El exsecretario de Hacienda de México, Carlos Urzúa, dijo que un desacuerdo sobre las medidas de la empresa estatal de electricidad respecto a gasoductos precipitó su renuncia el 9 de julio.
Urzúa dijo que el arbitraje sobre el gasoducto del sur de Texas-Tuxpan limitará el acceso de México al gas natural para la electricidad y que cree que el Gobierno probablemente perderá el proceso, según una entrevista con la revista Proceso. Un contrato, aunque sea costoso, debe cumplirse, manifestó.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo a principios de la semana pasada que la renuncia de Urzúa se debía a desacuerdos sobre el plan nacional de desarrollo del país. Urzúa también expresó su desacuerdo acerca de la gestión de los bancos estatales, aseguró el mandatario, quien añadió que el exsecretario de Hacienda también tuvo desacuerdos con el jefe de la Oficina de Presidencia, Alfonso Romo, y con la titular del Servicio de Administración Tributaria del país.
En su carta de renuncia, Urzúa dijo que los miembros de la Administración obligaron a la Secretaría de Hacienda a emplear a personas sin el conocimiento necesario para realizar sus trabajos, por la influencia de personalidades del Gobierno actual, en un claro conflicto de intereses. No proporcionó más información.
En la entrevista de Proceso, Urzúa señaló que su mención de un conflicto de intereses se refería a Romo, y que no entendía la relación del jefe de la Oficina de la Presidencia con el líder mexicano. Urzúa manifestó que la propiedad de la firma de corretaje Vector por parte de Romo constituye un posible conflicto de intereses dado su acceso a información económica confidencial. Romo rehusó comentar sobre las informaciones.
Urzúa dijo en la entrevista de Proceso que no estaba de acuerdo con el presidente sobre la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y la decisión de construir la refinería Dos Bocas. La construcción del aeropuerto estaba demasiado avanzada y ya se había invertido mucho en el proyecto para cancelarlo, manifestó. En cuanto a Dos Bocas, el plan de negocios de Pemex podría favorecer las finanzas en dificultades de la petrolera estatal, pero solo si evita la construcción de la refinería y la compañía se enfoca en la exploración y producción de petróleo.
El Gobierno de López Obrador, señaló Urzúa, está lastrado por la voluntad de llevar a cabo proyectos que no son factibles. El gobernante dijo a principios de la semana pasada que la acusación de corrupción del exsecretario de Hacienda carece de fundamento.
Con información de Bloomberg