encuentra el narcotraficante mexicano
"Sólo puede beber agua de la llave en donde se puede ver el moho.
El recurso legal será analizado por un panel de 3 jueces, aunque hasta el momento se desconoce el tiempo que podría llevar su determinación.
"Aquí no hubo justicia" las palabras de "El Chapo" previo a conocer su sentencia
Antes de que se impusiera su condena, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, de 62 años, tuvo derecho a hablar, por lo que aprovechó para denunciar las condiciones de confinamiento que tuvo en Estados Unidos desde que fue extraditado.
"Cuando me extraditaron, esperaba tener un juicio justo donde la justicia era ciega y mi fama no sería un factor, pero lo que sucedió fue en realidad lo contrario", dijo.
"El gobierno de los Estados Unidos me enviará a una prisión donde nunca volverán a escuchar mi nombre. Aprovecharé esta oportunidad para decir que aquí no hubo justicia", enfatizó.
A través de un intérprete, "El Chapo" aseguró que la situación en la que se encuentra recluido es "una tortura psicológica, emocional, mental, las 24 horas del día".
Insistió en que esas condiciones son "una falta de respeto por la dignidad humana" y culpó al juez Brian Cogan por su condena. Lo acusó de haberle "negado un juicio justo cuando todo el mundo lo estaba viendo", el cual dijo, "estuvo estado manchado por la mala conducta del jurado".
"Estados Unidos no es mejor que cualquier otro país corrupto", dijo.
"El Chapo" ya se encuentra en la prisión de la "Alcatraz de las Montañas Rocosas"
Joaquín "El Chapo" Guzmán fue trasladado a la prisión federal estadounidense ADX Florence en Colorado, luego de horas de especulaciones en las que ni sus abogados sabían a dónde había sido trasladado su cliente.
La prisión federal ADX Florence, a la que se conoce como el "Alcatraz de las Montañas Rocosas", es considerada la más segura del país y es la única con la etiqueta "Supermax", de la que nadie ha escapado desde su apertura en 1994 .
En esta prisión, donde se encuentran varios de los reos considerados como los más peligrosos, Guzmán Loera se reencontrará con su pasado al coincidir con dos de sus rivales en México con los que libró sanguinarias batallas por el control del mercado de la droga en territorio azteca y Estados Unidos.
Se trata de Osiel Cárdenas Guillén, ex líder del Cártel del Golfo, y Francisco Javier Arellano Félix, del Cártel de Tijuana y quien fuera uno de los principales rivales de "El Chapo".
Francisco Javier, el menor de los siete hermanos Arellano Félix, fue sentenciado en 2007 a cadena perpetua en Estados Unidos un año después de haber sido capturado en aguas internacionales luego de 14 meses de investigación.
Logró reducir su condena a 23 años de prisión luego de aceptar colaborar con las autoridades. Documentos judiciales señalan que admitió que él era el principal administrador de la organización delictiva y que ésta distribuía centenares de toneladas de cocaína y marihuana a Estados Unidos.
También admitió su responsabilidad material e intelectual en el asesinato de "numerosas personas" así como el obstruir en numerosas ocasiones las investigaciones y procesamiento judicial del cartel de drogas mediante el pago de millones de dólares en sobornos a agentes policiales y militares.
A mediados de la década pasada, "El Chapo" Guzmán y Osiel Cárdenas fueron los principales protagonistas de la "narcoguerra" que se libraba en México, como declaró en 2005 el entonces titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra Delincuencia Organizada (SIEDO), José Luis Santiago Vasconcelos.
Aunque Osiel Cárdenas fue capturado en 2003, desde la cárcel de máxima seguridad de La Palma, en el Estado de México, manejaba el Cártel del Golfo, organización en la cual iniciaron "Los Zetas" como uno de sus brazos armados, para después transformarse en un cártel independiente.
Cárdenas Guillén disputó a los hermanos Arellano Félix la plaza de Tijuana y al mismo tiempo evitó que el Cártel de Sinaloa entrará a Tamaulipas, entidad donde históricamente operaba el Golfo.
En México se le conocía como "El Mata Amigos", por haber traicionado a uno de sus compañeros de cártel para robarle a su mujer y luego asesinarlo.
El 19 de enero de 2007 fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrentó 19 cargos. En 2010, durante su juicio, se declaró culpable de un cargo por narcotráfico, uno por lavado de dinero y tres por extorsión a agentes federales de EEUU. A cambio le fueron retirados otros doce cargos por narcotráfico. Se le dio una sentencia de 25 años de prisión y una multa de 50 millones de dólares.