La austeridad republicana es uno de los compromisos centrales del proyecto presidencial de Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con el mandatario, sus medidas presupuestarias impuestas eliminan los privilegios que durante sexenios ha tenido la administración pública en detrimento de la población más pobre.
En pos de dicha austeridad, el tabasqueño ha recortado el presupuesto al sector cultural, de investigación, deportivo y de salud. En siete meses y medio de gobierno, Obrador ha reducido radicalmente los costos del gobierno. Miles de trabajadores federales han sido despedidos y los que tuvieron la suerte de conservar su empleo, sufrieron drásticos recortes a su salario y prestaciones.
En una de sus últimas publicaciones, el Washington Post señaló que los hospitales públicos en el país están cancelado cirugías y los incendios forestales se han propagado sin que nadie pueda detenerlos, debido a que la reducción de costos ha generado que no haya ni material ni personal suficiente. De tal suerte, éste es uno de los rasgos más característicos de la Cuarta Transformación de López Obrador.
El sector salud, el más golpeado
El gobierno del tabasqueño empezó por eliminar las pensiones a ex presidentes, bonos y seguros médicos privados. Luego, su ataque a los privilegios alcanzó a las estancias infantiles y al sector salud.
La Secretaría de Hacienda congeló más de 794 millones de pesos del presupuesto asignado a 26 institutos, hospitales y centros de alta especialidad. Además, ordenó reducir un 30% los gastos operativos respecto a los montos aprobados y 50% los relativos a servicios personales.
Marco Antonio García Ayala, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, advirtió en mayo que el sistema de salud está en colapso debido al despido de numerosos trabajadores.
En ese momento, el desabasto de medicamentos había alcanzado el sector básico, de manera que en nueve estados de la República escaseaban de forma urgente antirretrovirales y oncológicos.
Desde hace meses los hospitales anunciaron que no se dan abasto para atender a los pacientes que ingresan día con día ni cuentan con las camillas necesarias para todos.
Los recortes al presupuesto del sector salud hicieron que Germán Martínez Cázares, quien fuera director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), renunciara al cargo. "Yo no voy a despedir a los doctores. La gente se va a morir en las calles…", escribió el ex funcionario al presentar su renuncia a López Obrador.
Los deportistas relegados
Aunque el mandatario ha demostrado su interés por promocionar el béisbol, su deporte favorito, algunas otras disciplinas no ha corrido con la misma suerte. Así es que el Comité Olímpico Mexicano informó esta semana que las instalaciones del Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM) cerrarán parcialmente sus puertas por los recortes al presupuesto.
"Ante la grave insuficiencia presupuestal que enfrenta este Comité, y luego de todos los esfuerzos posibles para conseguir el financiamiento mínimo indispensable, ya es imposible mantener los servicios de hospedaje, alimentación y atención médica que se ofrecen", expresó la COM en un comunicado.
De acuerdo con Ana Gabriela Guevara, directora de la Conade, a partir de agosto, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte ya no tendrá dinero ni para pagar la luz, por lo que no le ha asignado presupuesto federal al COM.
Los líderes del olimpismo mexicano expresaron su confianza en que pronto se solucione la problemática, sin embargo, oficialmente no ha habido ningún acuerdo.
Recortes para la investigación
En el Plan Nacional de Desarrollo de López Obrador se estipuló la disminución de recursos para los Centros Públicos de Investigación y el recorte presupuestal del 12% que sufrió el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El Conacyt recibió 2 mil 299 millones pesos menos en 2019, pues en 2018 recibió 26 mil 963 millones de pesos, pero este año fueron 24 mil 664 millones de pesos.
"Para el nuevo gobierno, la ciencia no está siendo una prioridad, o al menos eso reflejan", dijo al periódico El Universal Gabriela Dutrénit, miembro de la Academia Mexicana de las Ciencias.
De acuerdo con los especialistas, los puntos en los que se debió haber hecho hincapié son el incremento a la inversión, el fortalecimiento de las capacidades científicas, la formación de recursos humanos y el aumento de los programas educativos.
La política de austeridad ha golpeado de tal manera a este sector, que en esta semana le enviaron una carta al presidente para pedirle que revierta las políticas de recorte a la ciencia, tecnología, salud y educación. La misiva, acompañada por más de 11,000 firmas, fue entregada en Palacio Nacional.
"Esto (el recorte presupuestario) es preocupante y nos parece un grave error tanto de política pública como de una estrategia de desarrollo que busque superar los grandes retos de abatimiento de la pobreza y de impulso a la democracia que nuestro país requiere", dice la carta.
Los investigadores que presentaron la carta son miembros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, y del Instituto de Ecología.
La cultura no es prioritaria
En este año la Secretaría de Cultura recibió un presupuesto 3.9% menor al de 2018. Dentro de sus medidas, han desaparecido becas para el arte, recortado recursos para eventos culturas y eliminado concursos para fomentar la creación de artistas.
Derivado de sus recortes a la cultura, 1,500 trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) corren el riesgo de ser despedidos, pues el presupuesto es limitado.
"Va a colapsar, no va a haber para pagar nómina (…) quién sabe cuántos (despidos) más vaya a haber este año por esta política que nos lleva de la austeridad republicana a la pobreza franciscana", dijo Joel Santos, secretario del Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH en entrevista para el diario Reforma.
El último golpe, el campo
La última protesta por los recortes presupuestales de la Cuarta Tranformación de López Obrador vienen de uno de los sectores que más lo ha apoyado: el campesino.
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Este sector asegura que no ha recibido los apoyos por parte de la Secretaría de Agricultura, por lo que este jueves cientos de campesinos y productores de 14 estados del país bloquearon carreteras y avenidas con la finalidad de que el gobierno federal libere 63 millones de pesos para el sector.
También exigieron establecer un precio más alto al maíz, ya que consideran que el actual, que va de los 3 mil 800 a los 4 mil pesos por tonelada, es muy bajo. Y es que recordaron, durante su campaña, López Obrador prometió pagar hasta 5 mil pesos la tonelada.