"Afortunadamente yo lo puedo contar, pero ¿qué hay de quién no?" Perla Gabriela se dirigía a su casa en Ciudad de México tras una larga jornada laboral, sin embargo su camino se vio afectado por una experiencia aterradora con un operador de la compañía de transporte, Didi.
A través de su Facebook, la joven denunció un intento de secuestro, luego de que el chófer de la compañía China cambiara la ruta y se negara a bajarla del vehículo.
Sin especificar la hora, Perla compartió que después de su trabajo se dispuso a pedir el servicio de Didi, pese a que no está acostumbrada a usar la aplicación: "Por una cuestión superficial no me gusta la app, pues no me gustan los carros y me parece que no ponen los suficientes filtros a los conductores", señaló.
Continúo que como siempre, colocó sus audífonos e "ignoró todo a su al rededor" hasta que notó que el conductor se desvió cerca de calzada de Tlalpan.
Debido a que la situación le alarmó, la joven se aseguró de enviarle su ubicación en tiempo real a su familia y luego a su mejor amiga.
Al darse cuenta de la "falla", Perla le ordenó al chófer que la bajara, pero él se negó ya que le explicó que venía siguiendo la ruta que le marcaba la aplicación.
Su amiga, Liliana Rivas, la llamó pues se fijó que el conductor no venía siguiendo la ruta. Al pedirle los datos para que le enviara una patrulla, el chófer aparentemente entró en pánico y la bajó.
Perla aseguró que denunció el hecho en la aplicación, y fue cuando le explicaron que el chófer si se había desviado.
Finalmente, la joven publicó la foto del conductor y sus placas.
De acuerdo a la asociación Alto al Secuestro, de diciembre de 2018 a mayo de 2019, en la Ciudad de México se contabilizaron al menos 68 plagios.
Daniela, la joven secuestrada y asesinada que tiene en vilo al país
Antes de que desapareciera, Daniela Ramírez pidió ayuda durante 14 minutos. A través de Whatsapp, la joven de 18 años le dijo a uno de sus amigos que un taxista la había secuestrado y la estaba llevando a Tlalpan.
La madrugada del 19 de mayo, Daniela salió de trabajar de una pizzería de la cadena Little Caesars en Xochimilco y tomó un taxi para ir con sus amigos a una fiesta en San Andrés Ahuayucan a media hora de distancia.
En el camino se escribía con uno de sus amigos, fue por eso que pudo enviarle el primer mensaje de ayuda. Eran las 12:41 de la mañana.
Daniela sospechaba que el taxista quería secuestrarla porque se había desviado de la ruta. La estaba llevando hacia Tres Marías, según se lee en los mensajes.
La joven volvió a pedirle ayuda a su amigo, pero éste no supo que hacer: "¿Cómo te ayudo? No he llegado a mi casa bebé", escribió.
Diez minutos más tarde, Daniela dijo que estaba en el pueblo Parres El Guarda y preguntó a su amigo dónde estaba ese lugar, él contestó que se encontraba pasando San Miguel Topilejo.
En otro mensaje la joven dijo que estaba pasando el Ajusco. Fue entonces que su amigo le sugirió llamar a una patrulla, pero Daniela no supo como reaccionar y le volvió a pedir ayuda a las 12:55 horas.
Ésta fue la última oportunidad que tuvo Daniela para que alguien la rescatara.
Al ver que Daniela no llegaba a casa, su mamá fue a la pizzería donde trabajaba y preguntó por su hija. Ahí, el amigo que recibió los mensajes, le dijo que posiblemente la habían secuestrado.
Margot Ortiz, progenitora de la joven, denunció la desaparición de Daniela y mostró los mensajes de Whatsapp.
"El último registro de su GPS es en San Ándres Toltotepec, entre la carretera libre y de cuota a Cuernavaca" señaló Margot Ortiz, madre de Daniela, en entrevista con Ciro Gómez Leyva.
Pese a que hace más de un mes se tenía pistas de dónde se encontraba Daniela, fue hasta este martes cuando agentes de la Procuraduría General de Justicia capitalina inspeccionaron la localidad de Parres.
Las autoridades encontraron huesos, braquets, unas botas cafés y un vestido naranja que, según familiares, llevaba puestos el día de su desaparición. Sin embargo, no hallaron ningún cuerpo o restos de carne que pudieran ayudar a identificar a la joven.