Creencias y realidades sobre los sismos de la Ciudad de México

Han surgido muchas teorías acerca de la serie de microsismos que han sacudido a la Ciudad de México en los últimos días. Dos de ellas, que han cobrado mayor fuerza en redes sociales y en la opinión de los pobladores en general, han sido que los movimientos telúricos son provocados por obras de la Línea 12 del Metro y la explotación de los mantos acuíferos.

Incluso, vecinos de la alcaldía Álvaro Obregón, en donde se han registrado la mayor cantidad de temblores (16 en julio), acudieron a la zona en donde se realizan los trabajos de construcción del metro y solicitaron clausurar las labores para impedir que continúen los sismos.

Ante la situación, expertos que han hablado con medios de comunicación y con la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, se han dado a la tarea de aclarar cuál de estas teorías podría ser real y cuáles son los verdaderos factores que han causado los sismos.

Infobae México también consultó a Thalía Reyes, gerente de SkyAlert, para aclarar los detonadores de los microsismos que han cimbrado a la capital del país.

Explosiones con dinamita bajo el suelo para la ampliación de la Línea 12

Desde el 2016 la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México comenzó a construir un túnel de 3,6 kilómetros que irá de la estación Mixcoac del Metro en la línea dorada a Observatorio de la línea rosa. Con lo que se agregarán dos estaciones más al mapa del servicio en la Ciudad de México.

La ampliación pasará de manera subterránea por las colonias Alfonso XIII, Minas de Cristo Rey, Primera Victoria, Tolteca, Barrio Alfafar, Carola, Sacramento, Francisco Villa, Bosque, Real del Monte, Jósé María Pino Suárez, Cove y Daniel Garza.

Vecinos de esas localidades han indicado en el pasado que para construir los surcos por los que pasarían los trenes se ha utilizado dinamita. Factor que, según creen, ha hecho que haya más sismos en la alcaldía. Después del temblor de 3 grados que se sintió la noche del 16 de julio, los habitantes de la zona acudieron a las inmediaciones de las obras y clausuraron el lugar. Sin embargo, expertos que se reunieron con Sheinbaum la tarde del 17 de julio, negaron que las obras tuvieran relación con los temblores.

"Es falso que los microsismos se deban a obras humanas que están en la superficie. Como es la línea 12, recientes construcciones y la explotación del acuífero", dijo Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México en un video que publicó en sus redes sociales. También, declaró en conferencia de prensa que ella y su equipo se reunirían con los vecinos afectados por los sismos para explicarles y atender sus solicitudes.

Las excavaciones más profundas para el Metro están hechas a 40 kilómetros bajo tierra, mientras que los temblores se han dado a dos o tres kilómetros.

Thalía Reyes en entrevista con Infobae también descartó que hubiera una relación directa entre las presuntas detonaciones y los sismos. La experta indicó que aunque puede ser un potencializador del fenómeno natural por generar un poco más de energía entre las fallas de las capas tectónicas que después se libera en forma de temblor, en realidad no hay una conexión directa.

Explotación de los mantos acuíferos

El equipo de Sheinbaum, conformado por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres  (Cenapred), también negaron que los temblores de debieran a la extracción de agua del subsuelo.

Otros expertos también han concordado con que esta actividad humana no es detonante de los movimientos telúricos: "Estos sismos de magnitud relativamente pequeña ocurren en profundidades de dos a tres kilómetros muy por debajo de donde se realizan obras civiles o se extrae agua; realmente no hay visibles relaciones con los movimientos telúricos", dijo Gerardo Suárez, Investigador de Geofísica en el Departamento de Sismología a Milenio.

Aunque la actividad sí provoca desestabilización del subsuelo y, por lo tanto, un poco más de hundimientos, que son naturales de la Ciudad de México por haber sido construida sobre terreno fangoso.

Para poder determinar que esta actividad haya acrecentado la frecuencia de los sismos con epicentro en la Ciudad de México se deberían hacer estudios muy específicos de la transferencia de esfuerzos que supondría extraer agua de las profundidades en donde están surgiendo los terremotos, dijo Pascal Beltrán del Río, Instituto de Geofísica de la UNAM para Imagen Radio.

La verdadera causa de los temblores

Los expertos han coincidido en que lo que ha provocado los temblores en la Ciudad de México ha sido la liberación de energía de las fallas geológicas debajo de la capital del país, provocada por la fricción entre las capas tectónicas.

Claudia Sheinbaum explicó que el territorio se encuentra sobre la Falla Volcánica Transmexicana, zona de alta sismicidad, por lo que es normal que se hayan registrado los temblores.

Su frecuencia se debe a que se manifestó en forma de "enjambre", que son varios y pequeños sismos que tienen una duración, intensidad y profundidad similar. Thalía Reyes de SkyAlert le dijo a Infobae que esto no es más que la liberación de la energía en "pedacitos". La última vez que se registró un fenómeno de este tipo fue en la década de los ochenta; por lo que aunque no es común, tampoco resulta del todo desconocido.

En esta ocasión hubo una activación en la falla de la Sierra de las Cruces que atraviesa la zona centro de México. "¿Por qué hay de repente más sismos? Pues una falla geológica es una zona de ruptura de la corteza pero como está en movimiento puede ser como una zona de acumulación de esfuerzos que generan deformaciones. Las rocas al ser cuerpos rígidos generan resistencia y hay acumulación de energía", detalló Thalía Reyes a Infobae México.