Las joyas incautadas y aseguradas a narcotraficantes por parte de las autoridades mexicanas, que serán subastadas la próxima semana para destinar las ganancias a zonas pobres del país, fueron exhibidas este domingo en el Centro cultural de Los Pinos, abierto a todo el público.
El lugar, donde el acceso es gratuito, abrió antes del mediodía (tiempo de la Ciudad de México) suy puertas y las del salón llamado Venustiano Carranza para que la gente pudiera ver las joyas, aunque no fueran compradores potenciales, y lo podrán hacer el resto de la semana en los horarios marcados.
A través del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), el gobierno mexicano pondrá a la venta a través de una subasta "a paleta alzada" 153 joyas, desde anillos y relojes hasta diversos artículos de joyería en oro de diversos quilates.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aseguró la semana pasada que una parte del dinero que se obtenga del remate, a realizarse el próximo domingo 28 de julio también en Los Pinos, se entregará a comunidades necesitadas en la sierra del estado de Michoacán.
De acuerdo con el mandatario, "el dinero y las extravagancias son efímeras, se van a vender y se van a exhibir" las joyas, dijo. "El que quiera verlas las puede conocer, pero luego se van a subastar", completó.
Esto se hará a través del Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado, que el presidente de 65 años creó en mayo pasado precisamente para realizar este tipo de subastas de inmuebles y posesiones que han sido incautadas a criminales de cuello blanco y también a miembros de grupos organizados.
A finales de mayo se llevó a cabo la primera subasta, que consistió en los automóviles de lujo donde se recaudaron 28 millones de pesos (USD 1,5 millones), que fueron entregados un par de semanas después a varios municipios del estado de Oaxaca, donde se encuentran las zonas más pobres del país.
Posteriormente, el gobierno de López Obrador recaudó poco menos de USD 3 millones en la subasta de inmuebles incautados al narcotráfico, pero fue apenas una tercera parte de su meta original, ya que pretendía reunir unos USD 8,8 millones para destinarlos a zonas pobres del estado de Guerrero.
En 18 de los 27 inmuebles ofertados, la subasta fue declarada desierta, debido a los temores que había entre los compradores de una posible venganza por parte de los narcotraficantes y sus aliados, y por los nueve que fueron vendidos se pagaron un total de 56,6 millones de pesos (aproximadamente USD 2,9 millones), de acuerdo con el SAE.
Para la subasta de las joyas, el SAE espera reunir entre 30 y 35 millones de pesos, que en dólares representa 1,8 millones, debido a la "extravagancia" de los objetos de lujo.
Según la lista hecha pública por el SAE, el lote marcado con el número 71, integrado por un reloj para dama marca Gucci, es el de menor precio de salida con 10.200 pesos.
En cambio, la joya con el mayor costo de venta es el número 130, un reloj para caballero marca Piaget, caja y extensible en oro blanco de 18 quilates con 49 diamantes, y con un valor de 2,95 millones de pesos.
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Pero, debido a que fue la Fiscalía General de la República (FGR) quien incautó un 90% de los objetos que se rematarán el próximo domingo, el gobierno advirtió que no se se podrán utilizar todos los fondos recaudados para los programas sociales de López Obrador.
'Los Pinos', de residencia presidencial a Centro cultural
La antigua residencial oficial de los presidentes mexicanos, llamada Los Pinos, fue proclamada por López Obrador como un lugar "para el pueblo". Abrió sus puertas al público como centro cultural y dejó de funcionar como hogar de los mandatarios desde la toma de protesta del tabasqueño el 1 de diciembre pasado.
El titular del Ejecutivo, emulando al ex presidente Benito Juárez, vive desde finales de junio en Palacio Nacional, ubicado en el centro histórico de la Ciudad de México, desde donde despacha los asuntos de gobierno.
"Fue una de las cosas que tomamos en cuenta para no vivir en Los Pinos. Juárez vivió en un espacio modesto, nosotros decidimos regresar a vivir aquí, que el presidente y su familia vivan en Palacio y tampoco haya lujo", concluyó.
López Obrador, sin embargo, vivirá en otra zona del lugar, en una "esquina" donde el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) adaptó un pequeño departamento y que mantuvo sin cambios el también ex mandatario Enrique Peña Nieto (2012-2018), a pesar de que éste último vivió, como Calderón, en Los Pinos.