Las autoridades mexicanas aumentaron este jueves la vigilancia a lo largo del río Bravo, mientras que un grupo de bomberos de Matamoros colocaron esta tarde una cruz de madera justo donde fueron encontrados hace casi un mes los cuerpos de la menor de un año y 11 meses, Valeria, y el de su padre, Óscar Martínez.
Además de la cruz de madera, fueron colocadas coronas flores con listones en el lugar donde hace casi un mes fueron encontrados estos dos migrantes salvadoreños luego de morir ahogados al intentar cruzar a Estados Unidos.
A la par, para inhibir el flujo de migrantes que intentan cruzar nadando al otro lado de la frontera delimitada por este río, fuentes del Instituto Nacional de Migración (INM) indicaron a la agencia Efe que hay mayor número de elementos dedicados a neutralizar a los migrantes que intentan cumplir el llamado "Sueño Americano".
Bajo la sombra de un árbol, yace la cruz que rinde tributo y sirve para recordar la tragedia de estos migrantes salvadoreños, cuyo único sueño era el de tener una vida mejor.
"En memoria de la pequeña Angie Valeria y su papá Oscar Alberto, 23 de junio de 2019″, se lee en la insignia religiosa de madera clara que fue incrustada con cemento sobre la tierra a un costado del río.
La vigilancia se intensificó después de aquella tragedia y de que un grupo de 17 migrantes, la mayoría de nacionalidad cubana, cruzó en la víspera a nado las aguas del río Bravo, con el objetivo de internarse a Estados Unidos, según el delegado del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, Enrique Maciel Cervantes.
De estos migrantes, 15 se echaron a nadar y dos mujeres utilizaron un colchón inflable para cruzar a Estados Unidos por las aguas del río.
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De acuerdo con Maciel Cervantes, estas 17 personas que cruzaron nadando "estaban desesperadas" porque ya tenían de 3 a 4 meses en la lista de espera para obtener una cita con las autoridades de migración de Estados Unidos para tramitar su petición de asilo.
Ante esta situación, Maciel Cervantes dijo que el gobierno federal mexicano decidió implementar un operativo de vigilancia por lo cual este jueves se pudo observar a lo largo del bordo de contención del río, a elementos de la Guardia Nacional quienes realizan trabajos de patrullaje y supervisión.
Esta acción de las autoridades tuvo como efecto principal el que los migrantes, alrededor de 20, volvieran a reunirse en la plaza de descanso donde comienza el puente internacional que comunica a Matamoros, Tamaulipas con Brownsville, Texas.
Los migrantes señalaron a la prensa que se encuentran cansados y fastidiados por tanto esperar ya que la situación económica ha comenzado a mermar sus bolsillos.
Algunos han comenzado a solicitar empleo temporal en México en el ramo de la construcción o bien en trabajos generales que les permita seguir sobreviviendo hasta ser llamados.
En Matamoros hay alrededor de 1,700 migrantes en la lista de espera para entrevistarse con las autoridades de Estados Unidos, que le están dando prioridad a familias completas o bien a personas con enfermedades que necesitan ser atendidas inmediatamente.
Fue apenas el pasado 24 de junio, cuando medios de comunicación reportaron el hallazgo de los cuerpos de padre e hija, que un día antes, al intentar cruzar el río fronterizo entre México y Estados Unidos, fueron arrastrados por la corriente.