Los dos narcotraficantes tienen historias similares: lograron sembrar terror y violencia a través de sus organizaciones criminales y fueron capaces de llegar hasta las últimas consecuencias para evitar pasar sus últimos días en una prisión de Estados Unidos.
El Cártel de Medellín, que fundó el narcotraficante Pablo Escobar en Colombia, tenía un lema: "Preferimos una tumba en Colombia a una cárcel en Estados Unidos", bajo el cual se movió en los tiempos en los que la organización criminal se empezaba a tambalear ante la persecución del gobierno.
Cuando se vio cercado por el gobierno y la justicia, Escobar negoció con el Ejecutivo en 1991, el acuerdo era entregarse a cambio de no ser extraditado. El Gobierno cedió y ordenó, por decreto, la prohibición para extraditar a sus ciudadanos.
El narcotraficante logró evitar para siempre a la justicia estadounidense, luego de morir durante un tiroteo el 2 de diciembre de 1993.
Sin embargo, para el mexicano, Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, fundador del Cártel de Sinaloa, el final será distinto, ya que no sólo fue extraditado por México a Estados Unidos sino que esta semana fue sentenciado a cadena perpetua más 30 años, lo que lo obligará a pasar el resto de su vida en una prisión estadounidense de máxima seguridad, donde no volverá a tener contacto cercano con otro ser humano.
A juicio de analistas consultados por Infobae México, enfrentará la humillación que Escobar logró evitar aunque haya pagado con su vida.
"Al final de cuentas Escobar falleció, pero siempre estuvo evitando la extradición. Y aunque Colombia y México han enviado a Estados Unidos a otros criminales, no han pasado por la humillación mediática por la que ha pasado 'El Chapo' desde su extradición", señaló Jonathan Rosen, experto en temas de crimen organizado y co autor de libros como Drug Trafficking, Organized Crime, and Violence in the Americas Today.
Durante más de dos décadas, Guzmán Loera y el Cártel de Sinaloa extendieron su red criminal a todo México y a 50 países en todos los continentes. Durante el llamado juicio del siglo que se desarrolló en Nueva York, "El Chapo" fue declarado culpable de 10 delitos relacionados con el tráfico de drogas y el lavado de dinero. Además, el gobierno estadounidense busca incautar USD 12, 500 millones que presuntamente habría ganado a lo largo de su carrera por la venta de drogas en EEUU.
En México logró armar toda una red de corrupción que le permitió operar libremente, evadir la acción de la justicia y escaparse dos veces de prisiones de máxima seguridad, pero ahora, "controlaba las cárceles, pero ya perdió todo, y ahora va a sufrir mucho en una celda 23 horas al día desde la que no va a poder controlar nada", dijo Rosen.
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Después de su tercera captura en territorio azteca, el 8 de enero de 2016, el mensaje de Guzmán Loera a sus abogados era claro: no permitir que fuera extraditado a Estados Unidos, para lo cual llegaron hasta instancias como la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), aún el día que fue sentenciado, el 17 de junio, su defensa en Ciudad de México insistía en que su extradición había sido ilegal, pero la suerte ya no estaba del lado del narcotraficante.
Para "El Chapo" enfrentar el final al que siempre le temió Pablo Escobar representará "una profunda depresión porque simplemente no le gusta estar encerrado y para Estados Unidos es un triunfo que lanza el mensaje de que la justicia siempre gana", dijo Carlos Rodríguez Ulloa, analista del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede).
A cambio de no ser extraditado a EEUU, Pablo Escobar estuvo recluido en "La Catedral", una prisión en la que compartía celda con sus colaboradores, además de que gozaba de toda clase de lujos.
Sin embargo, Guzmán Loera no tendrá ese lujo, videos que circularon esta semana sobre sus últimos meses encarcelado en México, el capo clama a las autoridades del penal por un poco de sol y más horas de sueño.
A pesar de sus súplicas, ya tenía planeada una tercera fuga de una cárcel de máxima seguridad en México, por lo cual fue trasladado del penal del Altiplano al de Ciudad Juárez y finalmente extraditado a Estados Unidos, el 19 de enero de 2017.